Esteban
Pasaron las vacaciones, vuelta a clases, mirar de nuevo a mis compañeros, a mis amigos, a Laura.
Pasé los días incomunicado con la sociedad gracias a que estaba en el campo con mis abuelos donde con suerte había televisión.
Mis días de vacaciones se resumieron en salidas a los pueblos cercanos, días de lago, atardeceres en el horizonte y algunos días que no parecían tener fin con las lluvias intensas que llegan en esa época del año.
Las noches cálidas de cielo despejado mostraban las estrellas de una manera preciosa como nunca las llegare a ver en la ciudad.
Recuerdo salir de noche con un manta sobre los hombros al patio para apreciar la oscuridad y mirar como pequeños destellos iluminaban el sendero que conducía a la carretera, mirar como estos se moviendo sobre mí y se perdían con las estrellas.
Las luciérnagas parecían bailar y como su destello al titilar era inconfundible en la lejanía se lograban apreciar cómo estas daban vueltas y se asimilaba a una danza.
Desde pequeño solía pensar que algún día podría compartir esto con alguien más, alguien que apreciara la belleza de la naturaleza y amara la perfección de la luna en todo su esplendor.
Sin duda las noches son las que más adoro de las vacaciones.
Pasaron dos meses y tener que volver a la escuela, sin duda mis amigos es lo que más extrañe, y los dulces claro.
Este empiezo de año empezó con varias sorpresas.
Empezamos con que Octavio y Emily son pareja y se demuestran lo mucho que se quieren siempre que me acerco a saludar.
Laura al parecer y no es tan recurrente con ellos por obvias razones.
Entraron dos chicos nuevo la aula, una chico de nombre Simón que es bastante agradable y una chica de nombre que desconozco con bastantes inasistencias.
Rara vez me encuentro con Laura por los pasillos del colegio ya que las veces que nos encontramos solemos terminar abrazados y con miradas perdidas por mi parte.
Ángel puede ser un poco melodramático en cuestión de que siempre sin excepción alguna cuando me cruzo con ella termino en sus brazos, inventado excusas con tal de irme, ya que un simple "me tengo que ir" hace que fuerces más el agarre sobre mí y cuando quiere saludar de mano no me suelta y me obliga a abrazarnos.
Ángel me mira mal y debes en cuando hace un comentario algo hiriente si ella lo escuchara, solo atino a defenderme.
-Llegando te bañas.- Y eso es lo que dice casi siempre después del encuentro con ella.
-Soy buen amigo, no puedo dejarla con los brazos abiertos o con la mano alzada, sabes bien como soy.-Dije mientras me acomodaba la gafas y algunos mechones de cabello que movió el aire al caminar.
-Entiendo eso pero todas las noches es lo mismo.
Parecía harto de ello, pero no es mi culpa que ella salga unos minutos antes que nosotros.
-No todas las noches, ellos salen normalmente después que nosotros, te apuesto a que pronto dejaremos de verla tanto como estos primeros días.
Pareciera que soy adivino, estos últimos días no me he cruzado con ella, con algunas de sus amigas si pero ella no parece estar presente en la escuela.
Pasando a otro tema que es más feliz.
Ángel se ha enamorado.
Se enamoró perdidamente de una chica que conoció por Internet, pareciera que es obsesión por ella pero a Daniel y a mí nos alegra verlo tan emocionado por cada nueva foto de ella o trabajo que realice.
Estamos de acuerdo que la felicidad de nuestro amigo es la nuestra y que yo seré el padrino de trago de la boda.
Las clases empiezan algo rudas pero parece que la mayoría salvará el semestre.
Con las fotos del título ya tomadas solo queda esperar a que todos lleguemos juntos a la graduación.
No falta más de medio año para acabar la preparatoria y empezar con la Universidad, sin mencionar que todavía no eligió que carrera estudiar ni en qué Universidad cursar.
Muy poco tiempo y una decisión que podría hacer que mi vida sea algo para alardear o para lamentar el resto de mi vida.
Solo deseo no despertar con 40 años con la revelación que vivo en un lugar que no me gusta en un trabajo que no es lo que yo quería por elegir una carrera universitaria errada siendo un adolescente.
Las vacaciones sirvieron bastante para relajarme pero el insomnio volvió a mí en cuanto llegue a la ciudad.
Con los días festivos, carnavales y desfiles que se realizan por tradición en mi ciudad las clases suelen ser muy rápidas y un poco agotadoras ya que la mayoría de trabajo y proyectos de gran importancia en la materia son pedidos casi al mismo tiempo y uno como persona es casi imposible hacer todo justo al mismo nivel y tiempo que los profesores desean.
Este curso parece ser sencillo pero como siempre nunca hay que confiarse de la buena voluntad de los profesores a la hora de evaluar.
La mayoría de mis compañeros de clase parece que se salvarán pero nunca falta uno o dos que nunca entrega trabajo o falla por alguna cuestión de tiempo o problema económico a lo cual los profesores no toman en cuenta.
Editado: 01.05.2020