Enfrente de mi balcón veo como se prende la luz del departamento, algo extraño ya que juraba que hay no vivía nadie.
Miro fijamente pero solo veo una sombra, parece ser de un hombre, o de una mujer. No lo sé, decido no darle demasiada importancia, así que recojo mi plato y vaso, y entro para ponerlos en el fregadero de la cocina.
Mika y Milo duermen plácidamente en el sofá, así que me acurruco entre ellos dos, prendo el televisor y veo Los Simpsons. Esta es mi serie favorita de siempre.
Escucho un ruido que viene del otro lado de mi departamento.
-Genial vecinos- digo en voz alta.
Desde hace 9 meses que me mude y no había tenido inquilinos de este lado, y estaba tan agusto, ya que por torre hay tres departamento y estoy en medio de dos y sobre todo en el último piso, que es el número 7.
Salgo al balcón para ver si veo a alguien en el otro lado del balcón, pero para mi sorpresa, si, veo a alguien, pero no al lado de mi departamento, sino enfrente del balcón.
Es un chico alto, lo sé porque se ve enorme en ese pequeño balcón, no tiene camisa por lo que puedo ver su perfecto abdomen marcado, su cabello luce despeinado y veo que trae en taza en su mano.
Trato de disimular que lo estoy viendo, pero al fin de cuentas si se da cuenta.
-Hola- dice al momento de levantar su mano izquierda y lanzarme una sonrisa encantadora.
Nuestro balcones están a escasos 5 metros de distancia, ya que nos divide una acera de área verde.
Solo sonrió y levanto una mano para devolverle el saludo, a continuación, entro corriendo y cierro la puerta, bajando la persiana.
Me quedo recargada en la pared, mientras bajo un poco la persiana para verlo, y hay sigue, mirando el anochecer desde ese balcón.
Miro el reloj y dan las 9:55 de la noche, apago la televisión, me despido de mis gatos y me dirijo a mi cama, me recuesto entre las sabanas, me tapo completa y cierro mis ojos.
Tras, tras, tras, tras (ruido de un martillo).
Abro un ojo al escuchar ese ruido. Tras, tras, tras continua una y otra vez.
Oh por dios, es en serio, están martillando a estas horas, no me lo puedo creer, no menos de 15 minutos que cerré mis ojos y ahora tendré que batallar con esto ruidos.
Agarro mi almohada y tapo mi cara, pero el ruido sigue, una y otra vez, doy unos pequeños golpes a la pared, para que se den cuenta de que estoy molesta, y funciona, no se escucha nada, pero ahora, se me quito el sueño.
Me levanto de mi cama, camino a la sala y me recuesto en el sillón, prendo el televisor y busco algo que ver en el tío Netflix, busco una serie que ver, la última que vi fue Lucifer, una serie que me atrapo de principio a fin y aunque sé que saldrá la temporada 5, me emociona, y más por la trama , obvio me refiero al protagonista, que me ha dejado soñando despierta, pero ahora buscare algo más que ver.
Me levanto con el control en la mano, camino al balcón y abro la puerta, un aire fresco entra, y solo me acurruco entre mi cobija una vez más, el balcón de enfrente tiene todo apagado, y me da curiosidad saber de ese chico misterioso.
Agarro mi celular y voy a mi wifi, para ver si puedo detectar algún nombre, pero no tengo éxito ya que me salen alrededor de 15 redes diferentes.
Me regreso al sofá y escojo ver Stranger Things, una serie de chicos que conocen a una chica con poderes sobrenaturales me interesa un poco, así que empiezo por el episodio 1.
Miro el reloj y son las 10:30 de la noche, me siento tan cansada, pero veré esta serie.
Me levanto y Miro a mis gatos muy juntos dormidos, por lo que pienso que tienen un poco de frio e igual empiezo a sentir más frio, así que me levanto para cerrar la puerta del balcón cuando lo veo a él.
Trae una sudadera gris, unos pantalones tipo pants negros y luce despeinado, me quedo contemplándolo hasta que voltea a verme.
-Buenas noches- dice con una sonrisa encantadora.
A esta hora se puede escuchar claro, ya que hay silencio.
-Buenas noches- contesto un poco apenada.
-Milagro que se deja ver- dice con su voz un poco alta.
-Si, ya estaré más tiempo por aquí- contesto sonrojada.
-Buena noticia- dice mientras toma un sorbo de su taza.
-Me parece bien- digo normal, para que entienda que lo escucho claro y perfecto.
- ¿Lista para lo que se aproxima? - pregunta.
-En eso estoy- digo recordando que no estoy preparada para nada -Buenas noches, mañana trabajo- me despido y cierro la puerta.
Apago la televisión y me regreso a mi cama, Mila y Miko me siguen, se acurrucan a un lado de mí y nos dormidos juntos.
Cerca de las 8 de la mañana ya estoy llegando a la oficina, cite a todos a las 10 para que solo estemos un rato para terminar todos los pendientes, llego con mi café y mi pan que compre en la mejor panadería de Nueva Esmeralda, siempre compro un cuernito relleno de jalea y una dona glaseada de chocolate.