Desde cero

Capitulo 3

Capítulo 3

-Pero siendo sinceros no estuvo tan mal Boogi.

Uno, dos, tres…

-¡¿cómo qué no?! Rebecca, te adoro… ¿pero segura que no escuchaste la historia completa? Lo he relatado todo, te repito… estuve parado como un idiota, se supone que soy un hombre con título universitario, no un niño.

-Cariño, de eso se trata. Mira el lado bueno, fuiste completamente capaz de reunir fuerzas y subir al escenario. Aunque no lo creas yo estoy muy orgullosa de ti, no cualquiera hace lo que tú.

-Supongamos que te creo ¿Cómo crees que me deje ver delante de ellos? Fueron los monstros de mi día a día e esa universidad, está claro que loso les deje ver una vez más mi fracaso…

Mi lado pesimista estaba saliendo a la luz, lo cual digamos que hace con mucha frecuencia. Luego de haber hecho el ridículo y haber recibido mi título pude irme de allí, no sin antes haber recibió un montón de sonrisas de superioridad, burla e hipocresía. No fue como lo planee, claro esta. Actué e ice el ridículo frente a las personas que me lastimaron física y psicológicamente ¿acaso puedo estar bien con eso? La respuesta es fácil: No.

Ahora estoy a las 3:30 a.m. dándole vueltas al asunto junto a Rebecca, quien solo intenta ver un lado bueno inexistente. En parte agradezco que me respondiera con el mejor ánimo sin necesidad de colgar y mandarme al diablo, pero por otra parte solo pienso que tiene un enorme problema con el positivismo, enserio sé que trata de animarme pero con o que paso creo que es simplemente imposible.

-Boogi, ayúdame un poco ¿quieres? Ambos sabemos que eres un excelente periodista y una increíble persona, no era ni es necesario que se lo demuestres a una banda de inútiles que solo se quejan por no poder alcanzar el potencial que tú posees. Okey fue un desliz lo que paso, pero no tienes que darle tantas vueltas, de todas formas la mayoría no tienen por qué tener lugar en tu mente.

Sé que dije que no ayudaba, pero esa respuesta si me gusto.

-a veces me pregunto si de todos los pacientes que tú tienes soy el más problemático.

Un suspiro se escuchó desde la otra línea, el cual hizo imaginarme lo peor.

-en realidad eres mi paciente favorito.-una sonrisa leve se deslizo con suavidad en mis labios- jamás conocí a un chico que tuviera tanto potencial y fuera tan tonto al momento de no querer verlo. Para mi eres único Boogi, y nunca será una molestia el escucharte a cualquier hora del día.

-te quiero mujer.

-y yo te amo como a un hijo.

-dios, directo a la familyzone- una risa delicada se oyó de fondo, logrando contagiarme también. Estas charlas llegaban llevarme a una familiaridad extrema hasta lograr replantearme todos mis errores. Rebecca era maravillosa, como amiga, psicóloga y como madre. Tener tantos traumas llego a presentarme a esta maravillosa mujer, que fue algo de lo cual nunca llegare a arrepentirme.

-Ya duerme Boogi, mañana será un día largo para ti.

Una despedida corta fue suficiente para ambos. Lo que pasa después ya no tuvo importancia, solo me acomode en el mullido colchón y trate de descansar lo suficiente para mañana, el día en que todo comenzaba a tomar forma.

. . .

Cuando abrí los ojos, lo primero que note fue lo molesto que era luz solar en mi rostro. Me desperece por completo, quitando las cobijas que cubrían mi cuerpo y buscando las pantuflas para realizar las primeras tareas del día, no creo que sea importante describirles el como limpie mi rostro o como grite cuando mi cuerpo toco la primera gota helada al bañarme. Al estar listo por completo baje las escaleras y salude a mis padres para comenzar a desayunar. Tenía que salir huyendo lo más rápido posible para poder comenzar con la mudanza. Había decidido hacer mi vida en una ciudad donde podía comenzar desde cero, con respecto a amigos, trabajo y nuevas experiencias. Había enviado currículo a la mayoría de los periódicos locales para ver en donde caía mi suerte. Lo bueno de tener buenas notas y haber buscado experiencia en muchos lugares de mi ciudad comenzaba a dar frutos.

Tres aceptaron, dos me hicieron entrevista y uno fue quien  me dio trabajo. No era un gran trabajo, pero si lo suficiente como para iniciar la carrera. Me comentaron que daría inicio como compañero de una chica con bastante tiempo en el lugar, la cual sería como decirlo ¿mi jefa? ¿La persona que mantendría como su esclavo personal?  En fin, nada importante.

Iniciaba la semana entrante, lo cual significa que tengo que irme lo antes posible del dulce hogar de mis padres a pasar trabajo y desgracias en otro lugar. ¿lo bueno? Tengo  la primera fase de mi plan completada, ahora solo faltaba olvidarme del pasado, eliminar mis prejuicios y tener un carrera llena de éxitos.

-cariño ¿estás seguro?

Iba a responder con la confianza mínima que aún quedaba en mí ser, pero alguien más se había adelantado.

-Lorena, tiene que estarlo ya compre la mesa de pool para colocarla en su cuarto.-y así fue como el resto de mi jugo había sido esparcido en un pequeña parte del comedor.

Espera ¿Qué?

-papá ¿estás hablando enserio?

-yo siempre hablo enserio.

-Garret, compórtate.- la voz de mamá se escuchaba enojada, y para agregarle el toque a su advertencia una colleja había aterrizado en la nuca de papa.

Aunque sería entretenido ver su discusión, tenía que partir a organizar todo. Una pequeña despedida basto para ellos y para mí.  Al ver todas las cajas que esperaban por ser llenadas no me quedo otra opción que comenzar la tarea, en el proceso encontré juguetes, notas e incluso ropa vieja. Una parte iba dirigida a las donaciones, mientras que otras si las llevaba conmigo como recuerdo. No me culpen soy sensible ¿okey?

Y en eso se basó mi tarde, limpiar, recoger y empacar. Nada divertido.

. . .



#36879 en Novela romántica
#23860 en Otros
#3544 en Humor

En el texto hay: drama comedia, amor dolor dulsura, lgbth

Editado: 15.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.