Cómo cuando has armado un rompecabezas de mil piezas y levantas la mesa para dejarlo caer lentamente, mi mundo de desmoronó.
Perdí el interés en salir. Dejé de hablar con mis amigos y me volví hermética.
A veces simplemente no comía. No me importaba.
No soportaba que mi madre se hubiera ido, fallecer de tal manera, en un accidente de auto, fue tan trágico para mi padre, mi hermana de apenas 7 años, pero sobre todo para mí. No era solo mi madre, era mi amiga, mi guardaespaldas, mi todo. Cuando la vi partir, jamás hubiera adivinado que, al alejarse en aquel coche, para dirigirse a su trabajo, se alejaría mi vida.
José Carlos, mi padre, un hombre trabajador, amoroso, sencillo y sin prejuicios hizo todo lo posible para que no nos faltara nada a mi hermana y a mí. El me ayudo a superar la muerte de mi madre, recuerdo una vez que me dijo.
-Deja que se vayan, Lizzy –dijo mi padre
- ¿Quiénes?
- ¡Tus lagrimas! A veces son tantas que sientes que te ahogas en ellas, pero no es así.
- ¿Crees que un día dejaré de llorar?
- ¡Claro! –respondió él con un sonrisa-. Las lágrimas no se quedan mucho tiempo, cumplen su trabajo y luego se van.
- ¿Y qué trabajo cumplen? –pregunté curiosa.
- ¡Son agua, Lizzy! Limpian, aclaran…Como la lluvia. Todo se ve distinto después que cae la lluvia
Dejé de llorar ese día, solo la recordaría con alegría, mejoré en el colegio, mi padre siguió invirtiendo mucho en nuestros estudios, yo estaba terminando la secundaria, mientras mi hermana estaba terminada la primaria, mi padre me recomendó estudiar algo que me gustara algo que me hiciera sentir feliz, pero... ¿Que estudiar?.
Me decidí por la carrera de contadora ya que tendría el conocimiento para manejar los recursos de la empresa y planificar las proyecciones para la toma de decisiones, al decidirme por esta carrera me esforcé el 120% en estudiar, trabajar durante las tardes en un restaurante, ayudar a mi padre con los gastos de mi hermana y de la casa.
Durante mi estadía en la universidad hice muchos amigos: amables, engreídos, estudiosos. Uno de mis mejores amigos era Alex, un chico de 1.90, con cabello ondulado y varias pecas que adornaban su rostro, como estrellas en el cielo y que hablar de su personalidad, era de esos chicos de padres ricos, pero que querían un reconocimiento por su propio esfuerzo, muy trabajador a pesar de no faltarle dinero. Terminé la universidad con honores, excelentes notas y diplomas, gracias al esfuerzo mi padre, ayudándome un poco con la universidad y a mi hermana que terminaba la secundaria. Mi padre ya una persona de 47 años, mi amigo y consejero, él me dijo que tenía que enamorarme, encontrar y elegir a la persona indicada, pero yo le dije que lo más importante es trabajar duro para tener estabilidad económica para que no nos falte nada.
Conseguí trabajo en una sucursal llamada Limé como administradora contable, mientras seguía con mis estudios para terminar mi maestría. Pasaron 6 años trabajando ahí y me elevaron al puesto de supervisora de finanzas. Los de la sucursal me trataron bien reconocían mi trabajo y eran amables y buenas personas todo estaba llendo bien pero sentía que me faltaba algo, que más necesitaba, no lo entendía, mi padre estaba sano, mi hermana menor estudiando su carrera ,no nos falta nada económicamente ,tengo un trabajo estable , pero me sentía vacía ,¿será que tengo que enamorarme? , pero en donde me enamoraría ,siempre pensé en trabajar , con quien estaría donde lo conocería ,no quería un patán ni un malcriado quería una persona al igual que yo amable y sobre todo trabajador y que a pesar de las dificultades le sonriera a la vida .
Tampoco sé que es el amor. Mi madre, cuando yo era pequeña, me contaba que el amor era la cosa más maravillosa del mundo y a la vez la más terrorífica, era algo extraño que te hacia suspirar sin darte cuenta, pensar en esa persona, que estará haciendo, que habrá comido, estará bien, no solo se ama por su belleza si no por sus acciones, Ella siempre decía que el secreto de la vida era: Las personas cambian a las personas y las cambiaban con sus acciones. Que cuando sea grande lo entendería y ya estaría enamorada sin darme cuenta.
Entonces sucedió, una gran oportunidad la jefa de gestiones del desarrollo humano del consorcio de comercio de nuestra empresa, habló con mi jefe y pidió explícitamente una reunión conmigo, adjuntando que necesitaba saber quién era y para analizar mis habilidades en el campo laboral. Mi jefe me dijo que el jueves tendría una junta con ella misma, la señorita Ross, que era una persona amigable y trabajadora.
Tengo que admitir que estaba un poco nerviosa, lo cual casi nunca sucede siempre he sido firme con mis palabras y sincera, al menos lo he sido después de la muerte de mi madre. El miércoles, por la mañana, mi padre me dio un obsequio: era un bléiser azul y un pantalón gris de vestir, lo combine con una blusa blanca unos tacos de 5 centímetros y un regalo que me dio mi mejor amigo: una pulsera dorada. Salí dos horas antes de lo indicado, rápidamente pasó el tiempo y llegó la hora de la reunión.
-Pase usted -dijo la señorita Ross, con un tono de voz amigable. -
-Buenas tardes-le respondí-
-Iré al grano. La razón de esta reunión es para proponerle un ascenso teniendo en cuentas las buenas reseñas que tiene de su jefe que menciona: que usted es una persona muy trabajadora, optimista y confiable y es la mejor en su área él dice que tiene algo que la hace diferente del resto y la admira, por eso considero que usted tendría que trabajar directamente con nosotros y lo más pronto posible como gerente general.
-Ohh, Muchas gracias señorita Ross, pero tengo un compromiso con la sucursal LIME, mi contrato no termina hasta fin de mes, pero agradezco su oferta.
-No se preocupes usted señorita Miller, el jefe de su sección nos comentó con alegría, que si la razón de la reunión era para un ascenso u otra cosa que tenga que ver directamente con nosotros con gusto haría lo posible para que empieces ya mismo.
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jefe y empleada, romance primer amor cosas de la vida, el amor no se compra
Editado: 13.07.2021