Desde mi centro

"Estamos contigo."

"Tenía la necesidad de agradecerle a Matthew lo que había hecho por mí, porque ya había tenido la oportunidad de agradecerle a Sam.
En verdad nunca me hubiera imaginado que se haya preocupado tanto por el estado en el que me encontraba. Si no fuese por él, talvez me hubiera desangrado en aquel baño.
Noté que estaba a un lado de la reunión y el hecho de que este apartado me iba facilitar expresarme mejor para agradecerle su ayuda.
Me paré del sillón y me encamine directo hacia él pero Sam me tomó del brazo.
¡Hay que sacarnos una foto todos juntos! Exclamó. 
Luego de eso, traté de que Brett lo convenciera de que no suba la foto a ninguna red social, ni mucho menos era buena idea que me etiquete.
Para mi sorpresa, cuando dirigí la vista nuevamente hacia donde estaba Matthew él ya no estaba."-Narra Kenya.


 La joven vio que la puerta corrediza que abre paso al balcón estaba apenas abierta por lo que dedujo que tal vez Matt había salido a tomar aire, así que tomó su chaqueta y allí fue.
Matthew estaba recargado en el balcón con una nueva cerveza, la mirada perdida y pensando en quién sabe qué...
-Hola -Dijo Kenya imitando su postura. Matt sólo la miro con el rabillo del ojo. 
-Lamento haberte causado problemas la noche anterior. 
Matthew sólo estaba en silencio, sin cambiar la posición y oyendo a Kenya.
-En verdad quería agradecerte porque desde que llegué aquí sólo te eh causado problemas. 
-No fue nada.-Dijo Matt sin ningún tipo de interés, demostrándole a Kenya que sólo quería conformarla para que de una vez se alejara.
Kenya, además de agradecerle, fue con la intención de disculparse por si en algún momento había hecho algo que lo haga poner incómodo o le molestara, porque de otra forma no entendía el por qué de que siempre la rechace o ignore.
El silencio era cada vez más incómodo y Kenya, luego de esa breve conversación, si es que se la puede llamar así, había quedado un poco cabizbaja y desconcertada porque ella no buscaba problemas con nadie.
Luego de un gran suspiro Matt dijo
-Mira, no pienses que el problema es contigo. Es algo personal... sólo eso.- terminó sus palabras con una pequeña sonrisa, Kenya le devolvió la misma y dijo bromeando.
-Supongo que empezamos con el pie izquierdo la última vez... Soy Kenya Moore, un placer.-Levantando la mano derecha para que estrechar su mano como si recién se conocían.
Matt sólo rió ante su acción y con el mismo tono siguió aquel juego-Matthew Bellington, el placer es mío.- contestó entre risas y tomó su mano.
Se notaba que aquel chico de voz ronca había hecho un gran esfuerzo para actuar amable con Kenya, no porque no lo fuera, sino porque en verdad estaba pasando por un mal momento. Pero Matt, a pesar de que no hable mucho o se presente algo distante con los demás, no era una mala persona. Aquella era su forma de manejar el dolor.
Hacía mucho frío esa noche y los jóvenes se propusieron entrar a la casa, aunque el motivo principal era ir por más cervezas. 
-Kenya... - Brett, todavía más pálida de lo que es y con los ojos vidriosos, colgó el teléfono justo al momento de que Matt y Kenya entraran.
-Tu madre acaba de llamar. Llegó a su casa y la vecina le dijo que se llevaron a Libia.
-¿¡QUÉ!?
Un ataque de nervios no dejaba a Kenya pensar, cambiada de un lado a otro con las manos temblorosa y el rostro aún más pálido que el de su amiga... 
Sabía perfectamente quién y para qué se habían llevado a su hermana menor, pero no sabía cómo hacer para recuperarla. 
Un mar de lágrimas, angustia y desesperación sofocaban a la joven.
¿En qué cabeza cabe usar a una niña de siete años para extorsionarla?
-Kenya, no te preocupes. Hay que llamar a la policía de San Francisco, ellos sabrán que hacer.-Dijo Richard.
-No, no, no, la policía no hará nada. 
-¿Cómo que no hará nada?-Dijo Brett
-No sirve, ellos están con él. Ellos lo apoyan- dijo entre lágrimas Kenya.
Christopher, Sam y Matt intercambiaban miradas tratando de analizar la situación.
-Linda, creo que debes decirnos toda la historia. Queremos ayudarte.-Dijo Sam
-¡Nadie puede ayudarme! ¡Se llevaron a mi hermana y no va a parar hasta encontrarme! ¡Quiero a mi pequeña! ¡Lo odio, lo odio, lo odio!- Kenya estaba de rodillas en el suelo, gritando aquellas palabras y siendo consolada por Brett y Bruno.
-Kenya, lo que debes hacer ahora es tranquilizarte... Talvez la policía de San Francisco no pueda hacer nada como tu dices, pero la policía de Nueva York se hará cargo, ¿no es así Christopher?-Dijo Richard
-Haremos lo que sea necesario.
-¿Cómo que "haremos"? ¿Son policías? -Dijo aterrorizada.
-¿De qué te escondes Kenya Moore, qué ocultas?-Dijo Christopher.
 Kenya sólo negaba con la cabeza y repetía que nadie podía ayudarla...
-Kenya mírame-dijo Camille pidiendo la atención de su amiga- Christopher, Matt y Sam son policías de aquí, no de donde tu vienes. Tienes que contarles todo para que puedan actuar rápido. Estamos contigo, todos te queremos ayudar.
Kenya, poco convencida, comenzó a hablar...




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