Desperté Queriendo Soñarte

Capitulo 18


Clara Allen 

Canto en voz baja mientras Xan se mantiene detrás del volante, en sus labios una sonrisa que no se le ha borrado desde la victoria de ayer. Sus ojos poseen un brillo que muy pocas veces he visto y es algo que me gusta. El rubio deja caer una de sus manos para dejarla sobre la mía. Me da una rápida mirada antes de volver su atención al camino. Dios, no puedo creer que de verdad este pasando, que en serio estoy enamorada de este chico al cual en otras circunstancias no le habría dado ni la hora. 

Delanie no lo entiende, jamás lo entenderá hasta que ella, en carne propia lo viva. Y tengo mis sospechas puestas en algo, pero no quiero ser metiche ni mucho menos incomodar a alguien. No dejo de repetirme una y otra vez que las cosas pasan por algo así que no debo sentirme mal por estar con Xan ahora, ambos nos hemos demostrado cariño en este tiempo y sí, jamás dejaré de recordar el error que cometió, pero tampoco pienso reprochárselo cada tres segundos, ya se arrepintió, y disculpó, no puedo pedirle más. El auto se detiene y el rubio comienza a arreglar su camisa y cabello. Ambos bajamos y la brisa nocturna impacta contra mis brazos desnudos, debí traer una chaqueta. 

Miro el escenario frente a nosotros, una casa llena de personas con individuos fuera de ella jugando, gritando y el sonido constante de la alta música proveniente de su interior, hay coches estacionados en toda la calle, personas pasan a nuestro lado y reconozco muchos rostros de nuestro instituto, el de Rose Procter y sus amigas, por ejemplo, la cual me tropieza a propósito. Tomo la mano de Xan cuando veo sus intenciones de reclamarle a la chica. Muevo mi cabeza en negación, lo menos que quiero es que cree un escándalo por una inmadurez como esta. 

—Vamos a dentro—Propone entrelazando nuestras manos 

El interior de la que alguna vez fue una casa es toda una locura, hay luces de colores que parpadean de vez en vez haciendo un efecto de cámara lenta que me hace doler la cabeza al tratar de por terquedad querer ver lo que se oculta. El olor a alcohol llena cada rincón de este sitio y las personas en la que parece ser la sala se encuentran bailando y disfrutando de la fiesta. 

—¿Pero a quien tenemos aquí?—Un moreno de ojos miel se acerca a nosotros antes de chocar el puño con Xan, lo reconozco es el corredor de los  Lead sharks—Como dice la canción mi hermano—Abraza a Xan por los hombros ocasionando que le rubio me suelte—¡Hoy se bebe, hoy se gasta…! 

Su dominio del español es muy bueno lo que me hace arrugar las cejas y tratar de detallarlo más, pero como ya dije las luces de este lugar me lo impiden, solo consigo marearme. 

—¡Campeón, de campeones!—Un segundo chico, castaño y más alto se une a ellos abrazándose con animados—Mínimo me embriago hoy por lo que resta del año 

Los tres chicos explotan en risas mientras siguen bromeando de cosas referentes al juego y la victoria que se llevaron. Junto mis manos frente a mí sintiéndome incomoda y excluida, como si no encajara con esta ropa ajustada, mi cabello suelto y alisado, el maquillaje y los aretes. Quise traer a Delanie, incluso la busque luego de que acabara el partido, pero ya se había marchado, he llamado y enviado tantos mensajes como mi plan me lo permite, pero no tengo respuesta y creo saber el porqué. 

Dentro de poco se cumplirá un año de la noticia que revolucionó su mundo, no veo raro que se quiera aislar más de lo que acostumbraba a hacer antes, pero ni loca se libra de mí, porque hay voy a estar quiera o no, dejándola quebrarse para luego ayudarla a unirse como siempre hemos hecho la una con la otra. 

—Clara,—Me acerco a Xan con una tímida sonrisa, el par de chicos sigue junto a él—Ellos son Ed—Señala al castaño que me sonríe como saludo—Y Max—El moreno extiende su mano para que la estreche—Chicos, ella es mi novia 

Los rostros llenos de sorpresa no se hacen esperar por parte de los dos chicos, y es cuestión de segundos para que comiencen a bromear acerca de ello. Y el bombardeo efusivo de mi corazón al escuchar cómo me llamo no me pasa desapercibido, aún no me acostumbro al término. 

—Y yo que creí que Xan sería el tipo de amigo soltero y borracho que se queda dormido en la silla—Se burla el moreno 

—Algo así como el Higgins de nuestra generación—Secunda Ed, ocasionando que frunza el ceño porque no entendí a qué se refiere lo cual él capta y agradezco que explique:—Ya sabes, de la película son como niños, se reúnen viejos amigos de la infancia y la mayoría ya tiene esposas e hijos, pero uno de ellos Higgins—Señala a Xan que vuelca los ojos divertido—Es un mujeriego aún que vive la vida loca embriagándose sin responsabilidades que asumir. 

