Destinos entre lazados

Cap 97 un nuevo comienzo

Luis Mejía

Cap 97 un nuevo comienzo
 
--- En medio de todo ese ajetreo que tenía entre manos, sonó su teléfono al descolgar: respondió ¡halo! sin preocuparse quien era la otra parte. Al escuchar la simple palabra que provenían del otro extremo lo mortificaron más de la cuenta. 
--- ¡Quiero invitarte a cenar esta noche! Sorprendida levanto su cabeza para comprender, que era lo que estaba sucediendo y quien era la otra parte al reconocer la voz, no supo que decir o más bien, no sabía que resp: Aun no había pensado nada con respecto al asunto que los envolvía, además, Susana ya le había informado que los preparativos estaban listo, solo tenía que solucionar todas las cosas que tenía pendiente de su parte, para proceder cuando lo dispusiera, el día y la hora del escape, solo dependerían de ella; después de haber lo pensado, por algunos segundos donde la otra parte espero pacientemente su resp, sus piro, ¡está bien! pero tendrás que ser después de las 7:00, se levantó miro la calle desde su oficina mientras los autos pasaban y las personas seguían con su rutina diaria, regresando a su asiento. En estos momentos estoy ocupada y no podre posponer todos los pendiente finalizo sin dejar espacio a la negociación de la hora acordada. 
--- De acuerdo, paso por ti a esa hora, no queriendo compartir el mismo espacio, rechazo su oferta ¡no hace falta, solo envía la dirección y haya estaré! 
--- ¡Como quieras! fue su respuesta final para luego colgar. Alejandro, sabía que esta sería la prueba más dura que debería pasar durante su vida, su destino al lado de la mujer que había estado buscan y no había podido encontrar durante años; estaba por decidirse, todo dependía de lo que pasara esa noche. 
--- El resto de la tarde ninguno de los dos, se pudo concentrar en su trabajo en lo único que pensaban era en cómo abordar el tema que sin duda seria el motivo de la cena, los dos estaban confundidos sin saber qué hacer. Después de tanto pensar y mortificarse, el momento llego, a las 6 de la tarde Alejandro y María José salieron de sus oficinas directo al lugar de encuentro, Alejandro fue el primero en llega después de 25 minutos se vio ingresando a la mujer por la puerta guiada por uno de los camareros. 
--- Una vez estando los dos sentados recibieron la carta por parte de uno de los empleados, una vez hecho su pedido, quedaron solos, un silencio incomodo se apodero de la habitación privada donde se encontraban, ninguno de los dos, quería empezar una conversación, no había un tema en común del cual conversar hasta que de pronto Alejandro ¿cómo te has sentido en estos días en tu nuevo trabajo? Preg con curiosidad y sofocar el ambiente tenso que los asfixiaba. 
--- La repentina preg tomo a la mujer por sorpresa, mientras tomaba un sorbo de su copa de vino. María por poco lo de vuelve por la sorpresa hecho que causo una leve sonrisa en los labios de Alejandro. ¿Acaso le importa mi trabajo? Se preguntó de manera inconsciente en su cabeza, rápidamente se recuperó de la interrogación hecha ¡bien gracias! es un poco difícil pero creo que le he tomado el ritmo respondió; al ver, , que el ambiente, ya no era tan sofocante, María José se fue relajando poco a poco y también comenzó a preguntar cosas acerca de su vida, ¿cómo van las cosas con tu familia? espero que no te estén causando problemas. 
--- No es gran cosa, saben que no pueden hacer nada. De esa manera en medio dela charla, preguntas y demás temas tratados que no solo tenían que ver con negocios familia si también de otros asuntos, relacionados con las fundaciones y organizaciones benéficas de las cuales su madre se hacía cargo. 
