Punta Dorada, agosto 2013
El asunto Samuel y si bien Ángelo había aceptado las condiciones de Luigi, aun le tomaría un par de días más, porque Albano no tenía ningún talento para fingir una amistad que no existía, de manera que después de mucho pensarlo, éste decidió recurrir a otro de sus hijos.
Los gemelos Genovesse a diferencia de los gemelos Del Piero que a pesar de ser idénticos también, exhibían diferencias muy visibles, con los primeros y desde siempre, la distinción había sido una tarea ímproba, porque, aunque obviamente tenían personalidades diferentes, como era algo que no podía notarse a simple vista, nadie había sabido nunca quién era quién y así seguía siendo a menos que ellos decidiesen lo contrario. No obstante, tanto su padre como aquellos quienes interesaban, conocían los puntos fuertes o los débiles de cada uno. Arezio era hablador, visceral y volátil, mientras que Albano era cerebral y controlado, pero enormemente peligroso. Otra característica de Albano Stefano, era su habilidad para mentir, y era quien se hacía cargo de eso cuando él y su hermano habían llevado a cabo alguno de sus célebres disparates. De manera que fue por lo anterior que Albano decidió recurrir a él para llevar a cabo la otra parte del plan, aunque primero decidió consultarlo con Ángelo.
Ángelo estaba acertado y al mismo tiempo no, porque Albano no era de la clase que ejecutaba órdenes con las que no estuviese de acuerdo y era algo que habría podido decirle Luciano, pero en lo que sí acertaba era en que si él le daba una orden, el chico la acataría no por obediencia, sino porque se trataba de él. Albano se dio por satisfecho con aquella explicación e hicieron llamar al GA.
Albano Stefano al igual que su gemelo, quienes aquella navidad cumplirían treinta años, a diferencia de Luigi y Nino que eran muy parecidos a la rama familiar Del Piero, aunque habían heredado también mucho de los finos rasgos de los Argento, eran los más Genovesse de su familia. Según lo que sabían, Antonio Genovesse quien había contraído matrimonio con Ángela Del Piero uniendo a estas dos familias, había sido el clásico siciliano de piel tostada y ojos oscuros, pero si bien no había poseído los atractivos rasgos de los Del Piero, alguno debió tener para haber dado origen a una dinastía de sujetos que eran portadores de una varonil apostura aderezada por aquel halo de peligro que los gemelos Genovesse habían heredado en todas sus partes.
Albano llegó a las oficinas del Consorcio y después de bromear con Antonio, porque él, a diferencia de su hermano, no estaba para nada preocupado por aquella llamada, como no lo había estado nunca antes cada vez que su tío lo llamaba, entró con tranquilidad al despacho.
Después de los saludos, Albano tomó asiento, encendió un cigarrillo y se dispuso a escuchar las razones por las que había sido citado. Tal y como había pensado Albano padre, al chico no le gustó de manera especial lo que le estaban exponiendo, pero no se puso a vociferar como Luigi, sino que escuchó hasta el final comprendiendo lo delicado de la situación, y siendo que lo que más le interesaba era recuperar a Kelly, no le importaba tanto el cómo, pues en su opinión lo importante era tenerla de vuelta, y más que por él, ya que su relación con ella no había cambiado, era por su tío. De manera que no opuso objeciones y una vez que su padre terminó su exposición, estuvo dispuesto.
Tanto la mirada como el tono utilizado por Albano, eran unos que ambos hombres conocían bien y que hacían sentir al destinatario de los mismos como un auténtico imbécil, de manera que no dijeron nada, sino que se dispusieron a esperar para ser amablemente instruidos por aquel peligroso muchachito.
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Editado: 26.06.2022