Detrás del silencio

CAPÍTULO -1-

-Isa- escucho una una voz perdida entre la música que suena a través de mis auriculares –Isabela- grita mi madre entrando a mi habitación interrumpiendo mis pensamientos. La observo, esta como siempre, con una bata rosa, el rímel esparcido por el contorno de sus ojos, después de su rutinaria salida al bar acompañada por un hombre diferente esta semana

- ¿Quieres que te lleve? - pregunta recogiéndose un mechón de cabello y cruzándose de brazos 

-No- respondo parándome de la cama y cargando a mi hombro la mochila, salgo de la habitación y me dirijo a la cocina

-Hola peque- saludo a mi hermano que está comiendo cereales, sus favoritos

-Hola Isa- me sonríe y revuelvo su cabello

-Isabela, necesito que te quedes hoy con tu hermano- ordena sirviéndose una taza de café

-Siempre lo hago- digo por lo bajo cogiendo el cereal y la leche

- ¿Qué dijiste? - pregunta acercándose unos pasos a la mesa

-Siempre lo hago- respondo seria mirándole a los ojos y sentándome en la mesa

-Es trabajo, no seas malagradecida, no te cuesta nada cuidar a tu hermano, ni siquiera sales ni quedas con tus amigos - dice levantando el tono de voz

-Es mi problema- respondo metiéndome una cucharada en la boca

-Ya déjate de comportar como niña Isabela y respétame- grita dejando la taza de café casi llena encima de la mesa –Tienes ya 17 años y te comportas como una niñata- dice con más calma. No contesto, no tengo la necesidad de defenderme de ella, es un caso fallido –Te llevare hoy yo al instituto- dice subiendo por las escaleras molesta.

Cree que diciéndome eso hará que me fastidie lo mas mínimo, pero la verdad me está haciendo un favor, prefiero ir en su coche que en un bus atestado de personas

-Ayer vino tarde- dice Bruno jugando de mala gana con su desayuno

-La escuche- contesto

- ¿Crees que se va a trabajar? - pregunta inocentemente

-Si eso es lo que afirma- contesto suspirando -¿Kevin vendrá a llevarte hoy? Le toca

-No lo sé, otra vez mi madre y papa tuvieron problemas- contesta triste

- ¿Lo mismo de siempre? - pregunto parándome y vaciando el contenido del plato casi lleno por el lavado

-No entiendo por qué se pelean por el dinero si mi madre trabaja ¡somos ricos! - dice emocionado

-Ya- resoplo por lo bajo al recordar los chupeteos en el cuello de Elizabeth esta mañana – Y no somos ricos- digo sirviéndome un vaso de agua y dándole un trago

-Isabela, ya vamos- ordena mi madre saliendo de la casa haciendo sonar las llaves del coche

-Nos vemos luego- me despido de mi hermano

Cierro la puerta y camino hacia el coche donde mi madre esta senda poniéndose un labial rojo en sus finos labios

Entro al coche y cierro la puerta a su paso

-Es innecesario que me contestes así cuando tu hermano esta presente- dice guardando su costoso labial. No hay respuesta por mi parte

-Péinate un poco- dice pasándome la mano por mi pelirrojo y corto cabello. No protesto, arranca el coche a dirección de mí no tanto querido instituto –La señora Rosa vendrá ira a ver a tu hermano y lo cuidara mientras tu estas en el instituto, luego se ira y te encargarás de el- dice prendiendo la calefacción –Ponte las gafas- ordena

Meto la mano en mi mochila en busca de las gafas, pero algo más importante capta mi atención de inmediato

-Para- digo aterrada

- ¿Qué? - dice confundida

-Me olvide de algo- contesto nerviosa

-Déjalo estar, me hare tarde- contesta riendo

-Lo necesito, para el coche ahora- digo entre dientes

Me mira con extrañeza, pero hago caso omiso, mi mente sólo esta centrada en mi única razón por la cual estoy aquí

Bajo del auto corriendo, dejando detrás todo y sólo pensar en lo que me da fuerzas

Abro la puerta de golpe y subo rápidamente a mi habitación. Busco con la mirada sobre la cama, pero o hay rastros de este, camino rápidamente hacia mis cajones sacando todo lo que hay dentro de este, la misma respuesta. Me llevo las manos a la cabeza ansiosa y mi respiración se acelera al pensar que lo eh dejado en el instituto, siento que todo da vueltas a mi alrededor y me obligo a sentarme en la cama. Mi capo de visión se centra en mi objetivo tirado en la horrible alfombra de mi cuarto, me agacho a recogerlo y lo pego a mi pecho para darme tranquilidad, la cual consigo bajando tranquilamente por las escaleras para ir a la base de todos mis problemas

No sé qué haría si se llegara a saber el contenido de este diario, no sólo se echaría a perder todo lo que eh avanzado, mis deseos de venganza se irían con este en cuestión de segundos

 

 

 




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