Elizabeth.
—¡Muchas felicidades, Lizzy!—Teresa me da un pequeño y rápido abrazo.
—El mejor promedio de todo el instituto—dice papá con orgullo—. Mi hija es la más inteligente.
—Esta claro que lo heredó de su madre—se vanagloria a sí misma.
—Yo creo que fue más a su padre—susurra Saúl a Teresa sin que mamá lo escuche.
Leo esta apartado de nosotros.
La ceremonia de graduación ha concluido, y Mitchell no ha vuelto aun. Necesito que haga saber que no era real lo que vi, qué sólo fue una mala jugada de mi mente. Sin embargo el que tarde tanto me hace empezar a creer que no fue una alucinacion, que fue real y, qué está aquí, cerca de mi y que en cualquier momento me puede hacer daño.
—Estoy muy orgulloso de ti, mi niña—me dice papá.
—Teresa, ¿donde están los niños?—le pregunta mamá.
Me pongo tensa al pensar que...
—Clara los ha llevado a comprar algo, ambos tenían hambre—respondió Leo devolviéndome el alma.
Cameron esta en silencio a un lado de mi padre. Pude notar como todo el tiempo Leo le ha estado lanzando miradas de odio cada que hablaba con mi padre, o Saúl, o mamá. Esta claro que no le agrada, y tampoco se molesta en disimularlo.
Eso es algo que tenemos en común Leonardo y yo.
—¡Hola, familia!—Jane aparece abrazando a mi madre, alegremente. Su madre viene tras de ella.
—¡Jane, querida!—mamá le devuelve el abrazo—¡Muchas felicidades!
—Gracias, Beth—se señara sonriente de mamá.
—Tu promedio final fue excelente, Jane. ¡Te felicito!
Auch. A mi ni siquiera me ha dicho nada referente a él mio... Da igual, ya estoy acostumbrada a este tipo de acción por parte de mi madre.
—Me esforce mucho, aún que no lo parezca—se encogió de hombros.
—Todo tu esfuerzo valió la pena—mamá vuelve a abrazarla antes de que ella y su madre se retiren.
Cameron se ha apartado un poco con su presencia, lo que me recuerda lo que ha pasado entre ellos. Por segunda ocasión, vuelvo a sentir ese sentimiento de decepción.
—¿Dónde está Mitchell?—inquiere mamá—Lo vi salir desde que Elizabeth bajo del escenario y no ha regresado, y es hora de la foto familiar.
—Lo llamaron de la oficina—respondió Teresa de inmediato—, hubo un problema con uno de los empleados y debe resolverlo.
—Mi niño tan lindo y trabajador, como me llena de orgullo.
Leo rueda los ojos, confirmando así lo que Mitch me ha dicho esta tarde.
—Deberíamos tomarnos la foto familiar ya—
—Clara tampoco ha vuelto, madre—comento Leo.
—Hay que irnos acomodando para cuando vuelvan.
Clara regresa con los pequeños hijos de mi hermano. Ambos me abrazan por la cintura y justo en ese preciso momento, Mitch vuelve.
—Mitch, ¿Pudiste resolver el problema?—le pregunta mamá.
—Sí—me mira—todo está bien, era una falsa alarma.
Eso no me hace sentir mejor, significa que en cualquier momento puede pasar.
—Maravilloso, creí que tendrían que devolverse a la ciudad de México antes de lo planeado—comenta mamá.
Mitchell y su familia viven en la capital del país desde que se casaron.
—No, por ahora pasaremos unos días aquí—respondió.
—¡Estupendo! Ya qué estamos todos podemos hacernos una foto toda la familia junta.
Papá no dice nada, solo obedece a mamá cuando le pide que se acomode a un lado de Mitch para la fotografía. A Leo lo coloca a al otro lado junto a Clara, Teresa y los niños estarán junto a Mitch, por ser la más pequeña de estatura me coloca frente a papá, y ella se pone entre el medio de Leo y mi padre.
—Cameron, lindo—lo llama cuando ya estamos acomodados—¿podrías hacernos una fotografía?
—Pídeselo a los fotografos profesionales qué están por allá—alega Leo.
—Están todos ocupados, Cameron, ¿nos harías ese favor?
—Por supuesto que si, señora.—toma el móvil de mi madre y hae lo que le pide.
Después de unos cuantos flash, mamá quita a todos y pide una fotografía sola conmigo.
—Sonríe, Elizabeth. Parece que estas en un velorio—me regaña.
No hago mucho esfuerzo, toma la foto. Yo pienso que eso será todo, pero no. Creí mal, cuando de repente le quita el móvil a Cameron y lo coloca a un lado mio.
—Una foto ustedes dos—alza los brazos para tomarla.
Leo rueda los ojos, y se cruza de brazo a un lado de la salida del lugar.
—¡Ay, abrazala, Cameron!—le pide.
Inmediatamente miro a Mitch en busca de ayuda cuando Cameron también se nota nervioso por las peticiones de mi madre. Afortunadamente, comprende de inmediato e interviene.
—Mamá, ya te tenemos que irnos ¿vale? Habrá tiempo después para más fotografías.
—Espera, solo una y ya.
—Mamá, llegaremos tarde, andando.
—¿A donde llegaremos tarde?—funciona. Ha llamado la completa atención de mamá.
—Hice una reservación en tu restaurante favorito, iremos a cenar todos juntos, en familia—le hace saber.
—No había sido informada de eso—se queja.
—Era una sorpresa que te teníamos.
—Podemos ir otro día, hoy estaremos disfrutando de el baile de graduación.
—Ese baile solo es para los graduados, mamá—le dice.
Comienzan a discutir sobre si ir o no, cuando mamá insiste en quedarse. Para mi suerte, Leo se pone del lado de Mitch y entre los dos la convencen de ir a ese lugar. No es mucho lo que discuten, ya que mamá sabe que o podrá contra los dos juntos.
Cuándo salen, papá es el único que se queda un momento más antes de ir tras de ellos.
—Cuida mucho a mi hija, Cameron—le dice al chico.
—Puede estar seguro de ello—responde dándole la mano a mi padre.
—Una disculpa por las actitudes de mi esposa.
—Ex esposa—aclaré.
—Es más fácil seguir llamándola así, me evito dar explicaciones que las personas no deben saber.
—Tiene razón—Cameron apoya a papá.
Editado: 06.08.2024