Luego que Gissele saliera de casa con Erika, me puse un vestido azul negro desmangado, con unos tacones beige, me hice dos moños a cada lado de mi cabeza, y terminé de arreglarme para salir.
Harry ya me estaba esperando afuera, así que, inmediatamente terminé y empaqué todo, salí corriendo al auto y acomodé el pastel en el asiento de atrás con ayuda de él.
—Buenas noches, Señorita López.
—Sr. Styles, permítame decirle que se le ve muy guapo, pero debo admitir que yo luzco mejor que usted esta noche. —Reí un poco.
—Eso nunca, ni en tus sueños más locos, Bonnie. —Emitió una carcajada sonora.
—Tontito, vámonos, sweetie.
Debo admitir que el clima estaba un poco frío, y yo olvidé llevar un suéter, así que Harry me prestó su chaqueta para que la usara.
Al llegar al bar, nos dirigimos a nuestro espacio reservado y ya todos estaban ahí, así que llevé el pastel hacia la mesa dónde debía estar.
—¡Bonnie! —Liam salió a mi encuentro y me saludó con un abrazo— ¿Dónde está Gissele? ¿Viene en camino? ¿Qué te ha dicho Erika?
— Si, corazón, tranquilo, respira —Lo tomé de ambos hombros— ya casi viene, sé que ya están en el restaurante, así que no tardan en salir decepcionadas del lugar.
—Perdón, —Se rio conmigo—, estoy nervioso, pero esperaremos.
—¡Bonnie, Love! ¡Te ves hermosa! Ven acá y dame un abrazote. —Louis se acercaba a mí.
—¡Lou, bonito!, te daré un abrazote de oso. —Lo abracé muy fuerte y me dio un beso en la frente.
—¡Hey!, yo también quiero un abrazo. —Niall hizo un puchero y luego sonrió abriendo sus brazos.
—Claro que sí, mi niño, ven. —Lo abracé muy fuerte también.
Ese par me derrite el corazón. No sé como cabe tanta dulzura en sus cuerpos.
Llevo un par de meses observando a Harry, y es que cada vez que abrazo a Louis o Niall, él me mira de una manera diferente, un poco extraña, como molesto. La mayor parte del tiempo trato de ignorar eso, probablemente sea mi imaginación, así que de igual forma decido no prestarle demasiada atención, sin embargo, esos gestos no pasan desapercibidos.
En ese instante recibí un mensaje en WhatsApp de Erika.
<<Amiga ya casi llegamos, avísales a los demás, te amo ❤ —Eri>>
—¡Chicos! Erika y Gissele ya vienen —anuncié y nos ubicamos en nuestros lugares.
Guardamos el mayor silencio posible y esperamos pacientemente a ver a la cumpleañera.
Gissele entró al espacio que reservamos y todos gritamos ¡Sorpresa!, al mismo tiempo. Se quedó muda por unos segundos observándonos a cada uno de nosotros, pero una sonrisa se dibujó en su rostro hasta que al fin soltó un suave ¡Gracias!, y llevó sus manos al pecho.
—¡Feliz cumpleaños, mi vida! —Liam se acercó a ella, la tomó por la cintura y le dio un dulce beso en los labios.
—Mi vida, gracias, pensé que estabas fuera de la ciudad, de verdad te he creído.
—Quería sorprenderte
Ella se acercó a cada uno de nosotros y nos abrazó emocionada y agradeciendo el gesto que habíamos tenido.
Luego de eso cenamos, el espacio que reservamos era adecuado para poder poner un poco de música y bailar después fuimos a bailar un poco nosotras tres.
—Supuse que, en serio, no te había importado mi cumpleaños —me dijo Gissele cerca del oído debido al ruido de la música en la pista de baile.
—¿Cómo crees?, todo era parte del plan. —Deposité un beso en su mejilla.
—Todo está saliendo perfecto, amiga —dijo Erika abrazándonos a ambas y dando saltitos al ritmo de la música— ¡las amo! —Nos dio un beso a ambas.
—Bonnie, déjame bailar contigo, ¿Sí? —Louis se había acercado a mí.
—Claro, ven Tommo —Lo tomé de la mano y lo aparté de las chicas para bailar
Baila muy bien la verdad. Normalmente, hemos ido a bailar solamente nosotras tres. No me había dado cuenta de que ellos también estaban intentando hacerlo con nosotras.
En ese momento Gissele bailaba con Liam y Erika con Zayn, a pesar de que a él le daba pena bailar, se veía muy cómodo y feliz viendo a Erika sonreír mientras bailaba con él.
— Ya me cansé, creo que iré a tomar algo y sentarme un rato, ¿vienes?
—Eres un debilucho Tomlinson, no puedo creer que ya estés cansado —Fruncí el ceño.
Observé que Harry estaba sentado, lo noté un poco molesto, no sabía por qué, así que fui hacia él, quería sacarlo a bailar.
—¿Vamos? —Le extendí la mano.
—¿Adónde? —Me miró confundido.
—A la pista Styles, ¡Bailemos!
—No, no dejes solo a tu pareja de baile— señaló a Louis que estaba en la barra pidiendo una cerveza.
—¡Harry Edward Styles, no seas tonto! Louis es un debilucho, ya se cansó, además yo quiero bailar contigo desde hace rato. —Volví a extenderle mi mano.
—¿Tomlinson ya se cansó? ¿Con cuatro canciones apenas? No puedo creerlo. —Tenía un gesto de incredulidad, de pronto se le iluminó el rostro con una pequeña sonrisa— Entonces ven —Se levantó, tomo mi mano, y me jaló hasta la pista—. ¡Le enseñaré lo que es bailar!
Fue genial, bailamos más de ocho canciones sin parar, nos movíamos al ritmo de la música, no podía dejar de mover mis caderas. Estaba tan sumergida en la música y disfrutando el momento con Harry, creo que era la primera vez que había tenido tanto contacto físico debido al género musical, y es que teníamos un poco de hip hop y reguetón para mezclar ambos gustos de Gissele en el baile.
Admito que me sentía un poco nerviosa cuando posaba sus manos en mi cintura, luego a mis caderas y me acercaba hacia él, realmente estaba disfrutando su contacto conmigo, provocaba pequeños choques de electricidad que viajaban por mi vientre.
Tuvimos que detenernos, la hora de comer pastel había llegado y todos preparamos un arreglo de voces con el típico feliz cumpleaños, en inglés y español, queríamos cantarle a Gissele.