Mis ojos observan el techo de mi alcoba.
-Llegaremos tarde Eli -escucho a mi hermano- nunca llegamos tarde.
-Y no lo haremos -grito en respuesta.
Eran las 6:40 am, pero estaba despierta desde las 4 am, como habitualmente hacía, el desayuno estaba hecho desde las 4:30, había tomado una ducha hace 40 minutos, y aunque hubiese estado en la academia desde las 6:30, pero hoy era el inicio de clases, un día importante, el día de la muerte de mis padres. ¿quieres ser un desastre siempre en tu vida Elizabeth?
-No soy un desastre -grito, observo a Jamie con una mirada perturbada en la puerta de mi cama.
-Nunca lo has sido Eli -le ofrezco disculpas y tomo mi mochila- la tía panqy mandó una carta, tan antigua como siempre -dice mi hermano riendo.
-Dice lo mismo de siempre, que si tenemos alguna complicación ella podría venir a cuidarnos, ¿no es así?
-Mejor resumida no pudiste decirlo, aunque mi tía podría ser la próxima Poe y Borges juntos, mezclados en una señora regordeta y con fascinación por agarrar mejillas, tres hojas para decir lo que sintetizaste.
-Así es ella -susurro riendo de lo que dice mi hermano- luego le mandamos una de las cartas donde le decimos que todo está bien.
-Concentrémonos en llegar temprano
mi hermano sostiene su desayuno y se dispone a abrir la puerta. Mi querido Jaimy, sus mechones cafés juegan a la perfección con sus ojos azules como los míos, como los de mi padre, siempre repudié el color de mis ojos, pero al verlos en Jaimy, no dejan de parecerme el color más bello.
-¿Listo? -digo colocándome el cinturón.
-Los Tork nacimos listos, no lo olvides -dice ríendo.
-Estás cada vez más guapo -veo su cara de molestia, no le gusta que lo diga- tendré que espantar a todas tus prometidas.
-No molestes Eli -dice bufando- ¿ya creaste una nueva presidencia este año? -y así se devuelve una broma.
A los 6 años fui la presidenta del jardín de niños, y desde ese momento recuerdo ser la presidenta en todo, fui la presidenta del pastel de la profesora (si, inventé esa presidencia), la presidenta de todos los bailes (incluso los actuales), la presidenta de las jornadas culturales, y la representante del colegio de Nineville, para este año tengo planeadas aproximadamente 7 fiestas especiales, y 6 jornadas culturales.
-Eli hablando en serio, ¿realmente lo harás? -mi gesto no cambia, pero definitivamente la pregunta siempre generará el mismo sentimiento en mí, temor.
A los 6 años fui la presidenta del jardín de niños de Eightville hasta la muerte de mis padres hace 4 años, a mis 13 años tuve que ver como mis padres morían, tengo destellos que simulan recuerdos, pequeños fragmentos que mi mente esconde. Luego de eso mi tía Panqy nos cambió de instituto, y construí mi vida en Nineville, desde ese momento no he vuelto a saber nada de aquellas personas que en algún momento fueron mis amigos. Hace pocos días tuve la grandiosa idea de realizar una fiesta entre ambos institutos, y sería grandioso si las personas de Eightville fueran normales, pero esa palabra es la última qué pensaría para definirlos, extravagantes, egoístas, soberbios, peligrosos, misteriosos, no suelen verse en Nineville, y cuando lo hacen ni siquiera saludan, son como espectros de otra clase, de otra naturaleza, la mismísima realeza no les llega a los talones. Por eso la idea de una reunión entre ambos institutos es algo para volarse los sesos (expresión usada por James, antes que lo regaña por decir cosas así), sin embargo, hay cosas, asuntos profundos de mi familia, asuntos que Panqy no conoce, que James no imagina, y que yo no logro descifrar, mi única pista sería reanudar mis amistades con alguien en Eightville.
-¡Vas demasiado rápido! -parpadeo, disminuyo la velocidad y observo el rostro consternado de mi hermanito.
-Lo haré Jaimy -respondo a su pregunta.
-Para eso debes conducir mejor, y no como una loca, creí que moriría, llegamos casi en la mitad del tiempo -observo el estacionamiento del Instituto.
-Si.
Salimos del carro, mi hermano se despide rápidamente de mí y desaparece directo a sus aulas, me dispongo a realizar mi primera tarea del día, instruir a un chico nuevo, Damian M. Bornd, ¡oh!, ¿estará relacionado a la marca Bornd?, amo esa tienda.
Son las 7:59 am y el chico no aparece, aún le queda un minuto, yo hubiese llegado hace 15 minutos y aparecería en la hora exacta. Observo a un chico correr a toda velocidad, es rápido, alzo la hoja con su nombre, la observa de inmediato y llega, observo mi reloj, son las 8:00 am
-Hola soy Elizabeth Tork -digo con seriedad, el chico me observa sonriente, su mirada es cálida y tranquila, aunque hace poco estuviera corriendo a gran velocidad, no demuestra una pizca de cansancio.
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Editado: 04.10.2018