La cena entre mi padre y yo fue silenciosa y poco cómoda, siempre es así, a veces no hay diferencia cuando comía sin su compañía, es como si no estuviese. Por primera vez quiero intentar cambiar el frío ambiente entre nosotros, ¿qué puedo decirle? Pensé por un largo tiempo hasta que una pregunta cruzó por mi mente:
―Eddie me dijo que existen otros tipos de vampiros, ¿no es así?
Él levantó la mirada con el ceño fruncido, no es que estuviese enojado, esa es su cara pensativa, aunque le parezca aterradora aquel que nunca ha convivido con él, tanto que en el pasado me preguntaban si mi padre era agresivo conmigo, más bien es muy sereno, es extraño oírlo gritar por descontento que dando una orden a los cadetes.
―Sí, son cinco, ¿por qué preguntas?
―Tengo curiosidad, toda mi vida pensé que solo existían dos clases, ¿me podrías explicar cada una?
Arqueó una ceja ante mi pregunta y pareció dudar por un buen instante.
―Los vampiros están divididos por escalas al igual que la AC; la primera escala y la más importante: son los vampiros Ancestros ―. Mi piel se erizó, no me imaginé que tengo que servirle a un miembro de la primera escala― Los Ancestros son los únicos con la capacidad de convertir a un ser humano en vampiro, también es la clase más respetada. En la segunda: están los Puros o Aristócratas (como a ellos les agrada que le llamen), ya sabes su función. La tercera: son los Nobles, son los únicos que pueden beber sangre animal para sustituir la humana.
―Vaya, ¿de verdad? ― No me puedo creer que existan vampiros que beben sangre animal.
―Sí, aunque se ven mucho más de esos en países latinos, ya que surgieron en México, es poco común verlos por aquí. La cuarta escala: son los Sirvientes o Siervos, ya sabes que solo se alimentan de la sangre de un Puro, aunque también de un Ancestro. La quinta escala: son los Híbridos.
―¿Existen híbridos?, ¿de qué?, ¿entre una escala con otra?
Mi padre negó.
―Son entre un vampiro y un humano.
Casi se me va el aire de los pulmones al escuchar aquello, una sensación de asco se apoderó de mí, es cierto que la gran mayoría de los vampiros son guapos, ¿pero que hayan humanos dispuestos a relacionarse con ellos sabiendo lo hostiles que son?, no me cabe en la cabeza, es casi imposible que un vampiro pueda tener hijos con un ser humano.
―¿Los vampiros no eran estériles para los humanos? ―pregunté sin disimular mi asombro.
―Se ha confirmado en que hay un 20% de probabilidad de que un vampiro deje embarazada a una mujer humana, y un 15% de un hombre humano a una vampiresa, son porcentajes bajos, pero no imposibles de lograr.
Me parece lo más asqueroso que he escuchado, ¿vampiros reproduciéndose con seres humanos?, ¿están mal de la cabeza?
―Me imagino que los híbridos nacen con un déficit.
―No estoy completamente seguro de ello, el caso más conocido es el de Vladimir Townsend, todos los del AC y lo vampiros saben que tuvo un amorío con una humana, aunque sabemos que solo quería aprovecharse de ella.
Mi asco por los vampiros aumentó ese día.
[…]
Al día siguiente, las clases transcurrieron con normalidad, no pude dejar de pensar sobre las clases de vampiros, los que más me impactaron fueron los de la primera escala y la última; la primera, por ser creadores de otros vampiros; y la última, por ser el resultado entre un humano y un monstruo sediento de sangre, deberíamos ser incompatibles. Otro tema que no he dejado de pensar es el contrato, lo pude leer ayer en mi habitación, a simple vista, se ve bien con respecto al tema de mi seguridad, sin embargo, tengo que permanecer en esa mansión en una duración larga y poco específica, tendría que consultar a Max para poder entender ese contrato tan enrevesado: por una parte, entiendo que me quedaré por semanas, por otra me indica que son meses.
Mis reflexiones no me dejan concentrarme por completo, a veces no tomo apuntes por un buen tiempo, para después retomarlos cuando me siento más que perdida. No quiero resaltar mis apuntes: cada vez que lo intento, la mano me empieza a temblar y termino por hacer un desastre; quisiera poder tener un resaltado como el anónimo de letra bonita.
―Mierda ―bisbiseo al ver que mi lapicero arrojó mucha tinta en una letra, no lo toqué para no maximizar el desastre.
Me doy cuenta de que el cartucho de tinta se dañó gracias a la transparencia de mi bolígrafo, «debí de traer el de repuesto» me reprendí. Sentí un tacto tan helado en mi espalda que me hace voltear, me encuentro con los ojos azules de Olympia, quien me extiende su bolígrafo y dice:
―Puedes usar el mío, no lo necesito.
Me quedé con la boca abierta y sin palabras, no puedo hacer una escena en el aula solo porque Olympia me ofrece su bolígrafo caro; detesto a los vampiros, pero por lo menos tengo el raciocinio para no actuar como una completa imbécil delante de mis compañeros. Sonreí de forma forzada y recibí su lapicero sin tocar sus dedos.
―Gracias ―murmuré.
Ella también sonrió, pero se vio tan sincera esa sonrisa que me quedé casi en piedra. Qué buena actriz.
Volví a centrarme en hacer mis apuntes, me siento extraña con una pluma tan cara en mi mano, aunque cambio de opinión al escribir con ella, creo que mi letra se ve bonita, no excedía la tinta y se seca rápido, tengo que comprar uno algún día, espero no ser tacaña cuando vea el precio. Me concentré por la emoción de usar el bolígrafo, a pesar de que no me pertenece, quise anotar hasta el dato más insignificante. Escuché una pequeña risa detrás, ¿por qué se ríe? Tal vez por mi emoción infantil y patética.
Más tarde, tuvimos clases de Educación Física, me cambié el uniforme y nos preparamos para participar, a excepción de Townsend, ya que el sistema educativo considera injusto en colocar a un vampiro en un equipo deportivo, porque tienen ventajas que les otorga su condición. Por otro lado, mi condición física no es la mejor en estos momentos, ya que me descuidé desde que fui a la mansión Diabelle, me canso con más facilidad que antes, pero por lo menos pude aguantar algo hasta que se terminó la clase.