Deseos en vida

Capítulo 12

Luego de aquella noche, el transcurso de la semana resultó en lo más tenso para mí, estaba total pendiente de que no llegara de nuevo y ponga un pie en mi nuevo hogar, mientras que mi madre tan solo se encerraba en su habitación, tampoco tenía un trabajo fijo por lo que dependíamos en gran medida del apoyo de mi padre para poder pagar el arriendo. A la semana siguiente mi abuela de parte de papá le ofreció trabajar para ella ya que su casa era bastante grande y necesitaba obligatoriamente de una limpieza constante.

“Es un buen comienzo, ¿No?”

Sin importar cómo o cuando, lo que realmente importa es…

 Empezar.

Ella toda esa semana se dedicó a trabajar para mi abuela, mientras que yo hacía todo lo que podía en el colegio para no volver a repetir mi error del año pasado, está vez seria verdaderamente fuerte y me dedicaré de lleno al estudio.

“Quiero verla feliz”

Es lo que me repetía constantemente…

“Quiero que vuelva”

Decirlo me hacía tener una motivación…

“Quiero que se fije en mí y se olvide de él”

Me hacía querer avanzar…

“Siéntete orgullosa de mí, Mamá”

Un viernes por la noche cuando volvía del colegio, sentí un pequeño escalofrió en el cuerpo, tenía un mal presentimiento y no era para menos, ya que al regresar mi mirada disimuladamente hacia atrás, me fijé a lo lejos una moto. La reconocí de inmediato, era él sin duda, esa pesadilla que no me deja soñar en paz, ¿Cuánto tiempo más vas a perseguir nuestra sombra?, yo ya no… lo soportaba más.

–Esto debe acabar.

Al día siguiente por la mañana estuve de visita en casa de mi abuela de parte de mamá, le conversé lo sucedido de aquella noche y lo de que recientemente siento que nos está constantemente vigilando. Esto obviamente la indignó muchísimo y también, fue el momento perfecto para decirme que ese sujeto tiene puesto una orden de alejamiento, por lo cual no podía estar cerca de nosotros ni de chiste, así que, fue en ese momento que ella y yo decidimos… ir a confrontarlo y ponerle un fin a esto de una vez por todas.

Tomamos un bus y nos dirigimos rápidamente hacia donde era mi antiguo hogar, ya que ese señor seguía viviendo en ese lugar. Al llegar mi cuerpo entero empezó a temblar y mis nervios comenzaron a surgir de una manera nunca antes vista, tanto fue así que me tuve que parar un momento bajo un árbol a respirar profundo y pensar bien lo que iba a decir, incluso mi abuela estaba dudosa de esto, pero con el coraje suficiente para ayudarme a ponerle un completo fin a esta pesadilla.

–Bien, vamos a buscarlo– Fue lo que dije dando un paso al frente.

No sé si las casualidades existen, pero en el momento que decidí ir a confrontarlo, fue cuando este mismo se me apareció de frente, él tenía la mirada sumamente fija hacia otro lugar, parecía que tan solo salía a comprar algo a la tienda, mientras que yo empecé a sudar frio y el nudo que se formó en mi garganta fue tan grande que las palabras no me salían, ¿Acaso es una prueba?, ¿Todo o nada?

“La vida puede llegar a ser muy cruel. Pensar que me pondría en una situación así tan pronto como dije que lo haría”

“Que locura”

“Es como si me dijeras, toma la oportunidad”

“O déjala ir”

–¡¡Oye!!

“Sin duda alguna… la tomaré”

Aquellos ojos los cuales se dirigieron a mi hicieron que sintiera terror absoluto, esa mirada tan fija y aterradora tan solo hacía que quisiera salir corriendo por mi vida, pero ya no podía seguir acobardándome por más tiempo, si no lo hacía yo ¿Quién más lo hará?, yo le di la confianza cuando llegó, así que es momento de yo mismo ponerle un punto final a todo aquello que empezó por culpa mía.

–¡¡Será mejor que no se te ocurra volver!! – Grité mostrándole la orden de alejamiento que me proporcionó mi abuela –¡¡Vuelves a aparecerte en mi casa y te juro que hago que te vuelvan a meter en prisión!!

El completamente sorprendido se me quedó observando muy fijamente, mientras que mi abuela en un miedo por lo que podría ocurrir, llamó a la policía con el motivo de hablar sobre la situación, ya que no podía ser posible que teniendo esa orden de alejamiento se esté acercando a mi madre y más encima rondar la zona para ver lo que hacemos.

Mientras mi abuela estaba en plena llamada con el policía, él salió corriendo con el rabo entre las piernas en busca de su moto ya que sabía que había violado por completo la orden de alejamiento y eso le podía meter en serios problemas. Desesperadamente mi abuela y yo corrimos para detenerlo y evitar que se fuera, pero entre insultos y gritos, alcanzó a irse a toda velocidad de la casa a quien sabe dónde. Estaba más que claro que sintió terror, después de todo si no fuese por mi madre, el aun estaría bajo las rejas y si esta vez volvía ahí, me iba a asegurar completamente de que no salga jamás.

–Se fue– Dije observando la carretera de pie con la hoja completamente arrugada –Se fue…– Dije respirando agitadamente –Se… fue– Volví a decir con unas incontrolables ganas de llorar –¿Por fin se fue?

La policía nunca llegó debido a que ni siquiera le llegamos a dar indicaciones de donde ir, así que lo dejamos así. Caminé junto a mi abuela hacia la tienda más cercana para comprar un poco de agua, luego de eso nos miramos fijamente y simplemente…

Nos reímos.

No podía dejar de reír y ella tampoco, estábamos completamente rojos, agitados, asustados, temerosos, sin embargo, estábamos sumamente aliviados, es como si de alguna manera nos hayamos deshecho de un peso en los hombros que, por mucho tiempo no nos dejaba en paz, ¿Ahora puedo respirar?, deseaba que sí.



#10416 en Otros
#970 en No ficción

En el texto hay: abuso, autosuperacion, experiencias reales

Editado: 25.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.