_Sé que no he estado con nadie mas desde que tu entraste a mi vida, fuiste el primero y el único que me a tocado, esta bien si no me crees de hecho, me vale mierda que no me creas. Necesito que desalojes mi departamento para mañana, no quiero nada tuyo allí.- la confusión aparece haciéndose visible en sus ojos, las venas de las sienes se marcan a cada lado de su cabeza.
El color blanco que es tan natural en él empieza a adquirir un tono rojizo de la hira
_No puedes, sabes que no puedes !Yo te mantengo¡ ¿Si no soy yo quién pagará ese departamento? Seguro estás pensando meter a tu amante en nuestra cama.- y ahí esta, aún sigue pensando que tengo un amante.
Desvío la mirada de su rostro y observo un punto fijo en la blanca pared. En menos de un minuto un fuerte golpe azota contra mi mejilla. Jhonas se a atrevido a pegarme. Mis manos automáticamente van al lugar donde aún arde, los ojos se me empiezan a llenar de lágrimas que no dejo salir, trato de sentarme recta sobre la cama para luego levantarme y sujetarme a esta.
_Eres un malnacido ¿Te crees muy valiente para pegarle a una mujer? Hazlo de nuevo y te juro que cortaré tu mano, pedazo de imbécil.- toma la mochila y el móvil que dejé a los pies de la cama y salgo tambaleante de la habitación, antes de salir miro sobre mi hombro._ necesito que tus cosas estén fuera de mí casa para mañana a primera hora, si no es así iré a la policía.- hago énfasis en la palabra Mí. Sus ojos tintinean en cólera y sus nudillos siguen igual de apretados, quizás mas.
Puedo escuchar como tira todo al piso, esbozo una pequeña sonrisa y trato de encontrar la salida de este enorme hospital.
Luego de preguntarle a dos enfermeras doy con la salida, a solo 6 metros el mismo doctor que dijo que posiblemente estoy embarazada aparece en mi campo visual seguido de la enfermera.
_Señorita, usted no puede irse aún.- pronuncia mientras me tiende su brazo para apoyarme, lo ignoro y sigo mi camino._ En la puerta de salida los guardias revisan que cada paciente tenga un acta donde se le permite al paciente retirarse.-
Suelto unas cuantas maldiciones al aire y observo la puerta, tiene razón, dos guardias piden el acta del alta. Doy media vuelta y me dirijo nuevamente al doctor
_Que sea rápido, necesito irme.- el doctor me da una respuesta moviendo su cabeza de arriba abajo dándome a entender que eso fué un sí.
Me indica que siga a la enfermera a su lado hasta un consultorio de triage, cada paso que doy me mareo aún mas pero no me apoyo a la señorita que me tiene su antebrazo. Al llegar me pide que me siente sobre la camilla y así lo hago, procede a hacerme unas preguntas de rutina para luego sacar una prueba de embarazo de su empaque.
_¿No se supone que debo orinar para poder usar esas pruebas?.- la enfermera me me mira con una pequeña sonrisa en los labios y niega con la cabeza. Se acerca a mi y pincha mi dedo con la punta de un alfiler, este venía dentro del paquete de la prueba.
Es molesto el piquete pero no doloroso; deja caer una gota de sangre en el agujero de la prueba y me pide que espere cinco minutos antes de que muestre el resultado.
_ y dime ¿Cómo lo tomó su novio? Supongo que bien ¿No?.- la observo con una evidente molestia y ella solo mira abajo avergonzada
_No lo tomó bien.- esas cuatro palabras fueron las únicas que pronuncié para luego tomar la prueba de sus manos y leer lo que arrojaba.
El pequeño objeto de plástico cae al suelo sin hacer sonido
Positiva
La enfermera me esta hablando pero para ser sincera no le presto atención, estoy en mi limbo personal.
Siento la mano de la señorita sobre mi hombre e inmediatamente la quito, ella me esta mirando con una evidente cara de preocupación
_¿Piensa abortar?.- su pregunta fué soltada sin ningún tipo de tacto al igual que sus siguientes frases_ también puede darlo en adopción, seguro allí encontrará una familia que lo ame.- la miro fijamente y acto seguido me paro buscamente de donde estoy sentada
_No pienso abortar a mí hijo, crecerá en mi vientre y cuando nazca será cuidado por su madre, o sea yo.- salgo del pequeño cuarto azotando la puerta tras de mi, lo último que escuché de la enfermera fué un disculpe
Nuevamente estoy frente a la puerta de salida con el acta que aprueba mi salida en mano, el doctor me la dió luego de verme en unos de los pasillos. El guardia frente a mi pide el papel y se lo entrego, el se asegura de que todo este bien y luego me deja salir.
No tengo auto y ya se esta haciendo de noche, rebusco en la mochila y tampoco traigo dinero.
A caminar Amaranta
Sé que este hospital esta por lo menos a media hora de mi casa, quizás en el camino logre que alguien me lleve. Coloco la mochila en mi espalda de nuevo pero antes, saco el teléfono móvil y marco al número de Aldahir, timbra pero no lo coje, trato de llamar al número de mi padre pero el móvil se apaga
Maldición
Mil manera de como torturar a Jhonas aparecen en mi cabeza, es su culpa, todo es su culpa. Dejo de pensar y emprendo mi camino hasta mi casa, en el del teléfono antes de apagarse mostraba las 6:50 de la tarde, sé que aún quedan por lo menos hora y media de sol.
Llevo caminando al rededor de 20 minutos, quedan unos 20 mas para llegar a mi casa. Doblo en la esquina de un viejo local llegando a un callejón, una vez pasé por aquí con un par de amigas para llegar mas rápido a mi casa. Siento que alguien empieza a seguirme y apresuro el paso, deben ser las 7:10 o 7:20 de la tarde; escucho los pasos cada vez mas cerca de mi, trato de caminar mas rápido pero el frío de Ucrania en invierno es horrible, parte de las calles están congeladas y podría caerme y lastimar a mi bebé.
Amaranta, Amaranta mírame
Paro en seco y observo a todos lados, no hay nadie...
No había nadie siguiéndome ni muchos menos había alguien cerca. Vuelvo a retomar mi camino y los pasos se hacen nuevamente presentes, los escucho cada vez mas cerca; empiezo a correr hacía la salida del callejón pero caigo sobre mis rodillas.