XXXV.

Caminar por los techos de las iglesias no le parecía lo más conveniente para encontrar supuestas entradas creadas por los commons para volver a Osiris. Luhan miro a  Zaid caminar frente suyo por el viejo techo de un templo, caminando a pasos prudentes para no caer.

-¿Crees que encontremos una entrada adentro? - preguntó curioso mientras abría sus brazos para mantener el equilibrio.

Zaid se detuvo y se giró hacia Luhan, entrecerró sus ojos cuando la luz del día le golpeó el rostro, y lo observó venir hacia él, tenía su mirada fija a sus pies, observando cuidadosamente a donde pisaba para no perder el equilibrio. Pero un paso en falso hizo que su pie se resbalara y perdiera su equilibrio. Zaid se sorprendió y se acercó rápidamente a Luhan tomándolo de su cintura, atrayéndolo a su cuerpo. Luhan alzó su mirada y se encontró con los ojos de Zaid, sus miradas se conectaron por cortos segundos, un brillo especial se podía observar en ellos. Zaid dio un recorrido con su mirada por el rostro de  Luhan hasta llegar a sus labios, él  acercó sus rostros y dejó un corto beso en la comisura de sus labios, y para luego dejar que Luhan volviera a su posición.

-No estoy seguro -dijo cuando se dio media vuelta. -Vamos a entrar por ahí para averiguarlo -apuntó la punta del templo.

Las mejillas de Luhan estaban pintadas de rojo vivo, su mirada estaba atenta a Zaid mientras formando una pequeña línea de felicidad en sus labios. Esta no había sido la primera vez que ocurría, Luhan había perdido la cuenta de las veces que Zaid lo tomaba por sorpresa con un beso. Avanzó unos pasos y paró cuando sintió un leve mareo.

-Luhan -escuchó un débil llamado, él alzó su mirada confundido, mirando a su alrededor -Luhan -volvió a escucharlo en un débil eco.

Zaid se giró hacia Luhan al no sentir sus pasos siguiendo -¿sucede algo? -pregunto cuando miro el rostro confundido de su amante.

Él volvió a mirar a su alrededor, frunció su ceño y cerró sus ojos intentando reconocer el timbre de voz de la persona que lo llamaba, pero había sido tan débil que no lograba reconocerlo.

-Luhan… ayuda -volvió a escuchar.

-¿Elian? -susurro -¡Elian! -exclamó. De repente recordó la conversación que tuvo con el señor Shin unos días atrás. Luhan sacó, de la mochila que traía, un medallón de un tigre, Zaid se sorprendió. Lo tomó de la mano y frunció su ceño -déjame ir contigo -Luhan lo dudó por unos segundos y luego asintió.

Se encontraban parados frente a la biblioteca Shin. Luhan estaba asustado y nervioso, sabía que esta situación no sólo conllevaba salvar la vida de los que estaban ahí adentro, sino también no dejar escapar a los atacantes. De repente sintió la fría mano de Zaid darle un fuerte apretón a su mano para luego soltarla, dándole una mirada reconfortante.

-Sé que es tu misión, y que estas nervioso, pero recuerda que estaré a tu lado todo el tiempo -Luhan le dio una media sonrisa y se apresuró a abrir la puerta, la cual se abrió con facilidad. 

Entraron con sigilo, observando la solitaria recepción. De repente escucharon un "no" que hizo eco en el lugar. Zaid, por reflejo, tomó la mano de Luhan, para ocultarse tras de unos estantes, luego sacó su cabeza al pasillo principal, observando, al final del pasillo una sombra, él entrecerró sus ojos, pero no pudo ver más que la sombra moverse. Frunció su ceño pensativo y luego miró a Luhan.

-Iremos por el pasillo contrario -le susurro, él asintió enseguida.

Caminaron con pasos lentos, escuchando cada vez más claras las voces de los presentes, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, se escabulleron en el pasillo continuo de donde se encontraban la intensa reunión. Por la pequeña rendija que se formaba por encima de los libros, pudieron observar lo que pasaba al otro lado.

-Provocaste el incendio en Waterloo, ¿verdad? -La voz de Kilian se escuchaba agitada.

-¡Oh! Eso. Claro que si, necesitaba deshacerme de la bruja anciana para que la mundana se quedará sin protección, al parecer es una humana con un alma muy especial, ¿verdad? De lo contrario porque les importaría tanto protegerla de un demonio que desea tanto esa alma. Al deshacerme de la bruja, ustedes la cuidaban de una forma indirecta cuando ella se encontraba en peligro; el mantenerla en peligro no bastó para tenerlos distraídos. Ustedes son bastante inteligentes y astutos. Han recibido un excelente entrenamiento. ¡Si no fuera por tu ayuda, este glorioso día hubiera tardado en llegar! 

-¿A que se refiere? -susurro Luhan.

-¿Qué? -Y la voz de Elián se escuchaba apagada.

-Claro, tu decisión de dejar la biblioteca Shin, los devastó a todos…

-¿Qué?¿Elian se va de londres? -susurro Zaid, sorprendido.

-Shh -lo callo Luhan -concentrate -susurro.

-... es tu decisión entregarme a los gemelos, y así, ellos no verían su trágico final así como ustedes no los verían morir, calmaríamos un poco el dolor emocional, ¿verdad? -Luhan apretó sus manos en forma de puño -ó, dejó que Abraham mate a Kilian frente a todos; es tu decisión. La única decisión que no pueden tomar es la de no morir, aquella no existe…

Zaid colocó su mano en su hombro -cálmate, tienes que concentrarte -hizo una señal con su cabeza hacia donde estaban los Shinigami.