Destiné

CHAPITRE 22...

Ashton...

Mi puesto era la presidencia, ser la cabeza entera de todo un edificio, de toda una compañía entera, debía estar atento desde quien salía hasta el que entraba, que entregaban hasta como lo hacía, debía revisa las facturas de compra, la caja de ingresos y egresos, comercializar, reuniones, socos, trabajo, cansancio, estrés...

Suspire pesadamente y como si eso lo fuese a ayudar gruñí por lo bajo y tome mi cabello entre mis manos estirándolo brutalmente, mis pies sostuvieron mi cuerpo a medida que me acercaba a la ventana.

Y mi corazón era un montón de cosas, mi mente iba y venía, tomaba un tema y luego otro, se mantenía en diferentes vistas, para luego volver al mismo lugar.

Casi no tenía tiempo siquiera para ver las... estrellas...

Como aquella noche...

Aquella noche, la oscuridad daba el fondo perfecto para las luces más hermosas del universo, las estrellas eran infinidades de esferas relucientes que invadían nuestro pequeño mundo, dándole una pizca de magia a nuestra vida.

La Colina Támesis definitivamente era lo que más recordaría...

-es realmente magnífico- musite.

-nunca antes has ido a uno? - cuestiono incrédula.

-digamos que, en mi ciudad, las cosas son un poco más serias, trabajos, bares, cine, nada de miradores ni tiempo para deslumbrarse con la naturaleza-.

Las cosas jamás fueron iguales... ese no era mi lugar, no debía estar... ¿allí?

-ponerte en las calles es peligroso a esa hora, te pueden pillar y tomar tu dinero, llevarte tus pertenencias e incluso secuestrarte, cada minuto en esos lugares valen oro y vidas-.

Fueron cuestiones de segundo cuando el rostro de la estrella más hermosa de la cuidad mostró una sonrisa, de pronto parecía haber desaparecido de aquí y reaparecer en otro lugar, suspiro nerviosamente.

Y... Dios, cuando sonrió... juro que las estrellas lo notaron por que se acercaron más de lo normal, las sentía frente a mí apreciando el mejor espectáculo que un satélite pudiera darte.

-entonces... Me alegra que tu primera vez sea conmigo – agrego simple y magníficamente.

Y aquella vieja esencia apareció...y era como... volver a ser niño, volver a emocionarte por que encendieran el árbol de navidad, volver a emocionarte por saber que serías el que encenderías ese arbolito, pero, ahora, ahora no era un árbol de navidad... y prometería por las estrellas que alumbran este cielo, por la noche que nos arropa y la luna como testigo, que el espectáculo de constelaciones más hermoso estaba en la tierra, que una estrella había caído del cielo, que cuando pedí mis deseos me mandaron la maravilla del milenio.

Porque aquel desafortunado que no haya visto la belleza de sus ojos, la dulzura de sus labios y el rostro perfecto de esta chica, estaba totalmente perdido de la verdadera vida, porque....

Literalmente me halló en la edad de las estupideces...

Y me complace anunciar que estúpidamente me he enamorado de la chica más hermosa del planeta.

- a mí también, pequeño satélite-.

Alexa Collins, tu sonrisa siempre estará en mi mente y mi alma.

-Jefe Clark-

Pero aun así esta realidad era cruel, vivir él ahora era cruel, sentir su rencor hacia mí era totalmente cruel.

-Alexa, ¿estas segura que estas bien? –

No podía ignorarla, mis ojos se deslizaban a ella de vez en cuando, cada que recogían papel la mirada, cada que me ayuda, cada que se reflejaba en el espejo y miraba su forma de ser.

-No te debes.... Preocupar por mí-

Musito como si le acabara de hacer daño, como si algo la hubiera aturdido de manera brutal.

-no....no....no te entiendo Ashton, intento hacerlo, pero, me es difícil-

En aquel momento mi corazón empezó a tender de un hilo, sus ojos destilaban la ira pura, su respiración entrecortada... y ella totalmente furiosa.

-Porque preocuparse tanto por una tonta Universitaria, porque hacerlo-

¿Tonta?

Esta chica me estaba tomando el pelo.

-Alexa, eres alguien muy especial y lo sabes-

Lo sabes perfectamente... Alexa Collins.

Dios... eres mi vida, mi sueño, mi meta, solo... quiero verte graduar, estoy tan emocionado por ti, estoy tan feliz, porque estas cumpliendo un sueño, que haría todo lo posible para que nadie aplaste tus sueños.

Yo me encargaría de hacerte feliz... Porque ahora mi vida eras tú...

-Señor Clark-

Hasta ahora me había ignorado por completo la voz de Cassandra, visualicé su esbelta figura en el pasillo, fruncí mi ceño y erguí mi espalda dándole toda la atención posible.

- ¿Sucede algo? -

Cuestione.

Aunque aún mi mete tuviera atado a un hilo rojo muy insistente.

-Señor Clark, necesito saber a qué hora será la reservación con el señor Gardner-

Cerré mis ojos y gruñí por lo bajo, la reservación en el hotel Madison, lo había olvidado por completo...