Guadalupe, julio 2013
Silvano, Carmelo y Lisandro habían tenido un violento enfrentamiento en el que Lisandro se había rifado una herida en el brazo y Silvano tenía un ojo que presentaba un muy feo aspecto, mientras que Carmelo había resultado ileso.
Carmelo y Lisandro se miraron, pero sabían que no había modo de detenerlo independientemente de lo grave que pudiese ser el traumatismo de su ojo. A Carmelo también lo preocupaba el estado del brazo de Lisandro, aunque éste le aseguró que podía continuar, de modo que se apresuraron a seguir a Silvano. No obstante, cuando escucharon la información que estaba dando Mauro, los tres sintieron que no podrían volver a moverse, pero eso solo duró unos pocos segundos.
Si bien la mayoría de los involucrados en la misión de rescate, tenían buenos motivos para sentirse horrorizados con lo que acababan de escuchar, no era el caso de sus oponentes a quienes en cualquier caso aquello no importaba ni habían escuchado nada, así que los primeros tuvieron que salir rápidamente de su momentánea parálisis y continuar en lo que hacían. Silvano había saltado por la ventana con solo un objetivo en mente, y sin tener en cuenta que aquello no había terminado y que seguían atacándolos, así que Carmelo y Lisandro tuvieron que esforzarse en cubrir la desesperada carrera de Silvano.
Luciano por su parte y a pesar de toda su experiencia en situaciones caóticas, y aunque había demostrado durante las mismas poseer una pasmosa sangre fría, por unos segundos la perdería debido a las dos imágenes que irrumpieron en su mente; una era la de Giulio y la otra la de Kelly, y a ninguno de los dos podría decirles aquello. Sin embargo, fueron las voces de Bianco y Valentino las que lo sacaron del abismo en el que había caído.
Todo esto obedecía a que Bianco había llegado por el lado opuesto justo cuando se daba la noticia, y aunque en lo que primero había pensado era en Kelly, no había dejado de prestar atención a lo que sucedía a su alrededor, y había visto al sujeto que Luciano había estado apuntando, levantar el brazo en cuya mano aun sostenía su arma, de manera que aparte de la voz de advertencia hecha a Luciano, también había accionado su arma volándole la mano al hombre. No obstante, aquel era un individuo preparado para la guerra, de manera que no se preocupó y de hecho cualquiera habría pensado que ni siquiera se había enterado de que acababa de perder una mano, sino que con la otra extrajo un cuchillo que terminó en la región inguinal de Luciano. Esto había sucedido en poquísimos segundos y Luciano parecía no haberse enterado hasta que las voces de sus compañeros se abrieron paso en su cerebro, y a continuación se sintió hecho a un lado por Valentino mientras que Piero pateaba con furia la cabeza de Cash que era quien acababa de herir a Luciano, y acto seguido colocó su bota sobre el cuello presionándolo hasta romperlo.
Pero aquello era más fácil decirlo que hacerlo como comprobarían a continuación.
Si tocar a Piero era malo, hacerlo con Luciano era mucho peor, porque mientras el primero conservaba la lucidez, el segundo parecía perderla y reaccionaba de la peor manera, así que Valentino terminaría en el piso.
En la sala situacional de Punta Dorada, y aunque todos los que observaban parecían de piedra, al escuchar las apresuradas órdenes y en el caso de Ángelo, aparte de la espeluznante noticia de que Damila había sido herida, escuchar que Luciano también lo estaba, pareció sacarlo de su abstracción y a continuación demostró una vez más de qué estaba hecho, porque hizo a un lado el dolor que estaba destrozando su corazón y sacudió el hombro de Favio.
Quizá los que escuchaban pensasen que solo quería proteger a su sucesor, pero Nino, Luigi y Alessandro sabían que lo que intentaba hacer era evitar una catástrofe mayor, porque si Giulio se enteraba de lo sucedido iba a enloquecer y las cosas iban a complicarse mucho más de lo que ya estaban. No obstante, Gino y Emiliano tal vez habían pensado algo parecido, porque justamente estaban pidiendo apoyo aéreo para sacar a Giulio de allí.