Capítulo 9

Narrador Omnisciente 

- Почему они снова потеряли ее ?! - se escucha un golpe que resuena en toda la habitación.

(¡¿Cómo es que la volvieron a perder?!)

- Извините, сэр, женщина и ее подруга сели на самолет, на который мы не могли сесть, так как машина застряла в пробке, и к тому времени, когда мы добрались до аэропорта, как вы знаете, они не оставляют никаких следов, которые могли бы сообщить ей местонахождение - dice un hombre encogiéndose cada vez que mira el rostro del hombre que está colocado en la cabeza del lugar.

(Lo siento señor, la mujer y su amiga abordaron un avión en el que no pudimos subir ya que el auto estaba atascado en el tráfico y para cuando llegamos al aeropuerto, como usted sabe, no dejan rastro que nos diga su paradero.)

- Я не могу отпустить это снова - dice el hombre haciéndole una señal a quienes están en en la esquina de la habitación.

(No puedo dejarlo ir de nuevo)

- Нет, сэр, прошу вас, у меня есть семья, сэр! ¡Пожалуйста...!

(No señor, por favor, ¡tengo una familia, señor! ¡Por favor...!)

No se escucha más nada que el sonido sordo que provoco su cuerpo al caer por la bala que sale de un arma calibre 9 mm con silenciador directo a su cabeza.

- Убери это тело отсюда - dijo el hombre girando la silla hacia el ventanal con vista a la ciudad.

(Saca este cuerpo de aquí)

> Я найду тебя, маленький ублюдок - dice terminando de armar el cubo de Rubik.

(Te encontraré pequeña bastarda)

Mientras aquel hombre misterioso pensaba en como encontrar a una persona que era como la mantequilla derretida, se escurría tanto que la única forma de encontrarla era cuando cometía pequeñísimos errores los cuales eran muy poco probable, en el lado del mundo se encontraban 3 chicas rediseñando un cuarto.

- ¡Así no! - grita una castaña casi rubia mientras ve a sus amigas hacer mal las instrucciones que ella dice.

- Mejor llamas a los empleados de la compañía para que te ayuden - le dice su mejor amiga ya aburrida de esa situación.

- No quiero hacer esto con ellos, lo quería hacer con vosotras - dice la chica haciendo un puchero y colocando los ojos como el gato con botas.

La chica pelinegra que solo se mantenía escuchando soltó un suspiro y después negando con la cabeza dibujo una sonrisa impotente en sus labios.

- ¿Qué tal si comemos algo y seguimos esto después? - pregunto la ojigris tratando de calmar los nervios.

Esa pregunta cayó como una brisa de verano en un día caluroso.

Las dos castañas se miraron con una mirada cómplice y aceptaron.

- Vale, tus haces la comida mientras nosotras seguimos arreglando - dijo una restándole importancia.

- Per...

Antes de terminar de hablar la otra castaña dijo energéticamente.

- Ve, no te preocupes por esto, nosotras lo hacemos esto, además, últimamente hemos estado comiendo comida de afuera y ya extraño la comida casera - dijo dándole una sonrisa que convenció a la pelinegra.

Después de que esta se fuera las chicas fueron a una pared lisa donde había un plasma de última generación de 50" agarraron el control y presionaron un botón en particular. 

Al presionar ese botón de la televisión salió una especie de pantalla pequeña en la que una de esas chicas posiciono la palma de su mano y toda la pared en la que está situado el plasma se abrió.

Mientas la más alta hacia eso la otra presiono un botón y luego echo la pintura gris en el pote y volvió a presionar el botón lo cual provoco que de la parte superior saliera pintura dejando así la pared de aquel color, para que aquella pintura no llegara al piso de la parte inferior salió una especie de regleta que succionó la pintura gris que sobraba.

- Vamos - dijo una vez que vio que la pintura se estaba secando.

Entraron al cuarto secreto el cual estaba dividido en una sección de disfraces y pelucas de todos los colores y cortes, una en la que estaban unas computadoras y en la otra había todo tipo de armas, desde armas de fuego hasta armas blanca. 

- Umm, mi olor favorito - dijo la mayor cambiando su cara de indiferencia a una llena de alegría y satisfacción al tomar una revolver S&W 500 4-in.

La otra se echó a reír al ver el cambio de comportamiento, ya se había acostumbrado a eso pero aún le deba gracia.

- Vamos a terminar esto que no demora Serena en venir a buscarnos - dice la mayor volviendo a ser la misma para luego dirigirse a una de las sillas que había al frente de las computadoras.

- Okey, tu colocas su información y yo conecto la computadora a nuestros chips - dijo la menor colocando la información de sus chips de localización.

La otra simplemente asintió con la cabeza colocando una información detallada de la vida de Serena y colocando una muestra de sangre, cabello y la huella dactilar para que tenga permiso a las cosas que están escondidas en la casa cuando llegue el momento oportuno.

Luego de unos minutos estaban saliendo en dirección de la cocina para así esperan que la pintura se secara.

Serena

Me presento, mi nombre es Serena Roberts, tengo 19 años y soy una pelinegra con ojos grises los cuales son una herencia de mi difunta madre, mi piel es dorada que heredé de mi papá mido 1.63 de altura y aunque no tengo el cuerpo de una modelo tengo curvas donde debería.

Mi padre se llama Marcos Roberts tiene 37 años, si lo sé, me tuvo cuando tenía 18 años, pero a pesar de que en esa edad era muy inmaduro y cometió muchos errores jamás renegó de mí, es más, mamá decía que cuando le contó a papá la noticia quedó shockeado unos minutos y luego se alegró como nunca, es un rubio cenizo con unos magníficos ojos verdes, unas cejas pobladas adjunto con unos labios delgados;  además posee un cuerpo fornido y bien trabajado es de piel dorada la cuál fue heredada a mi persona.