Capítulo 4

- Adiós Marcos, gracias por traernos y recuerda que si pasa algo nos avisas - Nos despedimos de él.

- No se preocupen es lo mínimo que puedo hacer después de ayudarme - Nos dice el con una gran sonrisa en la cara y los ojos aguados.

Nos apresuramos a llegar a la puerta ya que cuando estábamos camino acá empezó a llover.

Al abrir la puerta y cerrarla nos miramos mutuamente retándonos con la mirada y empezamos a correr escaleras arriba para cambiarnos, desde que éramos pequeña siempre que llovía salíamos a divertirnos y al final hacíamos una competencia de quien estaba lista primera.

Al llegar a mi habitación me apresuro en llegar al baño mientras me voy quitando la ropa y la dejo en la canasta sucia.

Entro rápidamente en la ducha y pongo el agua a una muy buena temperatura para no llegar a enfermarme.

Al terminar cojo la toalla y me apresuro en llegar mi cuarto de ropa y me coloco un pijama que consta de un top negro de tira con encaje y un short negro de seda con encajes.

Después de colocarme el pijama me puse una bata del mismo color y me apresuro a bajar a la cocina.

Cuando iba saliendo me encontré con Lía quien también iba saliendo de su cuarto, no quedamos mirando y la repasé por un momento viendo que llevábamos casi lo mismo solo que con colores diferentes, mi pijama era todo negro mientras el de ella el top era blanco y el short era rosado con el encaje blanco y por encima llevaba una bata rosa.

Luego de mirarla rápidamente empecé a correr por el pasillo hasta llegar a la escalera donde Lía que me pisaba los talones casi se cae si no fuera que la agarre en el aire y por lo tal quedamos empatadas, pero obviamente no se lo iba aceptar.

- Yo gané - dije con una sonrisa de suficiencia.

Ella levantó las cejas incrédulamente pero luego soltó un suspiro de derrota. 

- Esta bien, solo porque casi me caigo - dijo haciendo un puchero.

- De todas formas, YO iba ganando - dije remarcando el "YO".

Ella puso los ojos en blanco y abrió la nevera sacando un galón de leche y yo fui por el cereal, no íbamos a preparar nada porque ya habíamos comido algo fuera, solamente era para conversar como siempre lo hacemos.

- Tenemos que informarle a Lucia que le dé el puesto de contabilidad a Marcos - dijo ella de repente.

Solté un suspiro.

- Dale, yo le digo a Luci mientras vos le decís a Marcos que tiene que llevar su curriculum - dije agarrando mi tazón vacío para irlo a lavar.

- Okey - dijo agarrando su celular marcando un número.

Después de fregar el tazón de Lía tomé mi celular para hacer la llamada.

- Aló, ¿Lucia? -Pregunte en el momento en que cogió la llamada.

- Si soy yo señorita Denis, ¿Qué necesita? - me respondió y pregunto en pocos segundos.

- Era para decirte que ya no tiene que buscar a más nadie para el puesto en contabilidad, ya Lía y yo tenemos a alguien en mente que mañana llegara con su curriculum se llama Marcos Roberts - dije y solté un suspiro un momento después - Y deja de llamarme "señorita" recuerda que con nosotras no tienes que tratarnos con tanto profesionalismo - le dije cansada de repetir lo mismo.

- Okey seño... digo Denis - dijo rápidamente cambiando la forma en que me iba a decir.

- Entonces eso era todo y cualquier cosa me llamas, y antes que se me olvide, por favor ayuda a Marcos por mí, es un amigo nuestro, pero tampoco lo hay que malcriar solo ayúdalo lo necesario.

- No te preocupes yo lo ayudo, adiós Denis saludas a Lía de mi parte, y espero que les haya gustado como quedó la casa - dijo despidiéndose.

- Nos gustó mucho gracias, por cierto... en esta semana vamos a ir a la oficina, queremos ir antes de que empiece el nuevo semestre.

- Vale yo las espero.

- Adiós - dije colgando y dando la vuelta donde estaba Lía preguntándome con la mirada.

- Ya está resuelto, esta semana pasamos por allí y nos raptamos a Lucia - dije con una enorme sonrisa de malicia.

Ella sacudió la cabeza.

- Bueno, vemos una película y estrenamos la sala - dijo con una enorme emoción que me hizo reír a carcajadas.

- Vamos a hacer lo que dice la niña - dije burlándome de ella.

Ella hizo como si no dije nada y salió corriendo hacia el sótano en donde está la sala de cine.

Yo aun riéndome la seguí, pero más despacio y con más calma.