Desquici-Hada

CAPÍTULO 1: Polvo de Amor

La Ciudad de Zimmerbell, había sido invadida por brujos creadores de Trolls con superpoderes. Las hadas y los guerreros mágicos habíamos derrotado a unos cuantos durante los últimos años. Sin embargo, bajo las colinas de la gran ciudad, un brujo poderoso, estaba creando al troll que acabaría con la magia de las hadas y despojaría a los guerreros de sus vidas.

Dos meses atrás, Embry y yo, habíamos comenzado a salir, luego que a inicio de curso en la Academia de Artes Ocultas, coincidiéramos en las clases de Hechizos Especiales. 

¿Alguna vez creyeron que el amor a primera vista existe? Pues, lo comprobé con Embry, el primer día de clases, cuando sus rizos color miel se deslizaban sobre su frente y se desplazaba hacia el único asiento vacío de la clase. Junto a mí.

No tenía ni idea de lo que estaría a punto de cambiar en mi vida.

—Tienes un aura muy dulce —Se dirigió a mí, mientras tomaba asiento. —¿Puedo? —Señaló el asiento y yo asentí.

—¿Cómo lo sabes? —cuestioné con mucha confusión.

—Parte de mi magia, es leer el aura para detectar el peligro. No eres un peligro, eres una necesidad vital para todos en la ciudad —sonrió.

—Interesante, pero ¿por qué dices eso? 

—Si un día me lastimo, necesitaré de tu magia para curarme.

—Cuenta con ello —Me sonrojé y bajé la mirada hacia mi libro de texto.

—¿Cómo te llamas? —se giró hacia mí.

—Anneliesse

—Soy Embry, es un gusto Liesse.

—Eres la segunda persona que me llama así.

—¿Quién es la primera?

—Fue mi madre, murió en la guerra de Zeide hace un par de años.

—¿Issidora?

—Sí, ¿cómo lo supiste?

—Fue el hada sanadora más valiente y la única que desistió en esa batalla reviviendo a Storco, el líder de los guerreros, y por ella es que…

—...Storco pudo seguir en batalla y ganamos. —Suspiré.

—Perdona, si he tocado un tema sensible, siento mucho lo de tu madre.

—No te preocupes, solo estaba impresionada que reconocieras el linaje

—Es por el aura, es muy parecido al de tu madre.

—¿La conociste?

—Sí, tuve el honor de que me curara un par de heridas de batalla. Debes extrañarla, ¿no? —Acercó su mano y la posó sobre la mía.

Una chispa extraña brotó de aquel toque y reprodujo una pequeña mariposa esmeralda, producto de su magia y la mía. Ambos nos asustamos y observamos al bello insecto volar entre ambos.

¿Qué ha sido eso? ¿Cómo lo hicimos?

—El polvo de amor —pronunció el señor Bigglee— Son raros de reproducirse y la leyenda dice que cuando dos almas se pertenecen, al unir su magia produce un insecto que indica que han encontrado el amor verdadero. ¡Wow! Soy afortunado de presenciar este acontecimiento en mi salón.

—¿Amor? —pregunté en voz baja observando a la mariposa posarse en el dedo índice de Embry.

—Amor, lo escucharon muy bien —repitió el señor Biggle

—Amor, será —dijo Embry con una sonrisa nerviosa.

Estaba completamente confundida y en mi estómago, una revolución de esas mismas mariposas se encontraba en una gran pelea cuando observé a detalle a Embry, sus ojos verdes, una nariz muy perfilada, mejillas rosas y una sonrisa de muerte. 

¿Cómo es que su magia y la mía produce un insecto tan precioso? 

¿Cómo es que su magia y la mía están conectadas de esta forma?

¿Leyenda? 

¿Amor?

 




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