Detrás del escenario

Bienvenida a Zafiro Walker

 

-JESSICA MARÍA ALANDETTE RIVIERA, CÓMO ES POSIBLE QUE TENGAS EL APARTAMENTO DE ESTA FORMA -mi mamá gritaba mientras recogía la ropa del sofá.

-Jessi, lamentamos no haberte avisado que vendríamos para acá. Era una sorpresa -papá me abrazó y besó mi frente.

-No hay problema por eso, estoy muy feliz de verlos. Los extrañé tanto.

-Y nosotros a ti mi amor, Olivia por favor deja esa ropa ahí, no vinimos a hacer aseo -papá habló molesto-.

-Sigue fomentando en Jessica el desorden Ernesto, va por el mismo camino que tú.

-Mamá, en serio. Esa ropa la iba a guardar hoy, pero me ocupé. ¿No vienes a disfrutar de tu pequeña hija a la que no has visto desde hace 4 meses? -mi mamá me observó y sonrió.

-Por supuesto amor, por esa misma razón estamos aquí y además tenemos una noticia para ti.

- ¿Qué es?

-Sabemos perfectamente que has estado buscando empleo, y que serías muy feliz de estar en un lugar donde te puedas desempeñar como publicista. Quizás lo que te voy a decir no sea el empleo soñado que querías en Ruiz designs and advertising, pero podrás hacer lo que te gusta -mis padres sonreían- un amigo tiene una empresa de publicidad y estaba necesitando un diseñador, le hablé de ti y le encantó tu currículo.

-Papá, ¿en serio? -él asintió- ¿dónde es, cuándo debo ir? Es la mejor noticia que me han dado en esta semana. Muchas gracias, de verdad.

-Iremos hoy mismo, ¿tienes algo que hacer ahora?

-No, en lo absoluto.

-Entonces, ve a arreglarte y vamos. Llamaré a mi amigo para avisarle.

-De inmediato -abracé fuertemente a mi papá y luego a mamá.

No podía creer que mis papás estuvieran aquí, pero fue más sorprendente el hecho de saber que estaba a punto de tener un empleo. Después de tanto esperar y buscar uno, por fin se me había dado la oportunidad, y lo mejor era que trabajaría en algo que me encanta. Para ir a conocer mi futuro lugar de trabajo decidí usar una camisa blanca manga larga, un jean ajustado, botines negros, como peinado opté por recogerme el cabello en una cola de caballo y me maquillé ligeramente. Me observé en el espejo antes de salir y me di un último retoque, me sentía hermosa, segura y lista para comerme el mundo.

El lugar había estado increíble, no era el sitio más grande, pero la vibra que sentía ahí dentro era suficiente para mí. El amigo de papá habló bastante conmigo para conocerme y saber parte de mi recorrido dentro del mundo de la publicidad, estaba sorprendido de los honores que había recibido tan joven en las academias donde estudié publicidad y mencionó que hace algún tiempo le habría encantado conocer a alguien como yo para trabajar aquí, mi nuevo jefe era Emanuel Taboada, un tipo de 27 años con un amplio recorrido en el mundo del marketing y diseño, físicamente lucía bastante atractivo, cuerpo atlético, cabello negro ondulado y unos bonitos ojos color miel, ni hablar de su sonrisa; durante mi conversación con él estuve un poco nerviosa ya que algo que me incomoda demasiado es el contacto visual directo, y así estuvo Emanuel todo el tiempo, fue un alivio para mi cuando terminamos de hablar. Al salir de la oficina mis papás me esperaban, ambos se despidieron de Emanuel agradeciendo la oportunidad que me estaban dando, el respondió que no era nada y luego, antes de despedirse, me pidió ir a recepción donde tendrían algo para mí. Caminé junto a mis papás a la recepción y una chica con el cabello teñido de azul me sonrió para luego entregarme un paquete y decir “Bienvenida a Zafiro Walker”, le agradecí y salí de aquel lugar.

Para celebrar este triunfo, mis papás me invitaron a “desayunar” en un lugar que estaba cerca, hacía mucho tiempo desde la última vez que había salido con mis papás a comer o a hacer algún plan familiar juntos que sin dudar acepté, a pesar de que pronto tendría clases decidí faltar este día para compartir con ellos, le avisé a Lina, Nick, Jazmine y Danna que no iría hoy para que no se extrañaran si no me veían. Nunca había faltado a clases sin justificación, pero si se trataba de estar con mi familia a la que tenía tiempo sin ver no dudaba en ningún momento de faltar. Mis papás siempre han estado para mí, en los momentos difíciles y en los momentos de tranquilidad absoluta, celebran mis triunfos como si fueran suyos y en ningún momento me han hecho sentir que el rumbo que decidí darle a mi vida fue el equivocado.

Después de comer con mis papás decidimos ir a casa, mamá tenía dolor en sus pies y se había estado quejando bastante durante todo el camino, y no era para menos, estuvo casi 3 horas en distintos almacenes comprando cosas para la casa, para mí, para ella y para papá. Ese espíritu de comprar impulsivamente lo había heredado de mi mamá, al igual que ella amaba ir de compras y siempre que podía no perdía la oportunidad, de hecho, y pensándolo bien, tenía bastante tiempo desde la última vez que salí a comprar ropa o accesorios con mis amigas, ya extrañaba el olor a ropa nueva, el caos por traer mil bolsas encima, parar a comer y luego seguir la travesía, pero hasta mi primer pago en mi nuevo empleo, no gastaría los pocos ahorros que tenía. Una vez en casa mamá empezó a desempacar cosas y entregarme todas las compras que me correspondían, iban desde utensilios para la casa, hasta ropa y zapatos que mamá creía me hacían falta para la universidad. Estuvimos viendo películas y para cenar ordenamos pizza, realmente extrañaba sentirme así y sabía lo duro que sería para mí tener que ver a mis papás irse a casa y no saber cuándo los volvería a ver, mientras tanto me dediqué a compartir todo el tiempo posible con ellos y conversar sobre algunas cosas que habían pasado.

Mis papás se fueron a eso de las 10 de la noche, fue inevitable sentirme triste cuando los vi partir, pero sabía que pronto iría a visitarlos y ese fue mi calmante del momento. Mañana empezaba oficialmente en Zafiro Walker y la emoción era indescriptible, tomé el paquete que me habían entregado en la oficina y decidí abrirlo, dentro encontré una pequeña nota que decía “Bienvenida al equipo Walker” además había 2 camisetas básicas con la imagen de la empresa, una pulsera y una tarjeta que no tenía idea de para qué servía, pero ya estaba en mis manos. Como tenía clases en la tarde mi horario de trabajo iba de 8 de la mañana hasta las 11, tendría mi propio cubículo y estaría en el área de diseño, me moría de ganas por saber cómo estaría mi día. Estaba a punto de irme a dormir cuando recibí una llamada que ni esperaba en absoluto.



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En el texto hay: musica, romance, drama amor amistad

Editado: 07.05.2022

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