Asiento 

—Creo que ya sé cuál es, Adam Sandler la protagoniza ¿No? 

El castaño me aplaude 

—Adoro a esta chica—Le hace saber a sus amigos y de pronto se planta frente a mí tomando una de mis manos entre las suyas y conectando su mirada a la mía haciéndome sentir extremadamente incomoda—Tienes mi bendición para convertir a Higgins en un Feyder 

Parpadeo mirando a Xan de reojo, este chico es raro 

—Bien, suficiente, aléjate—El rubio se mete entre ambos tomándome de la cintura 

—Que aguafiestas, Butler—Se ríe Ed junto al moreno 

—Vamos a beber mejor, señorita ¿Le importa si le robamos a su novio un rato?—Cuestiona Max, pero me interrumpe antes de poder alegar algo—Eso creí, gracias y ¡Disfruta la fiesta! 

De un tirón se llevan a Xan el cual me lanza una mirada de advertencia, dejándome sola sin nadie conocido alrededor y con un sentimiento de desprotección acechándome, me muevo por el lugar tratando de no parecer una psicópata que solo observa a todos en silencio, me ofrecen bebidas en el camino, todas con alcohol, las rechazo con amabilidad, un grupo de chicos me invitan a bailar con ellos y solo pienso en la reacción que podría tener Xan así que me limito a negar con la cabeza. 

Lo menos que quiero es crear un show solo por no saber comportarme, encuentro un sillón en un rincón y tomo asiento en él, desde mi lugar puedo ver como se desata la fiesta y lo que creí seria entretenido en realidad no es más que una completa aburrición. Bostezo después de no sé cuantos minutos de estar sentada sin ninguna distracción, intento marcarle a Delanie para saber qué hace, pero se va al buzón al primer intento, aun así, le dejo un mensaje diciéndole lo que está pasando, recuerdo que tenía la costumbre de poner el móvil en modo avión por lo que las llamadas no entraban, pero al estar conectada al wifi los mensajes de la red social sí. 

Breathing de Anne Marie se toma el lugar por lo que me atrevo a cantarla mirando a la nada, de pronto, a lo lejos reconozco a una persona haciendo que una punzada de culpa me atraviese el estómago. Blake, con una lata de cerveza en su mano, lo miro mientras él juega con el aro en su labio. Ruedo mi labio inferior dentro de mi boca y aparto la vista… No entiendo porque me estoy sintiendo como lo hago, luego de lo del cine todo fue confuso, me aterré, sé perfectamente que Blake gusta de mí y aun así lo bese ese día, sin saber por qué, me comporte como una tonta y el que luego de eso haya hecho oficial mi relación con Xan solo complicó las cosas ya que cada vez que trato de acercarme a Blake, cada vez que quiero pedirle una disculpa o solo dejarle claro que mis intenciones con él nunca fueron malas, se aleja. 

Ríe con un grupo de chicos, una morena le toma el antebrazo inclinándose para susurrarle algo al oído que lo hace fruncir el ceño antes de mirarla de una manera que se podría interpretar de muchas maneras, pero creo que la más adecuada sería; sagaz. Recorro el lugar con la mirada buscando al rubio que me dejó tirada en este lugar como si fuese un cero a la izquierda. No lo veo, pero sí encuentro a Max y Ed los cuales están cerca de las escaleras jugando a quien vacía su vaso primero mientras una bola de personas los anima eufóricos, de pronto me siento estúpida, ahí sentada como alguien que no puede pensar por sí misma. Me pongo de pie y camino hacia el tumulto donde se encuentran los amigos de mi novio. 

—¡Hey!—Saluda Ed cuando lo halo de la manga de su camisa 

—¿Y Xan?—Pregunto 

Sus ojos recorren el lugar de la misma forma que yo lo hice hace algunos minutos, parpadea un par de veces antes de mirarme 

—Juro que hace un segundo estaba aquí—Lo veo llamar al moreno, el cual camina con paso seguro, y dos latas de cerveza en sus manos, a nuestra dirección—Max, ¿Dónde se metió el estúpido, Higgins? 

Max me mira unos segundos con detenimiento antes de acercar una de sus manos en mi dirección ofreciéndome una lata de cerveza 

—No tiene ninguna otra sustancia que no sea la que tiene escrita la lata—Asegura, frunzo el ceño por su evasión del tema—Y no te preocupes por tu novio, recibió una llamada de su madre y la está atendiendo en el patio trasero, mejor quédate con nosotros hasta que vuelva… 

Examino a Ed quien mira a Max con los ojos entrecerrados, pero cuando se percata de mi mirada sobre él sonríe. 

—Juega con nosotros, Clara—Anima el castaño alzando su cerveza—Quien la terminé primero gana 

Niego con mi cabeza, lo menos que quiero ahora es jugar a tal cosa cuando algo no me termina de cerrar. Max insiste en que juegue con ellos a vaciar el contenido de la lata y la verdad no sé cómo le hacen, pero termino llevándome la lata a los labios al mismo tiempo que el par de chicos, mientras otro montón de gente anima a su preferido. Estallo en gritos cuando logro ganarles haciendo que frunzan el ceño y refunfuñen. Que mal perdedores. 

