Phoebe Jones.
Me encontraba caminando hacia el parque que ví anoche, escuché a dos señoras conversar sobre una feria que se realiza cada año dónde están todos.
Eso significa que me será fácil ver a todos en un mismo lugar, y como soy muy observadora podré saber un poco de ellos.
Al llegar observo todo, es grande, los árboles rodean el lugar y hay varias carpas armadas. Hay muchas personas viendo las diferentes manualidades.
Ninguna de aquellas personas llama mi atención, comienzo a recorrer el lugar y veo a dos chicas aproximadamente de mi edad discutiendo. Me acerco haciéndome la que veo las pequeñas flores que venden y trato de escuchar.
- Te dije que hace días no lo veo.- susurro- Es raro el siempre va a casa por las mañanas a despertarme.
- No lo conoces bien.- le dijo cortante la otra chica.
- Claro que lo conozco bien. Es mi novio.- su voz se elevó un poco.
- Eres tan ilusa...- luego de decir eso se fue.
La alfombra.........
Al final no pude ver qué había, culpa de aquel intento de chico intimidante.
Debería ir a ver hoy, aún que no se, tengo cosas que hacer.
#
Camino por aquel tranquilo bosque, tratando de recordar el camino para llegar a lo que creo que es una alfombra por qué no estoy segura. Mi curiosidad ganó pero eso tenía algo bueno. Si aquel supuesto chico estaba ahí significaba que este pueblo no es tan tranquilo después de todo.
Iba pensando en cómo llegué hasta donde estoy.
Era una niña tranquila e ilusa. Decía que iba a estudiar de doctora por qué quería ayudar a las personas pero acá estoy. Pasaron los años la "niña" tiene 17 y está buscando a su próxima víctima. Las vueltas de la hermosa vida.
Pero...si lo hicieran otras personas sin ningún motivo no tendría sentido ¿No?
Al principio tenía una razón, encontar al asesino de mis padres y matarlo de la peor manera, cosa que logré, pero ¿y ahora? Es lo único que tengo. Sin esto no sería nada. Años practicando para llegar hasta aqui. Tal vez no era el futuro que quería pero hasta acá llegué. Pase todos estos años practicando el uso de todo tipo de armas, aprendí a pelear, manejar, matar, ser astuta y no me quejo.
Las malas personas me hicieron llegar hasta acá y ahora que no se quejen sin por casualidad se encuentran conmigo y los quiero matar.
Nunca eh matado a algún inocente. Las personas a las que mate tenían oscuros secretos pero caminaban entre todos con hipócritas sonrisas, nunca me arrepentiría de lo que hice.
Llegué hacia donde estaba la alfombra, creo que es eso así que vamos a decir que lo es, y no estaba.
La verdad me lo esperaba. Idiota.
-No se por que me imaginaba que estarías aquí.- me sobresalté al escuchar aquella potente voz.
- Ah el idiota del otro día....-digo sin interés.
- ¿Esperabas que la dejara aquí luego de que te ví? Creo que la idiota es otra.-dice en tono divertido.
- En realidad no, pero no pierdo nada por venir a ver.
- En eso estás equivocada, podrías perder mucho, cariño.- dice con voz impostada.
- Mira como me importa...-le digo sin interés.- tengo cosas más importantes que hacer adiós.-
Me doy vuelta y me alejo lentamente.
- Por cierto me llamo Ronald.- no me doy vuelta solo sonrió.
Camino hacia la cabaña tranquilamente en esa oscuridad que me encanta.
Al llegar me tiró a la cama y me pongo a pensar. Quisiera dormir pero las pesadillas hace días no me dejan.
Estoy muy cansada física y mentalmente.
Veo una foto en mi mesa de noche y sonrió nostalgicamente. En ella salen mis padres conmigo en un parque.
Mi madre era tan hermosa,sus ojos miel,su piel pálida y con 2 lunares en cada una de sus mejillas, ese largo cabello castaño claro que me encantaba. Nunca entendí el porqué no me parezco a ella. Me molesta y mucho saber que al menos jamás la olvidaría si me pareciera a ella aunque sea un poco.
Mi padre en cambio era rubio, ojos celestes como el mar al que prometió llevarme pero no pudo. El era muy amable, ayudaba a cada persona que podía no se por que les tocó ese destino.
Ellos son los mejores padres que pude tener.
Era tan feliz cuando ellos estaban conmigo. Pero me los arrebataron, los mataron frente a mis ojos, frente a los ojos de una niña de tan solo 8 años.
Era una pequeña demasiado tierna y amigable. Ellos deben estar decepcionados de lo que soy ahora.
17 años y matando personas a sangre fría.
Mi cabeza me repite una y otra vez que son personas malas pero ¿quién soy yo para decidir si mueren o no?
Con esos horribles pensamientos y mi cara llena de lágrimas me duermo.
*
- papi mira ese perro, es gigante- le digo saltando alegremente.
- ¿Quieres tocarlo?- me pregunta con una dulce sonrisa.
- Si papi siiii-
Va a hablar con los dueños del perro y me llama.
- Se llama Draco.- dice el chico.
Le sonrio y acarició al gran perro.
Luego todo el cielo se vuelve gris y comienza a llover y de repente ya no estoy en el parque, estoy en mi vieja casa.
Observó todo y es el asesino de mis padres disparandoles.
Quiero detenerlo pero no puedo.
Luego aparezco en un bosque y siento que me observan. Se me va el aire, no puedo ver bien. Corro tratando de salir de aquel horrible lugar pero me doy cuenta que es el bosque donde esta mi cabaña, la busco pero no la encuentro, es como si no estuviera. Comienzo a respirar mejor pero mi vista se nubla unos segundos y cuando puedo ver bien estoy rodeada de personas. Esas personas están tan lastimadas que no podrían estar vivas. Y no lo están.
Son a quienes mate. ¿Por qué están aquí?
Se acercan y trato de correr pero estoy rodeada. No sé que hacer.
Grito pidiendo ayuda después de tanto tiempo y nadie aparece.
Tengo miedo. Es algo que no sentía hace mucho.
#8526 en Thriller
#4799 en Misterio
misterio, misterio accion aventura confusion, misterio amor drama
Editado: 21.03.2021