Cap. 1 ¿Qué fue de ellos?

Harry y Ron habían ido a hablar con Kingsley, y éste los había enviado directo a la Academia de Aurores por puro trámite, ya que ambos resultaron estar por encima del entrenamiento. De modo que comenzaron a trabajar en el departamento, casi de forma inmediata.

Harry y Ginny formalizaron su relación, pero Ginny casi pierde de nuevo el año escolar, porque para asombro de todos, el día del cumpleaños de Harry los chicos anunciaron que Ginny estaba embarazada. Aquella noticia cayó como una bomba sobre los presentes. Arthur y Molly que apenas estaban haciéndose a la idea de que Bill y Fleur esperaban su primer hijo, estaban mudos de asombro. Ron quiso atacar a Harry, pero Ginny se interpuso diciéndole que si lo hacía no la volvería a ver nunca más en su vida.

Finalmente habían aceptado el hecho, y gradualmente Ron fue haciéndose a la idea. McGonagall no había puesto objeciones, ya había pasado por aquello con Hermione, y aunque reprendió duramente a Harry, en realidad le emocionaba mucho la llegada de otro bebe, y más siendo éste el hijo de Harry y Ginny. El embarazo de Ginny había marchado sin contratiempos, pero el bebé que era esperado para febrero, se adelantó horrores y nació prematuramente en diciembre. Y quedó demostrado que aquel caballerito sería igual de intranquilo toda su vida, porque James Sirius Potter no era un niño, sino una catástrofe como solía decir su tío Ron.

Rápidamente el pequeño “príncipe” se convirtió en el terror de la familia, antes de aprender a caminar ya había destrozado media casa, incluidas puertas y ventanas. Era absolutamente imposible que se estuviese quieto por más de cinco minutos, y Harry decía abatido que ni cuando estaba dormido era seguro. Los padrinos de este pequeño demonio, eran Grace y Sirius, y aunque Grace la mitad del tiempo quería matarlo, la verdad era que lo quería mucho, y Sirius disfrutaba enormemente con él.

A pesar de que ya en sus primeros meses de vida, el pequeño James había demostrado que la tranquilidad no estaba incluida en su código genético, los Potter no fueron lo bastante precavidos y un mes antes de finalizar las clases, Ginny anunció que estaba embarazada de nuevo y Harry consideró la posibilidad de suicidarse. Y casi fue un suicidio en masa, ya que los demás miembros de la familia también lo consideraron cuando el día de su primer cumpleaños, James que caminaba desde los nueve meses, se había escabullido por debajo de la mesa, había sustraído la varita del bolsillo de su abuelo Arthur y había hecho volar la mesa con pastel de cumpleaños incluido.

Tres días después, Ginny lo había encontrado colgado precariamente de un árbol y en su carrera por bajarlo, resbaló, cayó y esto ocasionó que el parto se adelantara.

Ginny entró en pánico cuando vio que era otro varón. Sin embargo, Albus no podía ser más distinto de su hermano, cierto que era un niño alegre y curioso, pero no exhibía la intranquilidad de James. Físicamente ambos se parecían mucho a su padre, pero mientras James tenía los ojos oscuros de Ginny, Albus tenía los brillantes ojos color esmeralda de su padre.  Sus padrinos eran Remus y Hermione, y con el tiempo, el chico parecía más hijo de ellos que Lyra.

Pero los Weasley en pleno casi asesinan a Ginny y a Harry, y ellos casi se lo habrían agradecido, cuando a los tres meses de haber nacido Albus, Ginny quedó embarazada de nuevo, porque para ese momento, y aunque Albus aparentemente era un niño muy bueno, no tenían modo de saber cómo sería en realidad cuando creciera un poco.

No obstante, sobrevivieron a todo y Lily fue la única que nació en la fecha que debía. La pequeña Lily resultó ser el híbrido de la familia Potter, como solía decir Sirius. Esta preciosura, como la llamaba su tío Bill, quien por cierto era también su padrino, había heredado el llameante cabello rojo de su madre y los ojos verdes de su padre, así como había heredado también el conocido carácter de Ginny, y el indiscutible poder mágico de Harry, y para completar el cuadro, llevaba grabado a fuego en su código genético un talento superior para el Quidditch.

Aún en contra de lo que todo el mundo se había imaginado, Sirius y Grace se habían casado, y ambos seguían vivos a pesar de que sus batallas eran legendarias. El día de la boda, George apostó con Ron y Harry, que en menos de una semana alguno de los dos estaría en San Mungo, y Charlie apostó más alto, diciendo que, en menos de un año, uno de los dos habría matado al otro. Y parecía que cualquiera de ellos podría acertar, porque ese mismo día, Grace estuvo a punto de arrancarle la cabeza a su recién adquirido esposo por subirse a una mesa y gritarles a todos los asistentes que Grace estaba embarazada. Quizá eso nada más, solo habría causado algo de bochorno a la novia, pero Sirius era Sirius y el asunto no se quedó allí.

• Kingsley  --  dijo mirando al mago  --  acabas de perder a una Auror, y usted señora Black, se quedará quietecita en casa a tejer, bordar y esperar la llegada de mi hijo.

No había terminado de decir aquello, cuando salió despedido y se golpeó la cabeza dolorosamente contra el piso.

• Ya te dije una vez, señor Black, que no eres mi dueño, y ciertamente no me das órdenes

A la luz de los hechos, parecía muy probable que cualquiera ganase la apuesta, pero ni Sirius terminó en San Mungo, ni Grace dejó su trabajo, de hecho, su hija casi había nacido en el Ministerio.

Y prácticamente desde el día que su hija nació, Grace se había estado quejando amargamente diciendo que, si fuese más parecida a su padre, sería él mismo. El pleito por la pequeña Black se había iniciado con su nombre, porque Grace se había negado rotundamente a continuar con la costumbre familiar de los Black de colocar nombre de constelaciones a sus vástagos, y había decidido que la niña llevaría el nombre de la fundadora de la casa donde ella debió haber estado, es decir, en Ravenclaw. De modo que Sirius finalmente había tenido que aceptar, y así fue como su hija terminó siendo Rowena Black.