--- La noche trascurría en medio de preg ocasionales del trabajo tanto para el uno como para el otro, pero había una cosa que aún no los dejaba tranquilos, el tema principal esa noche. María José miraba en los ojos de su esposo la desesperación por abordar el tema; pero, no se atrevía, antes que se volviera a instaurar aquel silencio incomodo del comienzo de la noche, uno de los camareros empujo la puerta con cuidado, arrastrando consigo un carro con diferentes bandejas y platos. Dirigiéndose hacia ellos, comenzó a servir la cena. 
--- una vez termino de retirarse se podía sentir el olor exquisitos de los platos preparados por los chef del lugar. “cenemos” escucho decir de los labios de su esposo; quien, al escucharla levanto su mirada y se sintió avergonzada por a verse dejado deslumbrar por la exquisitez que exudaba la comida, se sonrojo y acepto con un asentimiento de cabeza, procediendo a ingerir los alimentos de manera tímida. 
--- Al terminar de comer, y estar una vez más solo en la habitación sin la interacción de los camareros y empleados, los momentos más incómodos que podría existir “perdón” se escuchó de repente. 
--- María José quedo estupefacta esa sola palabra la aturdió cuantas vez había deseado escuchar esa sola frase de los labios de su abusador; aunque, eso no era suficiente para calmar la ira que la consumía y el miedo que la agobiaba, de repente de sus ojos salieron lagrimas sin previo aviso, que caían por sus mejilla como cascadas. Restregando sus ojos y sollozando, resp no puedo aceptar lo que me dices, no sabes el dolor que me causo esa noche, no sabes por lo que tuve que pasar, mientras cuidaba de mi hermana, cubría la deuda de mi padre con el alcohol y el juego; aunque, la culpa no sea toda tu responsabilidad, no puedo aceptarlas, una vez finalizada sus palabras quiso marcharse del lugar, pero, Alejandro la detuvo. 
--- Quédate, al menos quiero que me des la oportunidad de explicarme, le dijo al ver que se levantaba de su silla. 
--- ¿Que medirás? Preg ofuscada: ¿que estabas drogado y no es tu culpa? eso ya lo sé; pero, aun así no te quita la responsabilidad de lo que me hiciste esa noche. 
--- Ya sé que te enteraste de lo sucedido entre los dos en el pasado, Fran, te lo contó todo antes de su muerte, también sé, que no hay disculpa alguna que pueda servir para remediar mi culpa, pero si quiero que tengas en cuenta, que no fue por mi propia voluntad, esa noche no era yo mismo, no te hubiera asaltado si estuviera en mi sano juicio te juro que nunca, ”suspiro” se froto el medió delos ojos; además, todo lo que hice para llegar al resultado final que termino con nuestro matrimonio lo hice sin saber quién eras, aclaro. La razón, era que siempre había estado buscando a la mujer de aquella noche, solo ella seria mi esposa quería remediar mí error y hacerme responsable, desafortunada mente, el destino fue cruel, no solo contigo y tu familia también lo fue con migo no poder ver la verdad aun cuando la tenía delante de mis propios ojos, la mujer que tanto daño había hecho, todo el tiempo estuvo justo en frente de mí. ¿Crees que eso no me perturba?, ¿crees que me ciento cómodo viéndote cada día? ¿Que no siento remordimiento que la culpa no me carcome por mi pecado?; pues no, no estoy bien, quiero tener una vida contigo, quiero una familia, quiero hacerte feliz el resto de tu vida. 
--- María José quedo sorprendida ante su declaración, no sabía cómo responder a todas sus dudas y cuestiona miento pensaba que solo ella sufría por lo sucedido; aun así, solo escucho sus palabras sin interrumpirlo quería saber cómo resp una vez hubiera terminado, si debía perdonarlo u odiarlo. Pero no fue ni lo uno ni lo otro, en su cabeza y mente solo había sentimientos encontrados por sus palabras y lo sucedido.



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En el texto hay: conspiraciones mentiras secretos

Editado: 31.08.2023

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