Las especulaciones de mi desaparición son algo que aún cuando volví se siguen escuchando, las personas de mi comunidad siempre me elogiaban ahora me miran y no se atreven a saludarme, sólo hablan a mis espaldas sobre lo que pudo haberme ocurrido.
Algunos dicen que me secuestraron para extorsionar a mis padres, otros que me internaron en un hospital psiquiátrico por intento de suicido, también que fui a rehabilitación por ser una adicta, incluso que escapé para no casarme, en cada versión hay un poco de verdad y mucha creatividad.
Solía ayudar en las galas benéficas de mi familia, ahora veo que eso no es suficiente para un cambio. Conocía la sociedad respetada e idolatrada, esa a la que todos quieren pertenecer porque creen que es la fórmula para tener una vida perfecta, viví su hipocresía – la soporté durante mi vida entera – aprendí a fingir ante las personas que no me agradaban, pero debía compartir con ellas por su relación con los negocios de mi familia.
Salía de compras con mis amigas y pasábamos tardes en la peluquería recibiendo los mejores tratamientos del momento, incluso nuestros novios nos acompañaban en algunas salidas y pasábamos buenos ratos todos juntos.
Disfrutaba asistir al club de teatro y protagonizar papeles vacíos, carentes de un sentido real – cosa que aprendí a la fuerza, actuar por diversión no era lo mío – también festejar con el equipo de atletismo después de cada victoria y presumir nuestros trofeos.
Y qué hablar del colegio, mi sitio favorito. Ese lugar en el que todos me admiraban y pedían ayuda o consejos sobre cualquier cosa, donde era la alumna a la que todos los profesores felicitaban y el director tenía una vitrina de trofeos y reconocimientos con mi nombre en cada uno.
Todo eso era mi vida a los diecisiete años, luego desaparecí del mapa.
Descubrí la otra cara de mi vida.
Las galas benéficas no recaudaban fondos para ayudar a los necesitados, sólo a un grupo de personas falsas y carentes de escrúpulos, es decir, mi familia. Dejé de lado las reglas absurdas y alcé mi voz, empecé a decir todo lo que opinaba sin temor a nada ni nadie, cuándo conoces las dos caras de la sociedad ya nada te asusta.
Las salidas a sitios populares y con personas falsas dejaron de parecer divertidas, esas amigas que tanto me presumían son las mismas que habían tenido un trío con mi novio en varias ocasiones, incluso cosas más allá.
Actuar por diversión adquirió un nuevo sentido después de hacerlo para salvar mi vida, las competencias por un trofeo que terminaría olvidando también perdieron su significado luego de tener que escapar para seguir viva.
Una vitrina con mi nombre y felicitaciones de profesores, eso también dejó de ser importante.
Después de tantas cosas todo parecía tener un nuevo sentido en mi vida.
La chica bondadosa que era antes no encontraba perdón sólo sentía un fuerte deseo de venganza.
Él me lastimó si, pero también me abrió los ojos, me enseñó todo aquello que por tanto tiempo ignoré. Aún así no le agradezco su ayuda sólo aborrezco su presencia en mi vida.
Veinticuatro meses a su lado generaron muchos cambios en mí, marcas en mi cuerpo y memoria, daños irreparables y mejoras letales.
Al principio me dije a mi misma que haría lo necesario para sobrevivir, nunca lo olvidaré, incluso ahora sigo manteniendo mi promesa.
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El capítulo es corto, lo sé, servirá para que conozcan un poco sobre Lisbeth y más adelante los capítulos serán más largos y estarán mejor explicados.
Lebasi_Isis 🌬️