Capitulo 4

                                                         El tedioso internado

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Hoy tendría que ir a Hadwood para conocerlo y localizarme un poco a la hora de instalarme allí.

Era un recorrido.

Si, recorrería ese tedioso internado de verano. Mi perspectiva de ese lugar cambió desorbitadamente desde mi accidente, y no pensaba nada bueno de él, de hecho, a la sola mención de ese sitio y algunos escalofríos llegaban a mi cuerpo ¿la razón? estoy loca, o eso era lo más probable según yo. Pero cómo había insistido tanto en ir allí y papá había trabajado mucho para pagarnos la matricula de ese internado tenía que tragarme esas palabras que rogaban por salir, porque estoy segura que si le digo que no me siento a gusto con ese lugar él inmediatamente me preguntará el porqué y otras cosas más, cosas que no quiero responder.

Pero al no querer ser llamada por Sam de nuevo deshice esos pensamientos y me terminé de vestir de manera rápida. Tomé el camafeo de oro con perla a los lados y lo guindé n mi cuello. Ese camafeo era la cosa que yo apreciaba y protegía más que mi propia vida, fue una de las últimas cosas que mamá me regaló.

Eché un vistazo a mi atuendo en mi espejo y suspiré con pesar al no sentirme conforme con mi vestuario, así que caminé hacía mi armario y saqué mi chaqueta negra de cuero bastante pegada a mi cuerpo. Luego corrí hacía la planta baja al escuchar a Sam llamarme.

- ¡Al fin te dignas a aparecer¡ - dijo mi hermana soltando un pequeño bostezo - Llevo dos siglos esperándote. - me miró de pies a cabeza e hizo una mueca de disgusto - Oye, no me digas que ese es el outfit que llevarás a Hadwood.

Al no responder ella obtuvo su respuesta. Importándome poco lo que mi hermana iba a decirme me fui de la estancia a la cocina a paso apresurado, dejando a Sam con las palabras en la boca. Aunque desgraciadamente eso no fue suficiente para callarla.

- Hannah, no te ves mal, o bueno, no tal mal, pero es mucho mejor verse perfecta, porque ¡vamos¡ llevarás unos jeans negros desgastados con un polo rojo y unos Vans negros brillantes, y ni hablar de la chaqueta. No te ves cómo deberías verte para ir a el recorrido.

- Pero por supuesto que sí me veo bien. Además, así debería verme para el recorrido. Los requisitos fueron muy claros, llevar un atuendo rojo y negro. Yo pienso que me veo bien, pero tú, pues te vestiste de forma demasiado extravagante. Recuerda que nada más irás a un recorrido.

- Pero hay que vernos exóticas y GLAMUROSAS si queremos ser populares y atrayentes. Igualmente, ambas necesitamos un novio, que nos compre ropa muy costosa y nos lleve a pasear en su auto de último modelo cómo hacía Mike antes de que...

- Tú Terminaras con él para tener más tiempo de cuidarme. - terminé de decir por ella con voz aburrida - Sam, sabes que te quiero pero, ya sabes mis planes, por el momento nada de pensar en novios ni nada de eso que me hará perder el tiempo innecesariamente, además, si tengo un novio no estaré con el por la tonta ropa o lujos que pueda comprarme, estaré con el por que...

- Hannah. - Regañó entre dientes - ¿Qué diablos te pasa? ¿acaso no sabes que nada haces estando enamorada con un chico que no te podrá dar regalos, ni ropa? ¿que no podrá llevarte en su auto porque no tiene? eso es una estupidez, eres hermosa, muchos chicos riquillos han querido salir contigo y tú te has negado cómo una idiota.

Rodé los ojos pensando en lo superficial que podría ser mi hermana a veces.

- Aja, lo que tú digas Sam. - esta chica sí que sabía irritar a alguien.

- En una hora papá llegará y dijo que no quería retrasos, por esa razón no te obligaré a quitarte esa ropa y a verte igual de bien que yo. - comentó de forma egocéntrica - Ah, y ven a mi habitación en cinco minutos para maquillarte un poco, quien sabe, hasta podrías dejar de verte cómo un zombie y verte cómo una chica de tu edad debería hacerlo.

Dicho eso se fue de mi campo de vista dejándome inmóvil y molesta.

Odiaba ser maquillada.

Odiaba lo superficial.

Odiaba tener que ser algo que no quiero.

Yo era una chica bonita, eso lo admitiré, pero, a veces mi vestimenta era infantil, solo un poco, y mi hablar de mi cabello, no se sí eso se llamaría así, yo lo catalogaría cómo : Una escoba, pero no cualquier escoba, no, una de esas escobas usadas por brujas.

Aunque no todo el tiempo mi aspecto era así, eran algunas veces en donde mi hermana no me obligaba molestaba, cuando ella lo hacía, me vestía de la manera más infantil posible. Todo eso solo para fastidiarla. La cuestión es que me interesa un reverendo aguacate lo que la gente piense o no de mí.