Capitulo X: Destinada

LOGAN

Ya días que no hablo con Alaska, la he castigado por irse con Susan hasta no sé dónde, no me quieren contar pero al escuchar su llamado, rápido me transporto donde la había visto antes.

Alaska está temblando y señala a Susan quien se mira las manos, frunzo el ceño confundido.

-¿Qué pasa Alaska? – pregunto mirándola, está demasiado sorprendida pero vuelve a señalar a Susan temblando.

-Es… es… - quiere decir algo pero no puede, en ese momento aparece Tobías con Yanis y Nilia.

-¡Dilo Alaska que pasa! – exclamo ya impaciente.

-Es… ella es… una bruja – dice haciendo que todos se sorprenda pero parece más sorprendida Susan quien ha enarcado una ceja, nos quedamos en silencio unos minutos hasta que prosigue hablando – tiene el poder del fuego.

Es imposible, la tercera bruja no creía que apareciera en esta fecha, o como lo dice la profecía.

-Es imposible Alaska – digo acercándome a ella – no podría ser la tercera bruja…

No termino mi oración ya que una línea de fuego aparece por todo mi lado de derecho.

-Te lo dije – dice Alaska preocupada – Susan es la destinada.

Volteo a ver a Susan quien se mira de nuevo sus manos, los chicos parecen que han visto un fantasma, camino hasta donde se encuentra la bruja, la agarro de la mano.

-¿Puedes hacerlo de nuevo? – pregunto mirándola con ojos intensos.

-Si – dice segura, se quita de mi agarre y ahora aparece fuego en su mano controladamente con su habilidad, ahora entiendo porque no le costó aprender… Es una bruja.

-¡Ella vendrá! – Grita Alaska tocándose el cabello con frustración – es el día.

Tiene razón, camino hasta donde este Tobías para decirle: -Usa la birfecion para encontrar rastros de Carlota.

-En seguida – se desaparece con rapidez, es preocupante.

-¿Qué está ocurriendo? – pregunta Susan cruzada de brazos, le hago una seña a las olinius que se pueden retirar, ellas hacen caso y desaparecen dejándome a solas con Susan.

-Te explicare… - digo acercándome a ella – tu eres la tercera bruja, solo ellas pueden tener ese poder junto al de la energía entre otros, ¿Alaska te explico sobre la primera bruja y la segunda que se hizo mala? – Pregunto haciendo que ella asienta ladeando la cabeza con rapidez – pues Carlota vendrá por ti…

-¿Por qué razón? – pregunta sorprendida.

-Ella necesita poderes de otra bruja para llamar al portal  de los lirientes – comento con seriedad, Susan puede ser nuestra salivación dependiendo de nuestra vida en su poder, sus hechizos y curaciones – los lirientes son demonios que pueden destruir olinius y licántropos sin ser derrotados.

-¿Me estás diciendo que nos quiere destruir a todos? – pregunta con confusión en su rostro.

-Sí, así ella será capaz de controlar el mundo – respondo llevándome mi brazo a mi costado – ahora lo único que queremos que por nada en el mundo salgas de esta casa.

-Pero puedo luchar…

-No, no puedes – digo rápido – nosotros nos encargaremos de Carlota, tú te quedas encerrada, es por tu bien.

-Oye yo recuerdo que una vez me dijiste que me afrontara a la realidad – dice usando mis palabras que le dije hace mucho – y que no puedo escapar de mi destino, pues ahora no lo hare y luchare.

“Que niña más necia”

Con eso desaparece de mi vista, me transporto rápido a la casa donde la encuentro caminando a la entrada, no dejare que se quede así la conversación, me adelanto alcanzándola, la agarró del brazo para girarla.

-Te quedaras en la casa y punto – digo enojado para luego caminar más rápido y entrar a la casa, me meto a mi cuarto pensando en lo difícil que será, con razón Damon me dijo que ella no era una cualquier olinius y ahora me doy cuenta que es la tercera bruja.

Necesito respuestas y a la única persona que puedo preguntar es a Kenia, una adivina que se identifica con los toda la naturaleza, ella sabrá de nuestro destino y la de Susan, un sonido de la puerta me distrae de mis pensamientos, pensaba que era Brany pero para mi sorpresa no es ella, es Susan.

-¿Eres capaz de humillarme cuando te conviene? – pregunta mientras camina enfrentándome.

-Si lo dices por lo de ayer – digo sentándome en la cama – no tengo la culpa de tus estúpidos sentimientos.

-Hablo de todo – dice seria – soy capaz de todo, ahora me doy cuenta porque no morí en ese accidente, desde el inicio me has odiado pero no entiendo el motivo, te he revelado mis sentimientos y tu…

-Sería estúpido decirte que te amo, cuando mi corazón no te pertenece – digo entre dientes, el enojo me invade, ella solo me mira con miedo, no llora y lo sé el motivo, es una bruja y ellas no lloran – desde pequeños nos dijeron que formaríamos una manada, tu mi mate aunque no lo fueras, formaríamos una familia hasta que tus padres fueron cobardes y se fueron dejándome solo con mis padres, me tuve que controlar para que no me invadiera mi enojo, tuve que encargarme de todo por eso te detesto.