CAPÍTULO 3 - Un reencuentro inesperado

En aquel momento cuando él apareció mi mente no razonaba, mi corazón empezó a latir tan rápido y en el estómago sentía cosquilleos como si tuviera mariposas, ya no podía pensar en dada mi mente estaba perdida es aquel muchacho, pero si podía notar algo en sus ojos como si estuviera decepcionado o desanimado.

-(Andrés) Hola, esto que haces en mi casa.

-(Karen) Yo Mmm pues estoy de tutora con esta pequeña, pero ya me iba tranquilo.

-(Andrés) No tranquila termina de hacer tus cosas y si no tienes prisa quédate a cenar con nosotros.

-(Karen) Enserio gracias pero no quiero ser una molestia.

-(Mariana) Hay vamos Karen quédate así me puedes seguir enseñando a tocar guitarra, además es la primera vez que mi hermano deja que una chica se quede a cenar con nosotros.

En esos momentos y en ese instante sentí que me iba a morir, pero a la vez sentía que esta sería una buena oportunidad para poder agradecerle a aquel chico que me ayudó unos días antes.

-(Karen) Bueno está bien me voy a quedar.

-(Mariana) siiiiiiiiiiiiiiiiii, si ves hermanito yo si sirvo para convencer a las chicas no como tú.

-(Andrés) Hey como que yo no las puedo convencer.

-(Karen) Bueno pero si me voy a quedar a cenar con ustedes deberíamos presentarnos ya que yo no se me tu nombre.

-(Mariana) Hay dios enserio hermanito y donde están tus modales a ver preséntate bobo.

-(Andrés) A si perdón, mucho gusto señorita me llamo Andrés y usted bella dama.

-(Karen) jeje, mucho gusto Andrés yo soy Karen y el gusto es mío.

-(Mariana) ya ahora si vamos a tocar la guitarra.

Hay en esa tarde yo diría que fue muy divertida y el sentir que tenía amigos me hizo tener un poco más de confianza y empezar a conocer a los demás chicos de mi salón a ver si podía hacer más amigos y empezar con una nueva vida siendo sociable, esa tarde fue inolvidable para mí ya que fue una oportunidad para abrirme y ser alguien diferente, pero sin embargo algo no cambiaba entre ese chico ya que en sus ojos se notaba una tristeza o decepción tan grande que no podía dejar de pensar que avía pasado para que sus ojos no sean felices como los de su hermana Mariana, después de que Mariana y yo tocábamos guitarra y jugamos un poco juegos de mesa empezamos a ayudarle a Andrés a cocinar ya que algo en que nos caracterizamos las mujeres es en la cocina o eso dicen mis tías y mi abuela, y como decía el dicho de mi abuela ´´un hombre en la cocina huele a popo de gallina´´.

Después de haber estado en la casa de él y de pasar una linda tarde con Andrés y Mariana cogí camino para mi casa, la noche estaba linda el cielo está lleno de estrellas y la luna estaba brillando demasiado, así que decidí ir a mi escondite secreto, hay era una chica diferente o eso pensaba yo, hay en ese lugar era tranquilo los pájaros cantaban y un pequeño arroyo calmaba mi estreses la brisa era calmada y con ella sonaban las hojas de los árboles y arbustos era tan lindo como la noche. 

No se la verdad porque ese mi lugar favorito, pero solo sé que estando hay encontraba una forma de ser yo y de poder fusionar mi música con el cantar de los pájaros y la suave melodía del arroyo junto a mí, en ese momento saque mi guitarra de la maleta y empecé a tocarla mientras cantaba una canción de la que me sentía identificada desde que la escuche por primera vez without me.