Destino, Brick Lane #6174 (ae 1)

VII.

Anzu daba la vuelta una y otra vez a la tarjeta plateada que estaba en sus manos, no podía concentrarse en realizar su ensayo, no dejaba de pensar el cómo sería aquel lugar misterioso, su curiosidad y un deseo extraño de ir a ese lugar la estaban consumiendo, << si realmente es una biblioteca como Nia lo insinuó, sería la mejor excusa para ir a ese lugar>>, pensó. Luego bajó su mirada y soltó un pesado suspiro << ¿A quién engaño? Realmente quiero ir a ese lugar >>, sonó como un sollozo de capricho en su mente. A lo lejos, Anzu observó a Alice venir hacia ella, así que intentó colocar su mejor cara y guardó la tarjeta enseguida en su bolso.

-Al fin te encuentro, te he buscado por toda la universidad. Necesito que vayamos a la Carretera Fallen Angel –parecía tener prisa.

-¿Sucede algo? –frunció su ceño.

-Larga historia –susurro, ella soltó un suspiro -te la contaré en cuanto estemos allá.

-Esta bien –Anzu paró de su asiento y caminó hasta la salida seguida por su amiga.

En cuanto estuvieron fuera de la universidad, una motocicleta paró justo enfrente de ellas, dándoles un buen susto; la reacción de Alice fue esconderse tras de su mejor amiga y ella se paró firme mientras agudizaba su mirada; detrás de esa visera negra, miro sonreír los ojos verdes de Mateus.

-Sal de ahí, alguien está aquí por ti –le susurro a Alice, él se quitó el casco enseguida.

-¿Por qué tienes que estacionarte así? –protestó Alice molesta, saliendo de su escondite.

-Lo siento –se disculpó –tenía algo de prisa, sube –dijo apuntando el asiento trasero de su motocicleta. Ella frunció su ceño confundida.

-No quiero ir a tu aburrida reunión –comentó.

-Se ha cancelado para esta noche. Sube, te llevaré a dar un paseo y luego te llevaré a casa –sonrió Mateus.

Alice hizo una mueca y luego pasó su mirada a Anzu –ve –le sonrió –saldremos otro día. También tengo cosas que hacer. A pesar de que no confío mucho en Mateus –susurró las últimas palabras.

-No soy tan malo como crees –comentó Mateus, haciendo que, de inmediato, Anzu le diera un mirada fría.

-Está bien –dijo Alice, queriendo bajar lo tenso y malhumorado que colocaban el ambiente esos dos –te llamaré cuando llegue a casa –ella asintió.

Alice se subió en el asiento trasero de la motocicleta, colocándose el casco extra; Mateus le dio una última mirada de picardía a Anzu, antes de arrancar su motocicleta e irse. Ella frunció su ceño y esperó unos minutos a que la motocicleta desapareciera de su campo de visión para luego tomar un taxi.

Anzu empezó a caminar por la calle de Brick Lane, con la tarjeta en la mano, mirando cada número que estaba encima de cada puerta. Después de haber caminado por casi media hora y casi perder la esperanza, ella encontró la vieja casa de números 6174; su corazón empezó a palpitar con rapidez cuando sus ojos finalmente estaban mirando esa puerta marrón, de repente la ansiedad empezó hacerse presente cuando su curiosidad por entrar al lugar aumentó. Anzu respiro hondo intentando calmar su ansiedad y curiosidad, para finalmente dar unos pasos al frente y tomar la manija de la puerta; abriéndose lentamente la puerta, como si de una casa de terror se trata, entró al lugar. Lo primero que pudieron observar sus ojos marrones, era un pequeño pasillo en el cual se podía ver la recepción, donde estaba un hombre, y al fondo se podía ver los estantes con libros. Anzu se fue acercando con pasos lentos, para finalmente descubrir el inmenso lugar con gran cantidad de libros.

Kilian se encontraba sentado en la recepción mientras revisaba la agenda de esa mañana. Mavi había llamado esa mañana, informando que se iría por unos días a casa. Kilian dejó de un lado la computadora y volvió a tomar la pluma, que había estado haciendo su trabajo, cuando escuchó unos pasos torpes entrar por el pasillo, de repente alzó su mirada al percibir una presencia algo particular, él sorprendió cuando mira la figura que se acerca. Kilian miro como la chica pelirroja paso frente suyo sin siquiera mirarlo, parecía anonadada por lo que estaba viendo, él carraspeó enseguida, llamando su atención.

-Bienvenida a la biblioteca Shin, si desea pedir prestado algún libro puede registrarse aquí –habló Kilian con un tono neutro.

-¿Shin? –susurro ella.

-Soy Yang Kilian. Este es un mapa, para que puedas guiarte a la sección de libros que quieras acudir –anuncio entregando un folleto a la chica.

-Gracias –dijo ella, tomando el folleto.

Anzu abrió el folleto y observó el mapa. La biblioteca estaba distribuida con seis cúbicos que, estaban formados por estantes de libros, y se encontraban separados por cinco estanterías, cada uno. En cada cubículo había seis mesas de estudio, disponibles para cuatro personas en cada una. Había tres cubículos a la derecha y tres a la izquierda, y el resto de la biblioteca era estantes de libros, seguidos uno tras otro hasta el fondo. Anzu empezó a recorrer el lugar, hasta llegar al tercer cubículo, donde se encontraban los libros de ciencias exactas, ella entró al cubículo, y empezó su búsqueda por los libros que necesitaba, olvidándose por completo cuál había sido su propósito al entrar ahí.

. . .

Mateus frunció su ceño cuando miro el local al otro lado de la calle de donde había estacionado su motocicleta -¿Por qué estamos aquí?



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En el texto hay: angeles, angel caido, angeles y demonios

Editado: 30.12.2022

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