Cuando llegamos al lugar de la ceremonia, todo se veía increíble, las luces, el escenario y la decoración dorada parecían como de ensueño. Ashley había organizado todo en un pequeño bosque y las luces en los árboles lucían genial. Una ligera capa de tela cubría el lugar entero para evitar problemas con el viento.
Ericka y yo nos quedamos paralizadas por tanta belleza. Un personal de recepción nos dió la bienvenida con una cálida sonrisa y nos condujo hasta un pequeño espacio, nos indicó que pintar nuestro pulgar con ayuda de una almohadilla de tinta verde y colocar nuestro sello en un dibujo en forma de árbol y luego colocar nuestros nombres en una lista.
En cuanto ví el nombre de Owen mi corazón se comprimió, qué debía hacer, él estaba ahí. Di un pequeño suspiro intentando evitar ponerme nerviosa, sin embargo mis mejillas comenzaron a arder. Me reincorporé y Ericka notó lo incómoda que estaba, me hizo una seña con su cabeza para poder irnos, pero negué con la cabeza.
Casi al instante aparecieron Isabella y Emily, también eran amigas de la universidad, al verme sonrieron por lograr separarme de Owen y saludaron hipócritamente.
—Ay.. están hermosas —dijeron al unísono tomando sus mejillas con sus manos.
—Isabella, Emily —saludó Ericka poniéndose delante de mí, intentando protegerme.
—Querida Lía, cómo has estado —interpuso Emily, evitando el saludo de Ericka y haciendo énfasis en cada una de sus palabras.
—Bastante bien, todo alrededor está bien —dije intentando mantener mi postura.
—No sabes cuánto te extrañamos, luego de tu ruptura con Owen no pudiste seguir estudiando con nosotras, eso fue realmente decepcionante —confesó Isabella.
Ericka estaba apunto de reventar en irá, cuando de repente ingresó Ashley en escena, venía con un hermosísimo vestido blanco, con detalles dorados en ciertos puntos y sostenía en sus manos su ramo de flores.
—Lía, que gusto verte —saludó cordialmente.
—Felicitaciones por tu boda —dije sonriendo ligeramente.
—Hoy debes llevarte este ramo —comentó a su manera y sus secuaces rieron a más no poder.
—No será necesario, ya tengo planes a futuro… —mentí con audacia, que incluso Ericka se sobresaltó —, tal vez en unos meses yo sea la próxima en casarse.
—De qué hablas —expresó Isabella casi en un grito.
—Ya no tienen que preocuparse por mí, encontré a alguien especial —continué con la mentira.
—Hablas en serio —preguntó Ericka con un tono bastante serio.
Asentí con la cabeza.
—Si eso es cierto, ya dinos de quién se trata —indagó Ashley con mucha curiosidad.
No tenía ningún nombre en mi cabeza, incluso había olvidado el nombre de mi padre, jefe y hermano. En medio de la multitud vi como Owen se acercaba hacia nosotras y balbuceé su nombre.
Todas las chicas, incluida Ericka, pegaron un grito de sorpresa. Isabella estaba roja de tanto enojo y Emily trataba de calmarla. Al darme cuenta del lío en el que me había metido, cerré fuerte los ojos e intenté salir del lugar.
—Pero Owen está comprometido con Amelia —Isabella dió su último intento de negación.
—No es cierto, ya eso terminó, verdad cariño —habló Owen, mis ojos se quedaron mirándolo fijamente, no podía ser cierto, el problema se había hecho aún más grave.
—Esperen un momento, necesito aire —admitió Isabella para luego salir corriendo del lugar.
***
Permanecía en silencio mientras se llevaba a cabo la ceremonía. Tenía a Owen a dos centímetros de mí, por desgracia él seguía manteniendo firme mi mentira y yo no podía hacer nada. Ericka me miraba de vez en cuando exigiendo una explicación, pero todo había sido culpa de mi estúpido orgullo.
Cuando llegó el momento de bailar algún vals romántico, Owen me tendió la mano y ambos nos dirigimos a la zona de baile. Aprovechó el momento para preguntarme todo lo que había sucedido.
—¿Por qué mentiste?
—Fue algo espontáneo, no debiste seguirme el juego —respondí.
—Y dejarte en ridículo una vez más.
—Es estúpido que pienses así, puedes terminar esto y no volverme a ver si así lo prefieres.
—Lía —advirtió con una mirada —, no puedo hacerte eso.
Suspiré agotada. Sabía que lo único que tendría a su lado serían peleas y gritos. Su orgullo y ego seguían consumiendo todo a su paso. Detuvieron la pista y todos fuimos a sentarnos, Lía y Elliot darían algunas palabras.
Con desdén regresé a mi lugar, tenía demasiado que decirle a Owen, pero había estropeado todo con esa mentira. Él miró a Ericka con enfado, de seguro pensaba que ambas habíamos ideado aquel plan. Las palabras de Ashley detuvieron mis pensamientos.
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Editado: 11.12.2023