Despierta, Kira.

Veintiséis

He estado analizando mucho mi último sueño. Me planteé la posibilidad de que realmente eras tú pidiéndome que te deje ir y continúe con mi vida, y me pregunté cuál sería la mayor muestra de amor hacia ti.

Imaginé la situación a la inversa, donde quien te pide que continúes con tu vida soy yo y quien debe decidir si dejarme ir eres tú. A mí no me gustaría que tu vida se estancara por esperarme a mí; querría que siguieras adelante y lograras cumplir tus mayores metas y sueños. Desde esa perspectiva, entendería tu pedido de que te soltara.

El asunto es que, desde mi punto de vista, dejarte ir implica también dejar ir a todos mis sueños y metas, porque todo mi futuro había sido planeado para que tú estuvieras en él. No estoy listo para despedirme de ti, Kira. No estoy listo para renunciar a la vida que soñamos tener.

Sé que quizás es un gesto egoísta de mi parte; tanto hacia ti como para mí. Estoy impidiéndote irte y a mí, seguir.

Esta tarde hablé con Evelyn.

Tu hermana tuvo un sueño similar al que había tenido yo, donde tú le pedías que continuara con su vida y se enfocara en las grandes metas que tiene por cumplir. Ambos llegamos a una misma conclusión: realmente te estás despidiendo y quieres que te dejemos ir.

Evelyn lo entendió, y con un dolor que no logra explicar en palabras, aceptó tu partida si sientes que ya no tienes fuerzas para luchar.

Tu familia cree que no te irás hasta que todos hayamos aceptado que ha llegado tu momento de descansar. Todos ellos lo han hecho; ya sabes cómo son sus creencias y cuánto veneran este tipo de señales y sueños místicos.

Yo no puedo dejarte ir, porque entonces una vez que yo lo haga, tú te irás. No quiero ser yo quien dé fin a esta pelea. Pero tampoco me atrevo a ser yo la razón que te retiene; no quiero ser quien te obligue a seguir peleando por algo que tú ya has aceptado renunciar.

Hace un rato recordé el día que vimos la película de Los Fantasmas de Scrooge por primera vez. Tú decías que los fantasmas te mostrarían tu vida conmigo a lo largo de los años, y que todos serían momentos felices. Luego recordé mi sueño.

¿Realmente eras tú? La que hizo que soñara eso, ¿Eras tú?

Probablemente ya esté imaginando demasiado, pero tal vez sea verdad. Aunque sería contradictorio el mensaje de tu sueño.

¿Quieres que te deje ir, o que aún mantenga la esperanza?

Son muchas cosas en qué pensar. Ya no sé si despedirme deseando que despiertes, o simplemente queriendo que puedas ser libre y estar en paz.

Lo único que sé es que te amo y extraño.

Despierta, Kira… o descansa.

 




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