Las manos de Amaranta temblaban mientras sostenía la de su amiga moribunda, a Keisy no le quedaba más tiempo los doctores habían dejado en claro que el cáncer se había ramificado por todo el cuerpo. Los ojos cristalizados de Amaranta observaron a una Keisy blanca como la nieve, el color rosa de sus mejillas había desaparecido pero sus labios conservavan una sonrisa dibujada por finas líneas pálidas, que antes solían ser labios rosados y carnosos.
_Ami no llores, pequeña.- entre cada palabra la joven Keisy daba una bocanada de aire. _ Estaré contigo aunque no me veas.
Los ojos de Amaranta derramaron gotita saladas, a su mente llegaron los mejores recuerdos de junto a su mejor amiga, las risas, caídas y peleas
_No quiero que te vayas Keisy, no quiero.- los ojos de la chica recostada en la cama dejaron caer lágrimas y por primera vez desde que la diagnosticaron, la sonrisa de Keisy dejó de hacerce presente.
La mano de la pálida chica se soltó de la de su amiga levantándose frente al rostro de Amaranta
_Prometo nunca apartarme de tu lado si tu nunca me olvidas.- el rostro de la chica estaba completamente serio y su entrcejo se mantenía fruncido. Amaranta elevó su mano y con su dedo menique cerró su promesa
_Jamás te olvidaré.
Las dos adolescentes de 14 años se mantenían llorando en silencio. La máquina junto a Keisy empezó a sonar, dando aviso de que su corazón estaba dejando de latir.
_KEISY NOO! POR FAVOR NO.- la niña fué aparatada del cuerpo sin vida de su amiga, frente a sus ojos los doctores estaban haciendo lo posible para reanimarla, fué imposible revivirla.
Amaranta no tiene ni idea del lío en el que se a metido, ni mucho menos del peligro que corre ahora