POV: Lena
Hoy es lunes, toda la semana no he dejado de pensar y dar vueltas a las palabras que me dijo la señora en el café, pero es como si algo me llamara me dijera que debo ir y que ese es mi lugar lo sé debo estar completamente loca, pero es una sensación de lo más extraña que no se va de mi pecho.
—Lena ya baja a desayunar
La voz de mi hermano me saca de mis pensamientos por lo que me dispongo a bañarme y arreglarme para irme a ver un rato a Adrián.
Cuando voy bajando las escaleras me encuentro con el metiche de mi hermano mayor,
—Hola a dónde vas Tan arreglada Lena no quiero que salgas con tu noviecito que lo único que quiere es acostarse contigo sólo espero que no seas tan estúpida como para hacerlo.
—¡Cállate! Jeremy tú no te metas en lo que no te interesa y sobre todo no hables de lo que no conoces, además ya estoy lo suficiente mente grandecita como para saber lo que hago y lo que no, si me acuesto con él o no es mi problema y no el tuyo, mejor métete con tus zorras y a mi déjame en paz. Sin esperar una respuesta bajo rápidamente las escaleras y me dirijo a la cocina.
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Voy saliendo de la universidad y debo decir aquel día fue sumamente pesado tuve dos exámenes sorpresa y para mi colmo obtuve problemas con dos profesores por no prestar atención a su clase ya que he estado sumamente distraída no logro sacar de mi cabeza a la mujer de cabellos rubios de mi sueño pero lo que más inquieta a mi corazón es al hombre de ojos esmeralda es como si con tan solo esa mirada que me dio en mi sueño hubiera tocado mi alma me duele el no poder tenerlo a mi lado, lo se suena de lo más estúpido porque lo es como puedo añorar la compañía de alguien a quien no conozco y al que jamás veré ya que es una imagen que mi cerebro creo, o al menos es lo que quiero creer
Alcanzo a ver a Adrián esperándome al final de la escalera creo que lo que realmente necesito es tener un tiempo a solas con él, hace ya algunas semanas en donde no teníamos la oportunidad de coincidir y pasar algo de tiempo de calidad juntos y si para los que se lo están preguntando Adrián es mi novio y lo quiero demasiado es un gran chico, valiente, con un corazón del tamaño del mundo y le debo demasiado si no fuera por él y por mi hermano probablemente no sería la persona que soy ahora o tal vez ya no estuviera, él ha estado a mi lado apoyándome cuando más lo necesito, no sé qué haría si el no estuviera en mi vida
—¿Amor cómo has estado? ¾Lo dice con una sonrisa enorme al verme
—Muy bien corazón y ¿tu?
—Algo agotado pequeña no han sido días buenos, pero me alegra enormemente el poder estar un poco de la tarde contigo preciosa necesitaba de mi bella novia. — al terminar de decirlo me da un beso en los labios, es un beso tierno, lento en los cuales puedes perderte por horas
Pero no se siente igual se siente extraño no puedo evitar sentir una opresión en mi pecho es como si el besarlo fuera incorrecto, trato de ignóralo debo estar sumamente sugestionada por ese extraño sueño y las palabras de la desconocida a la cual estoy convencida que jamás debí ir a ver.
Adrián termina el beso y me da una mira llena de ternura y amor y lo único que provoca es que esa sensación de que todo está mal aumente.
—vamos sube al auto — me susurra al oído
Ambos caminamos al estacionamiento tomados de la mano y es justo cuando un pequeño dolor de cabeza comienza no es nada importante así que lo ignoro, subimos al auto y Adrián comienza a conducir a la casa de campo que era de su abuela que está a media hora de camino ya que está en un prado cerca del río que hay en la ciudad.
A decir verdad, nunca me he atrevido a preguntar por su pasado sé que no fue sencillo para el así que trato de respetarlo quiero pensar que cuando esté listo me lo contara, aunque una parte de mi piensa que lo último que él quiere es recordar es como si quisiera hacer que desapareciera, es por esta razón por lo que nunca le ha caído bien a mi hermano siempre me dice que Adrián no es de fiar, pero él me ha demostrado en reiteradas veces que jamás me haría daño.
Durante el viaje me dedico a observar el bello paisaje a través de la ventana por un momento y muy fugas me pareció ver un hermoso lobo, pero cuando volteo para volver a ver al precioso animal no hay nada.
—Te encuentras bien Lena.
Me dijo Adrián cuando me vio un poco alterada, trato de recomponerme de esa impresión inicial.
—Si, lo estoy solo me pareció ver algo, pero no es nada, no me hagas caso, últimamente siento que estoy más loca que de costumbre.
—Bueno si eso es cierto ya es decir bastante ¿no lo crees pequeña?
Me dijo dándome una mirada entre risueña y preocupada él sabe que algo me sucede.
Pero no le puedo decir oye estoy alucinando lobos y brujas, claro sería una plática que se tiene todas las mañas de lo más casual. Por eso he preferido no decirle nada, aunque muera por contarle a alguien lo que me está ocurriendo.
Después de ese incidente no vuelve a pasar nada relevante y el viaje fue sumamente corto ya que antes de lo que pensé ya estaba deteniendo el auto enfrente de la cabaña de su abuela.