Capitulo 23. Día 1 de la nueva normalidad

1ro de Julio 2020 6:10 a.m.

Romeo aun sigue dormido, yo me levanto con cuidado de la cama para no despertarlo, entro al baño, cierro la puerta, me desvisto para entrar a la bañera -tendré que idear la manera de prepararme así todos los días- pienso.

Él trabaja de 10 a.m. a 6 p.m. de contador en una empresa de su padre, por lo que su rutina empezara más tarde.

Me relajo un poco, después de 25 minutos salgo del baño y empiezo a vestirme, este día iré de ropa casual, el fin de semana organizamos todo lo que haríamos en casa, pero no recordé que tendríamos horarios diferentes.

-Buenos días muñeca- dice entre dormido desde la cama.

-Buenos días, amor- contesto mientras me acerco para darle un beso -sigue durmiendo, yo me iré a las 7 para reorganizar todo en el local.

-Te acompaño- propone mientras se talla su cara -no quiero dejarte ir sola.

-No te preocupes, tengo el carro así que estaré bien.

Salgo de la habitación para prepararme un desayuno ya que desconozco si las fondas estarán abiertas.

Preparo dos sándwiches uno de pollo de ayer y otro de jamón con panela, mi café y un jugo de naranja con zanahoria.

-Amor, te extrañare todo el día- escucho la voz de Romeo acercándose a mí, detrás de él vienen Mika, Milo y Kitty.

-Miau- maúllan los tres al mismo tiempo.

-Yo a ustedes -les contesto -Yo más a ti- beso sus labios.

Nos abrazamos por un momento y me acompaña al elevador para irme al trabajo, nos despedimos una vez más.

Conduzco un poco impaciente por llegar, ya que me imagino todo el papeleo que tendré que hacer con las nuevas normativas de desempeño, del local etc.

Cuando llego, me apresuro para imprimir y pegar los letreros de “Uso de cubrebocas obligatoria, máximo 3 personas y el de susana distancia”, esos son los principales y los que se obligan para que puedas tener tu empresa o local abierto.

Nos han permitido abrir el lugar de organización de eventos, pero nos han restringido muchas cosas entre ellas:

Mantener escritorios alejados uno de otro, mínimo de 2 metros, así que tuvimos que reorganizar todo.

Tener el kit de desinsectación de muebles, sanitizar el local hasta 2 veces en el día, tener cada uno un bote de gel antibacterial a la mano.

Organizar eventos para mínimo 50 personas, mandar solicitud a revisión.

Entre otros lineamientos de etiqueta que debo retomar con los chicos.

-Buenos días jefa- escucho a Francesca entrando.

-Buenos días- contesto desde el escritorio.

-Los chicos ya vienen en camino- menciona mientras se acomoda en su escritorio.

Camino a ella, el cubrebocas me es muy molesto, desde las 7:30 de la mañana que llegue hasta ahora las 9, me eh cambiado 3 veces de cubrebocas, los he manchado queriendo tomar café.

-Me puedes apoyar a repartir estos folletos- pido para que los deje en los escritorios.

-Con gusto.

Después de 15 minutos llegan todos juntos, pero separados, es decir son las 9:25 cuando entran un por uno.

-Al fin en el trabajo- dice Emilio.

Todos llegan con su kit personal de protección.

-Buenos días, chicos, antes de empezar con nuestro día, les recuerdo que de 12 a 3 tendremos muchas practicas de operación sobre la nueva normalidad después del Covid-19.

De acuerdo con las empresas de aquí, tenemos una máximo de 15 procedimientos, desde el lavado de manos hasta la limpieza del tapete sanitizante.

Portamos cubrebocas, caretas y guantes, reviso los pendientes mientras ellos me ayudan a limpiar a detalle el área de producción.

Reviso los correos con 5 nuevas propuestas de eventos, debo de mandar un check list de lo que esta permitido y no a la hora del evento.

Me entretengo tanto que olvido por completo revisar mensajes en mi celular.

Cerca de las 11:55 de la mañana el teléfono de mi oficina suena.

-Diga- contesto mientras envió un correo de solicitud para certificarnos como una empresa Clean Green Verification.

-Amor- escucho a voz de Romeo del otro lado.

-Hola, ¿cómo te esta yendo? - alcanzo a preguntar antes de ver los mensajes que me mando.

-Bien, me preguntaba ¿si quieres que vaya a verte? Hoy esta demasiado tranquilo, puedo ayudar a limpiar- propone entusiasmado del otro lado del teléfono.

-No amor, esta bien, así, no te preocupes.

-Es raro no estar juntos, pero bueno, ten un buen día, nos vemos en casa.

Me despido de el colgando el teléfono, sigo procesando la información que le daré a los chicos de acuerdo con el imss.

Pasamos después de las 3 de la tarde con las practicas de operación, cada una nos ha tomado entenderla hasta por 25 minutos.