Destinados

Capítulo 13

Artemisa

 

El camino de vuelta a casa fue incómodo, ninguno de los dos sabía qué decir para romper el silencio.

Tyler continuaba mirándome sin disimulo. Puso su mano en mi rodilla mientras yo conducía de vuelta a casa. Sonreí ante su acto, lo que provocó que éste se acercara y depositase un beso en mi mejilla.

-Estás muy animado.- comenté girando la cabeza y observándolo, tenía una gran sonrisa en su cara, enseñando sus dientes bien alineados.

-Será porque tengo un buen motivo.-dijo sin disminuir su sonrisa.

-Ah, ¿sí? Y ¿de qué se trata?- le pregunté mirándole, ya habíamos llegado hasta la casa. Y fuimos entrando, yo esperaba por su contestación.

Tal vez se le olvidó lo que le pregunté. O me está ignorando.

 Llegamos hasta el salón y Tyler me agarró de la mano, tirando de mí y conduciéndome hasta el sofá. Yo me dejé guiar.

-Tyler-le volví a llamar- ¿Por qué estás tan contento?-le pregunté de nuevo.

-Cómo no te puedes dar cuenta.

Colocó nuestras manos unidas sobre su rodilla y acariciando mi mano, desde la muñeca, pasando por los nudillos y llegando hasta mis dedos, entrelazando nuestras manos.

Me quedé viéndole, estaba concentrado en nuestras manos. Subió su cabeza y sus ojos chocaron con los míos.

-Arte…- dijo dudando- en verdad no sé cómo decirte esto, pero seré directo.

Tyler se quedó callado dejándome con la intriga.

-¡Tyler!- dije impaciente, haciendo que él riera.

-Te quiero decir que me gustas.- dijo poniéndose serio.

Con nuestras manos aun entrelazadas acercó la otra mano a mi mejilla y la posó en mi cuello.

Me costaba creerlo, esto no puede ser real. Siempre se estropean las cosas, empiezan bien y terminan de la peor forma.

Tengo miedo de lo que pueda pasar, pero yo también quiero intentarlo con Tyler.

No me conformo solo con el ¿y si…?

-A mí...-dije con poca voz- A mí también me gustas- le respondí mirándolo.

Sus ojos brillaban, haciendo que el verde de sus ojos pareciera una esmeralda.

-Pero me asusta lo que pueda pasar- continué sincerándome con él.

-Arte, sé que esto no será fácil, pero quiero intentarlo.

-Yo también quiero.- dije, no iba a perder el tiempo.

Tyler me miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa inmensa. Se estaba acercando a mí, pero justo antes de llegar a tocarnos sonó su móvil. Se alejó lo justo para ver quién le llamaba y su expresión cambió al instante.

¡Santa mierda bendita! Siempre pasa lo mismo.

-¿Qué ocurre?- le pregunté asustada.

-Es Darren… y él no suele llamar si no es importante.-dijo muy serio.

Se levantó con el móvil en la mano y lo colocó en su oreja.

-Darren.-dijo con tono precavido. Parecía que estaba asustado.

 

Tyler

 

-¿Se te ha olvidado que tenemos a tu tío?- preguntó con su voz grave.

-Porque has dejado las bolsas de la entrega como un colador, y eso no se puede vender.- dijo subiendo el tono de voz.

Darren suele ser pacífico, hasta que haces algo que no le gusta y se convierte en la persona más violenta, vengativa, manipuladora y embustera que hayas visto en toda tu vida. Y no es nada bueno verle así.

-Nos tendieron una trampa.- traté de explicarle.

-Me da igual, lo que me importa es el dinero. Dinero que por cierto me debes, así que eso se sumará a tu deuda.

-Está bien, pero suelta a mi tío, cumpliré con mi palabra.- intenté convencerlo.

Se oyeron unas risas al otro lado del teléfono.

El cabrón se estaba riendo de mí.

-Por lo que veo no te cansas de intentarlo, así que voy a ofrecerte un trato.-dijo con voz divertida.

-Mañana se celebran unas carreras en el muelle, iba a competir Jack pero el pobre diablillo no está en condiciones de andar si quiera. Así que tú correrás en su lugar…-le corté.

-Eso es fácil…

-No me interrumpas niño, que no he acabado. He oído que estás bien acompañado por una chiquilla arrogante que sabe defenderse… y me han comentado que tiene una cuenta pendiente con Jack sobre una carrera.-se quedó en silencio y continuó.- para no alargarme más iré al grano. Ella correrá contigo, o más bien contra ti. Si quedáis los dos primeros soltaré a tu tío, y si no ganáis tú trabajarás para mí de forma indefinida.

-Artemisa no tiene por qué correr.- no era justo que la involucrara.

-Tengo contactos que la han visto correr, no la conoces. Y más vale que corráis los dos si no quieres que le pase nada malo.- dicho esto colgó.

Claro que conozco a  Artemisa… puede que no del todo, pero sé lo suficiente sobre ella.

¿Ella estuvo metida en las carreras? No me extrañaría, aunque conozco a mucha gente buena en esto, y de ella no había oído hablar nunca.




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