Prólogo

Katsuki es un estudiante de la UA mientras que el lindo Izuku estudia en una academia regular en búsqueda de alcanzar su sueño como chef. 

Izuku creía que Katsuki lo amaba y que estar juntos sería una experiencia maravillosa. 

La realidad fue otra, Katsuki comenzó a avergonzarse de que lo relacionen con un quirkles, lo negó una y mil veces, dejó de verlo,de ser cariñoso. 

Izuku siguió creyendo en el asombroso Katsuki, hasta que un día se dio cuenta de que ya no podía seguir ahí.

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Izuku había preparado la comida favorita de Katsuki, y con todo el amor que tenía por el cenizo le llevó el bento hasta la academia.

 Para su suerte Bakugo estaba en la entrada junto a un grupo de chicos, parecía estar agusto, así que Izuku inocentemente se acercó a ellos.

Katsuki se sorprendió al verlo, cuando Izuku lo llamó este fue de mala gana.

—Lárgate de aquí estupido Deku, te dije que no me buscaras en la academia, yo te avisaré cuando tenga tiempo para ti— gruño molesto con su novio y con una explosión destruyó aquel contenedor.

Izuku vio en silencio y con el corazón roto como el bento fue destruido y la comida cayó al suelo sin importar el amor que puso en ella. 

—Lamento molestarte Kacchan, no volverá a suceder— con lágrimas en los ojos Izuku se alejó.

Desde ese momento, ninguno de los dos sabía que el destino comenzó a separar sus mundos y para cuando se dieran cuenta, la vida los enfrentaría. 

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El tiempo pasó y Katsuki no le pidió nunca una disculpa. Todos tienen un límite, incluso alguien tan bueno como el peliverde. Lentamente dejó de esperar un mensaje, una llamada o alguna señal de vida de parte del cenizo. También dejó de buscar notas de su amado en páginas de héroes o de la UA misma. 

Katsuki por su parte siguió con su vida creyendo que Izuku era solo suyo y que lo esperaría hasta que el quisiera, sabía que con un par de palabras lindas y unos besos lo volvería a tener en sus manos, sabía que pronto su teléfono volveria a llenarse de mensajes cursis de parte del pequeño, pero no pasó y aquello lo consternó.

El tiempo fue más difícil para el cenizo, por primera vez en su vida y casi seis meses después de lo sucedido a las afueras de la UA decidió pedirle una disculpa a Izuku. 

Jamás creyó que alguien más sería quien le respondiera el teléfono. El enojo en él fue evidente para los que estaban a su alrededor.

“Maldito Deku, él no podía y no debía estar con nadie más, buscaría a la pequeña mierda y le dejaría en claro a quién pertenecía, también buscaría al bastardo que le respondió aquel mensaje y le daría la lección de su vida.”