—Pueden escribir en sus currículos que una chica de dieciocho les pateo el trasero jugando algo tan absurdo como esto—Río 

—Pido la revancha, empecé tarde—Resopla Ed 

Bufo negándome a seguir con el juego, Xan se está tardando en hablar con su madre. Me alejo de los chicos en busca del rubio, pero la verdad es que no tengo ni la más mínima idea de donde puede estar, la casa es inmensa y no conozco la salida trasera, me concentro en buscar la puerta por la que entramos, pero las luces parpadeantes me desconcentran. Camino sin rumbo aparente en busca del imbécil de mi novio. No lo consigo, pero lo que sí consigo es al castaño que conecta el gris de sus ojos con los míos. 

Blake… 

Me mira con detenimiento, observa a mi alrededor como si buscará a alguien más, mueve su botella en mi dirección como si brindará a la distancia conmigo lo que me toma por sorpresa porque se supone que me estaba ignorando, creo que no soy la única que envía señales confusas a otros. Junto mis manos y despacio me acerco, esta solo aparentemente, con la espalda recostada de una mesa de billar, se lleva la botella a los labios y bebe del contenido de esta cuando me posiciono a su lado copiando su postura. 

—Si vas a empezar con un “Perdóname” o “Soy una tonta” olvídalo—Interrumpe—No hace falta, déjalo ser, déjalo fluir. 

Lo miro ceñuda, ¿Está ebrio? 

—Todos creen que cometiste un desliz, impulso, error o como le quieran llamar—Sigue—, pero ambos sabemos que no es así. Eres libre de hacer lo que quieras Clara, besarte con quien quieras sin temer en las consecuencias. Me tomó un poco entenderlo, pero, la vida te puso frente a mí en el momento menos indicado y en el lugar más apropiado 

Lo observo, su mirada está perdida en la fiesta y las personas que le dan vida, el perfil de este chico es cautivador, porque, aunque Blake no sea como esos chicos de películas, musculosos y atractivos sexuales, debo admitir que tiene lo suyo, un porte seguro, un sentido del humor único y cuando se lo propone puede llegar a ser un bad boy, sí de esos moja bragas. Muerdo mi labio inferior mientras él se cruza de brazos sin verme. 

—Aun así, no quita que haya sido una estúpida—Suelto, y es en ese instante que sus ojos se funden en los míos—Ambos sabíamos que habían límites, yo más que tú, pero, de igual manera lo hicimos… 

Él asiente y las comisuras de sus labios tiran formando una sonrisa taimada y una chispa se apodera del gris de sus ojos, su cabello esta rebelde, tanto como él, y siento la necesidad de pasar mi mano por este. Aparto mis pensamientos. 

—No me mires así, Clara Allen—Susurra inclinándose en mi dirección, invadiendo un poco mi espacio y cortándome la respiración en segundos 

—No te veo de ninguna forma—Logro articular, pero de nuevo sus labios crean esa sonrisa que me confunde—Solo quería que supieras que estoy apenada y muy arrepentida 

Alza una de sus cejas antes de separarse y empinarse la botella nuevamente y me maldigo por perderme en esa simple acción tan trivial. Muerdo mi lengua desviando la mirada 

—Todo está bien, Clara—Se encoje de hombros—Pero yo no me arrepiento.—Vuelve a inclinarse y agradezco que el lugar este a oscuras para que no vea el carmesí que se apoderó de mis mejillas y cuello—Y justo ahora quiero repetir—Su aliento impacta contra mis labios los cuales se entreabren mientras él acerca cada vez más su rostro y me es difícil no fijarme en sus labios y sus ojos, cierro los míos por intuición esperando el choque que nunca llega, al contrario, Blake me sonríe antes de soltar:—Tienes novio, pequeña traviesa 

Parpadeo un par de veces viéndolo partir en una dirección desconocida, ¿Qué acaba de pasar? Paso una mano por mi rostro y  antes de comenzar a caminar en la dirección contraria. 

—¿Dónde estabas?—Doy un salto cuando una mano se enrosca en mi muñeca tomándome por sorpresa; Xan 

Muevo mi cabeza tratando de aclarar mis pensamientos, no funciona. 

—¡Clara! 

Espabilo, Xan ha repetido la pregunta varias veces, debo parecer drogada o algo así. 

—Fui… al baño, pero me perdí—Miento, mientras que él me mira con ojos entornados, lo tomo de la mano—¿Qué quería tu madre? 

—¿Ah? 

Es mi turno de mirarlo con ojos entrecerrados 

—Ed dijo que… 

—¡Oh sí! cosas de siempre, ya sabes, pórtate bien, ¿Dónde y con quién estas? 

Asiento poco convencida, pero dejando el tema de lado, solo quiero quitarme el par de ojos grises de la mente por lo que resta de la noche…



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En el texto hay: novela juvenil, amigos y amor

Editado: 20.12.2021

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