La puerta de mi habitación se abre de golpe y veo entrar a mi madre junto a mi padre.
¿Qué querrán ahora?
—Buen día —saludo mientras me levanto de la cama
Me pongo el polo que esta sobre la silla y espero a que alguno de los dos me diga a que vinieron.
—Estoy cansado de tu actitud de mierda, eres mi hijo y te quiero, pero no estoy dispuesto a soportar tus malcriadeces.
¿Malcriadeces? ¿Actitud de mierda? ¿Dónde quedo el lenguaje pulcro del presidente?
Me rio y lamo mis labios levemente antes de contestar.
—Uy, pero que humor te traes hoy presidente —digo sarcástico. —Y si hablamos de cansancio, yo también estoy cansado…no, yo estoy harto de nuestra familia perfecta, de la madre perfecta, del padre perfecto, del esposo perfecto, de la esposa perfecta, del hijo perfecto. No somos lo que aparentamos, o caso saldrás a dar tu mensaje a la nación diciendo que tienes a tu secretaria como amante y que te la follas en vez de estar trabajando. Si sigo aquí es porque aun tengo 17 años porque ten por seguro que apenas cumpla mis 18 años me largare. —digo algo alterado y en cuanto él intenta decir algo lo corto. —No trates de justificarte, ni tú ni ella. Ninguno de los dos tiene el derecho de reclamarme algo. Los respeto porque son mis progenitores, pero de ahí no me pidan nada más. Sigamos fingiendo que estamos perfectos, pero no traten de querer saber de mi cuando nunca les ha importado eso. Tal vez en el pasado si, pero pregúntense algo, ¿Desde cuando no tenemos una cena familiar? ¿Desde cuando comenzamos a preferir el dinero antes que nuestro hijo?
Agarro mi toalla y me meto al baño dejando a ambos en mi habitación perplejos. Mi madre ni siquiera hablo y lo poco que dijo mi padre fue opacado por mi respuesta. Puede que muchos me digan que no estoy para juzgarlos, pero nadie se pone en mi situación. No es nada bonito saber que tu familia es fingida, no es bonito saber que las personas que mas amabas en el mundo se hicieron daño mutuamente y que tú sufriste el daño colateral.
El agua de la ducha cae sobre mi cuerpo y se mezclan con las lagrimas que caen por mis mejillas. Duele, duele pasar pro esto una y otra vez.
Amo a mi madre, amo a mi padre, pero no quiero seguir en la misma mentira que le venden al país entero, quiero ser la excepción, prefiero que me digan la verdad a mí, solo quiero que consideren que yo soy su hijo y tengo derecho a saber lo que ambos sienten. No me importa si ambos dejaron de amarse lo que quiero saber es ¿si me dejaron de amar a mí?
Ambos distantes, ambos tan cerca, pero tan lejos a la vez. Ellos dejaron muy claro que el dinero era mas importante que un día normal de su hijo.
Termino de ducharme y al salir los veo a ambos en el mismo lugar que los deje.
Los ojos vuelven picar y me trago las lágrimas, así como el nudo de mi garganta.
—No fui la mejor madre y lo reconozco. Nunca intente preguntarte nada por que mi dolor de mujer no me lo permitía, te heche la culpa de lo que no tenias nada que ver, intente vengarme de tu padre alejándote de mi y estuvo fatal. Cuando quise remediarlo tú ya tenias un concepto de mí, sé que es tarde para decirte que te amo con todo mi corazón, sé que es tarde para pedirte perdón por mis errores del pasado, se que no fui una buena madre, pero no me culpes de todo Aran. Soy tan culpable como él y se que no debo justificarme, pero te ruego que em comprendas —me dice mi madre al borde del llanto.
—No lo hago, no puedo comprender como una madre prefiere lastimar a su hijo antes de confrontar a su esposo, ¿Qué culpa tuve yo? No hice absolutamente nada, solo quería cariño madre, solo cariño. Era un niño en busca de amor, un niño que solo deseaba que su madre lo abrazara por las tardes y le lo ayudara en la tarea. —Le digo y siento como mis ojos se empañan por las lágrimas acumuladas.
—No fuimos buenos padres Aran, ambos lo aceptamos. Solo queremos empezar de cero, tanto tu madre como yo cometimos errores de los cuales estamos tan arrepentidos porque nos solo nos lastimamos entre nosotros, sino que te lastimamos a ti sin siquiera darnos cuenta. Es cierto que yo fui quien fallo primero, se que yo fui el detonante en esta familia, pero soy tu padre y te amo hijo. Aunque no soy el mejor padre del mundo, ni siquiera tengo el derecho a que me llames padre, te amo Aran, eres mi único hijo, mi mayor orgullo, eres la única persona en la que pienso cuando tengo algún problema. Su carita de 5 años diciéndome que todo estará bien se me viene a la mente en todo momento. ¿Crees que no te amo? Pues si lo hago, te amo mas que hasta mi propia vida.
—Yo quería a mis padres de niño, solo quería que ambos me abrazaran y jugaran conmigo como lo hacían antes, ya no se puede retroceder el tiempo. Nuestro pasado quedo en el olvido. —mi madre solloza y mi padre lo abraza. —Pero los amo y quiero construir un nuevo inicio, un inicio sin mentiras, sin condiciones, solo quiero a mis padres, quiero recuperarlos.
Las lagrimas caen por mis mejillas y los sollozos en la habitación son cada vez mas fuertes. Mi padre también llora y los tres nos abrazamos como no lo hacemos hace demasiado tiempo.
—Empecemos algo nuevo hijo, quiero recuperar el tiempo que perdí contigo —me dice mi madre.
Nunca los odié, nunca pensé en alejarme de ellos. Solo estaba dolido, dolido por su indiferencia y cuando se intentaron acercar los evite porque no quería ilusionarme de nuevo.
—Empecemos de nuevo.
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Editado: 01.04.2023