Y como fue en aquella vez, nos acercamos hasta la casa, a hurtadillas, procurando que no nos vean, cuando nos acercamos a la puerta, todos se quedan a un par de metros de distancia por precaución, Demon y yo vemos hacia la puerta, no puedo evitar recordar todo lo ocurrido aquella vez, así empezó, espero que no termine igual. Volteo hacia donde están todos, Lucifer clava sus ojos en los míos, está preocupado, pero alerta. Tanto Demon como yo caminamos hacia ellos mientras él les da la orden a los demonios y a los ángeles de que hagan dos filas, una a cada lado de la puerta.
-¿Y bien? ¿Cuál es el plan para entrar? (pregunta Roziel cruzado de brazos mientras yo estoy absorta con los ojos clavados en el piso, volteo a ver a Demon quien me ve con curiosidad)
-Patearé la puerta... (levanto la mirada y veo fijamente a Roziel a los ojos, veo fugazmente a todos ahí y después volteo el rostro hacia los soldados) Una vez estando dentro... ustedes me darán cobertura... ese... es el plan.
Regreso mi mirada hacia Roziel, no parpadeo ni siquiera, sus ojos se clavan en los míos así como los míos se clavan en los suyos, le guiño un ojo y sonrío de lado mientras saco mis pistolas de sus fundas, doy la vuelta rápidamente y corro a través de las filas, cuando estoy a punto de llegar brinco y pateo la puerta con fuerza, arrancandola de la pared, tirandola y yo cayendo sobre ella. El estruendo de la puerta cayendo acaba y un silencio profundo llena el lugar, permanezco con una rodilla en el piso y escucho atenta, cierro mis ojos concentrandome en agudizar mi oído, es cuando escucho claramente el ruido del metal, el seguro siendo retirado de un arma. Also la vista y con ella mis armas, empiezo a disparar en dirección donde escuche ese pequeño chazquido del metal, mis disparos despiertan todas las armas de mi alrededor. Las balas empiezan a fluir por todos lados, pasan tanto por enfrente como por detrás de mí, zumbando tan cerca que casi siento que me rozan. Los ángeles y los demonios empiezan a entrar y con ellos Miller y Demon respaldandome, me quedo contra un sillón recargando mis pistolas, mientras Demon sujeta la puerta de metal como si fuera una representación abstracta de lo que paso hace meses.
-Voy al sótano... (me dice y toma la puerta para cubrirse de los disparos)
Asiento con la cabeza y sigo disparando, atinandole a todo aquel que se le ocurre quedar sin covertura, pero con la presencia de los demonios y los ángeles esto se está volviendo más fácil, ellos están acabando con todos sin chistar, es muy raro aquel que es herido y muerto, deshaciendose en el aire entre olor azufre, plumas y luz. Volteo a ver a Miller quien disfruta del show. Empiezo a inspeccionar el lugar, es idéntico a la primer cabaña, la localización de las puertas, las escaleras, los muebles, todo es igual. Siento una angustia en el pecho que crece con forme el tiempo pasa. Veo hacia la puerta que lleva al estudio y estoy tentada a probar suerte así que mientras controlan el fuego enemigo yo camino hacia ella con curiosidad, sigo escuchando los balazos, pero cada vez son menos y más tenues.
Cuando llego, guardo una de las pistolas y me quedo con "Sally" en la mano, abro la puerta lentamente, veo hacia todos lados con precaución, entro despacio y como si fuera una broma de mal gusto alguien se abalanza contra mí, me apunta con su arma y cuando la detona alcanzo a esquivar el proyectil, pero este hiere mi mejilla, no tan profundo como aquella vez, pero empieza a sangrar, siento como el líquido caliente empieza a brotar de mi piel, cayendo por mi cuello. Sujeto su mano armada y y la desvío hacia arriba, este vuelve a disparar y apoyo mi arma en su abdomen mientras lo empujo contra la pared.
-Para... para... (me ve fijamente) eres un inquisidor... (me dice viendome fijamente a los ojos)
-No soy un inquisidor... (le digo casi en un susurro)
-¿No? tus ojos dicen lo contrario... (me lo dice mientras me quedo pensando en sus palabras) baja el arma, cierra la puerta y hablamos... por tu expresión quieres respuestas... (me dice con una sonrisa en los labios)
-Y ¿qué me asegura que no es una trampa y me matarás? (le pregunto levantando las cejas) después de todo ya lo intentaste una vez... (le muestro mi mejilla herida)
-Por que yo no soy como los que te acompañan... soy un guardian, no un ladrón... guardo conocimiento... piensalo, tienes muchas dudas y queda poco tiempo... tendrás que decidir (me sonríe seguro de que aceptaré... y efectivamente, él maldito tiene razón)
Me alejo, separo lentamente el arma de su estómago y doy un par de pasos hacia atrás mientras el levanta las manos, lentamente tira su arma en el piso y la patea hacia mi dandole un voto de confianza. Guardo mi pistola en su funda y cierro la puerta sin quitarle los ojos de encima.
-Bien señorita inquisidor... ¿por lo menos sabe que está buscando? (me pregunta con una sonrisa en sus labios)
-No soy un inquisidor... (le respondo secamente)
-El pupilente se te movió... (me ve divertido) supongo que al disparar mi bala... lo siento... (empiezo a cerrar y abrir el ojo intentando colocarlo en su lugar) tienes el don del cielo y del infierno...¿Dónde está tu arma inquisidor? no deberías de usar simples y vulgares pistolas...
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Editado: 18.01.2020