Detrás de una Sonrisa.

22

Cameron.

—No es verdad lo que ha dicho Dave—repite por tercera vez.

—Elizabeth, para—ambos nos detemos camino al auto—No quiero escuchar más su nombre, por favor.

—Es que...

—Nada, da igual lo que haya sucedido.

Sigo el camino hacia el coche. Necesito quitarme este trago amargo qué traigo en la garganta desde hace un rato.

La decepción aún sigue presente, sigo sin poder creer lo que ha pasado haya dentro. Esperaba que fuera una noche sin problemas, pero ha sido todo lo contrario.

—Cameron, creeme lo que te digo—camina tras de mi—Es... es mentira, ni siquiera lo soporto ¿por qué me enrollaria con alguien que no soporto?

—Ya dejalo, ¿si? Tú misma lo has dicho, no nos debemos explicaciones.

Suaviza un poco su rostro.

—Solo no quiero que creas que entre él y yo hubo algo. Nunca ha habido nada, ni lo habrá.

—Entonces ¿Por qué inventaría algo así, Elizabeth?

—¡Por celos! ¡Es evidente que esta celoso de ti!

—¿Y por que rayos estaría celoso de mi?

—¡¿Cómo que por qué?! ¡Esta celoso porque le dije que jamás sentiré por él lo que siento por ti! ¡Esta celoso de que me gustas tú y no él!

¿Mi mente me ha jugado mal? ¿Acaso dijo... lo que creo que ha dicho?

El silencio nos envuelve en cuanto se percata de lo que ha dicho. Eso si que me ha sorprendido, tanto que por primera vez en mi vida me he quedado sin palabras.

—Yo..., n-no... eh...—balbucea.

Toma una larga respiración.

Sigo sin palabras, lo que ha confesado, literalmente me ha dejado petrificado. Siendo honesto, jamás me hubiese imagino que yo le gustara a ella. A veces llegue a dudar de si realmente le agradaba, pero gustarle... definitivamente no me lo imagine.

Elizabeth es como una cajita sorpresa de la cual debes esperarte de todo. Y nunca espere que esto fuese posible.

—Por favor di algo.

—Yo... —las palabras siguen sin salir, mi mente está totalmente en blanco y mi única reacción es negar con la cabeza.

—No... —exhala con frustracion—. No pasé la noche con él, si quieres creerme a mi, o a él, ya no me importa.

Se gira y comienza a alejarse de mi lentamente.

¡AH, DI ALGO. LO QUE SEA!

Ellie—la llamo y se detiene, mira hacia atrás por el hombro—Yo..., te llevaré a casa.

Sin decir nada, ambos subimos al auto y emprendemos el camino hacia su hogar.

No puede ser posible que me haya dicho lo que no sabía que necesitaba escuchar y no haya respondido nada. Me he quedado totalmente en blanco.

Es la estupidez más grande que he cometido hasta hoy.

°°°

Detengo el auto fuera de la casa de Elizabeth, quien todo el camino se ha mantenido en silencio.

Y entiendo por qué.

No he podido mencionar una sola palabra sobre lo que ha dicho, y temo que este pensando cosas que no son.

Abre la puerta del auto y saca uno de sus pies para bajar.

—Gracias por traerme—dice esperando una respuesta que no le doy.

Sigo en shock.

¡MALDITAS SEA!

—Conduce con cuidado—baja y cierra la puerta.

Me maldigo nuevamente por ni siquiera mencionar una palabra.

¡¡¿ES QUE ACASO HE PERDIDO LA CAPACIDAD DE HABLAR?!!

Frustrado por esta situación, me bajo también del auto. Ellie esta abriendo la puerta y ni siquiera se fija en mi. Llego hasta ella, que cuando nota mi presencia no deja de hacer lo que hace.

—Ellie, perdón.

—¿Por qué?—pregunta indiferente.

—Por todo. Por todo lo que ha pasado entre nosotros.

—Ha pasado mucho, necesitas ser más especifico—ni siquiera me mira.

—Por..., por todo. Por lo de hoy, por lo de tus amigos, por lo de tu mejor amiga—no dice nada—Es que, simple y sencillamente no comprendo porque me quieres alejar de ti.

—¿Acaso no viste lo que pasó hace un momento?

—¿Qué?

—Solo..., no quiero que salgas dañado por mi culpa. Y si es..., es cierto lo que dije, me gustas y..., y no me gustaría que te pasara algo malo por mi.

—¿Por qué saldría dañado?

—Por que..., ¡Esto es lo que hace!—se aleja de la puerta, exasperada—Le encanta joderme y joder a todos a mi alrededor. No quiero que te haga algo por mi culpa.

—Yo estaré bien. Y quien sea que quiera hacerte daño, no podrá hacerlo.

El semblante de su rostro es cansado. Me mira con una expresión, qué no se descifrar del todo. Pareciese qué está harta de todo.

—Por mi culpa Dave te golpeó, por mi culpa él te puede matar...—inhala profundo—¿Por qué no simplemente te vas, te alejas, me dejas?

—No quiero irme.

—¿De verdad no estas harto de mi?—pregunta con cansancio—Vete, alejate de mi como todos...

—Quiero estar a tu lado siempre—Acaricie su mejijas limpiando las lágrimas de ellas—Ellie, también me gustas, y no solo eso. Sé que siento algo más que eso por ti, no sé que es exactamente pero quiero estar contigo para descubrirlo.

—¿De que te sirve estar conmigo?—dice sollozando—Haz lo que todo el mundo hace, vete. Hartate de mi, odiame. Si te vas ahora no me dolerá tanto perderte.

—A mi si. Elizabeth, no quiero irme. Quiero estar siempre contigo.

—¿Por qué? No tengo nada de especial que haga qué te quedes.

—Tu simple existencia te hace especial, mi vida no tendría sentido sin ti.

Suelta a llorar cuando la atraigo a mi pecho.

—¿Por qué yo?—niega conteniendo las ganas de llorar—Hay chicas más lindas, mejores que yo, simplemente no puedo entender por qué me escogiste a mi.

—¿Lo entenderías si te lo dijera?

—Siempre he sido esa persona que nadie quiere, esa persona que a nadie le importa, ni a su propia familia. Todo el mundo me cambia por alguien mejor ¿Por qué contigo debería ser diferente?

No lo sé, tal vez si estoy enamorado de ella.

—Porque yo te escogí a ti—lo digo sin pensar.

—Teniendo miles de opciones...

—Elizabeth, tú no eres una opción. Jamás serás una opción—me molesta que crea que es una opción.




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