Desde que me dicen Dorge

-

    Varios años después, ya nuestra Voz caminaba por la casa con sus pies de patito, incluso más que nosotros, hasta más que el viejo Bruno.

     Yo dominaba el lenguaje de señas como si siempre lo hubiera usado y, como me gustaba mucho, prefería eso o los poemas que hablar.

    En casa no se escuchaban palabras, salvo las de nuestra Voz, de vez en cuando. En un tiempo donde estuvimos especialmente callados, los vecinos me llamaron al teléfono para preguntar:

      Vecino, ¿cuándo van a volver de sus vacaciones? ¿Por qué no nos avisó?

 



#6527 en Otros
#1939 en Relatos cortos
#5599 en Fantasía
#1231 en Magia

En el texto hay: magia, infantil, familia con magia

Editado: 16.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.