3 años antes. La Luna.
Todo empieza por algo, o alguien. En este caso fue por alguien, por Kelly. Kelly era una Guardiana sin equipo, vagaba solitaria junto a su espectro los planetas, no era buena en Crisol así que no participaba mucho ahí.
Oscar y su equipo decidieron viajar y explorar La Luna, lugar donde no imaginaban encontrar la Guardiana que completaría el equipo.
--En hora buena. Llevábamos mucho tiempo sin pisar la Luna. —Suspiró el espectro de Oscar mientras el equipo bajaban de sus naves.
—Nada mal para pasar unos días, pero... no querría vivir aquí. —Respondió Oscar desenfundando su arma.
—Morir sería más probable.
—¡Vaya ánimos! —Exclamó Raquel, la hechicera del equipo.
El equipo invocaron sus Colibrís y empezaron su patrulla sobre la superficie lunar. Las únicas amenazas sobre la superficie eran sólo Los Caídos y tropas de Colmena. Escorias y Lacayos son los más probables de topar.
Mientras avanzaban en sus vehículos. Katia, una cazadora del equipo se le ocurrió la idea de crear una carrera entre ellos.
—¿Qué les parece, cinco kilómetros? —Los demás aceptaron la propuesta—. Espectro, marca la meta. —Ordenó.
Los espectros marcaron el tiempo de salida, y arrancaron. Raquel tomó la delantera al rebasar a Katia. Los Titanes Aveline y Edward se disputaban el tercer puesto.
—Para haber más adrenalina, se vale presionar a los rivales y empujar sus Colibrís. —Sugirió Aveline, y todos aceptaron.
Con la nueva regla agregada, Aveline y Edward decidieron colaborar para embestir a Oscar por cada lado y hacerlo caer.
—Ya sé sus planes. —Bajó la velocidad, haciendo los Titanes chocaron entre ellos y perdieran el control de sus vehículos.
Oscar robó la segunda posición a Katia y sólo quedaba Raquel que se mantenía en primera posición. Mientras ellos seguían en su carrera, no se percataron que pasaron cerca de una Guardiana, pero esta Guardiana si se percató de ellos.
La Guardiana Kelly al ver la estela que dejan los Colibrís decidió perseguirlos con su vehículo. La carrera estaba por cesar. Raquel y Oscar seguían disputando la delantera, sus Colibrís empezaban a dañarse debido a los choques laterales que ambos hacían.
Aveline que llevaba la última posición se percató del seguimiento de una sexta Guardiana y bajó la velocidad.
—Oigan, esperen. Una Guardiana más nos viene siguiendo. —Informó a través del canal de equipo.
Edward y Katia también se detuvieron pero los Hechiceros no escucharon y seguían en la carrera.
—Yo me encargo. —Sacó su francotirador y disparó al Colibrí de Raquel.
—¿Qué pasa, Katia? —Preguntó dejándole la delantera a Oscar.
Raquel volvió con los Guardianes atrás, sólo quedaba Oscar acelerando. Raquel le llamó y él volteó sin bajar la velocidad, una Vándalo Caído se cruzó en el camino de Oscar y el Colibrí impactó con el Vándalo haciendo caer al Guardián.
—¿Qué ocurre, Raquel? —Preguntó desorientado estando en el suelo.
—Una Guardiana más, anda y ven.
El Guardián se levantó y recogió su arma para lograr volver con los demás y conocer a la nueva Guardiana. La sombra de Naves Ataúd de la Colmena se dejaron ver y tomaron por sorpresa al equipo.
—Muy bien, Guardiana. Espero tengas entrenamiento para estas situaciones. —Habló Raquel con firmeza observando cómo las tropas descendían.
Decenas de Lacayos avanzaban en manada para atacar, una manada logró derribar a Katia y estos le atacaron con sus afiliadas garras las cuales dañaban poco a poco su armadura.
Aveline le ayudó con esos Lacayos y los mató con su cañón de mano. Katia estaba bien, pero bañada en sangre de alienígena.
—Rápido, no es hora de dormir. —Ofreció su mano para ayudarle.
Katia tomó su mano y ambas se encargaron de los Lacayos mientras el resto se encargaban de los Acólitos: criaturas con ojos brillantes y piel de huesos con armas distantes.
Después de un tiempo descendieron Magas de las naves pero estas no duraron nada por los disparos preciso de Kelly. Con su Súper de Pistolero que convierte un simple revólver en un potente revólver con balas flamígeras.
—Muy bien. Gracias por eliminar esas Magas. Al parecer se están yendo. —Habló Oscar.
Todos guardaron sus armas y se reunieron con la Guardiana Kelly para poder presentarse bien.
—Entonces, Guardiana... ¿cómo te llamas? —Interrogó Raquel.
—Kelly.
—¿Tienes equipo o eres un lobo solitario?
—Por el momento solitario. No he logrado tener un equipo, no soy muy buena como Guardiana y pésima en Crisol. Los otros Guardianes no aceptan a una novata como yo.
—Entonces únete con nosotros —ofreció Oscar—. Nos hace falta un integrante para estar registrados como equipo oficial.