Dexter

Capitulo diez.

Dexter había pasado a recogerme a las seis de la mañana, algo que quera demasiado temprano para mí. El camino que llevábamos recorrido hasta la casa de Aldrin lo habíamos pasado en silencio yo no quería hablar porque aun pensaba en las palabras que creía haberlo escuchado decir, no es que me molestara que me dijera te quiero, o tampoco era que me sentía presionada por así decirlo de sus palabras, estaba realmente emocionada por haberlo escuchado decir eso, pero algo en mi mente me decía que no tenía que hacerme ilusiones con eso, había notado que cuando había dicho que no teníamos que enrollarnos hablaba muy enserio.

-Deja de pensar en eso.-Dijo Dexter apretando los dientes y haciendo cara de molestia, como si le causara dolor lo que pensaba.

-Lo lamento no puedo.-Trague en seco y junte mis manos en mi regazo para comenzar a ver mis dedos.

-Solo tranquilízate, te dije que hablaríamos de eso.-Me miro y luego a mis manos, volví la vista a la carretera y con su mano derecha agarro mi mano izquierda.-Ya te he dicho que tus pensamientos son muy fuertes, a veces pienso que pienso lo que tú piensas.

-“A veces pienso que pienso lo que tú piensas”.-Sonreí mirándolo.-Que grandes palabras me acabas de proporcionar.

-Tu entiendes a lo que me refiero.-Apretó mi mano suavemente y una sonrisita se puso en su cara.

-Claro que sí.

La casa de Aldrin quedaba afueras del pueblo, lo que hacía que el camino fuera muy largo y tardado, mas con el tráfico que se hacía siempre en NewHope, así que tuve que hacer una importante decisión; a) pasar todo el camino admirando la belleza de Dexter, b) pasar todo el camino hablando con Dexter, o, c) dormir todo el camino. Me decidí fácilmente por la C ya que no había dormido bien en toda la noche.

-Necesito agarrar una cobija.-Le dije a Dexter cuando estuvimos en un semáforo rojo. Me quite el cinturón de seguridad y me puse de rodillas en el asiento para llegar a la parte de atrás de la camioneta haciendo que mi culo quedara en pompa, cuando agarre la manta recline un poco el asiento y abroche mi cinturón, todo ante la atenta mirada de Dexter.-¿Qué paso?.-Lo mire acostada en el asiento cubierta por la manta.

-Acabo de hace menos de un minuto tener tu culo literalmente en mi cara.

-¿Y?

-No pude hacer nada.-Reí y el arrugo el ceño.-No pude hacer nada.

-Pues lo hubieras hecho.-Dije atrevida mordiendo mi labio.

Bufo y luego se puso a conducir.

-Solo duerme Haven.-Dijo para luego agarrar mi mano de nuevo.

***

Desperté debido a que sentía mi cabeza punzar, sentía como si pequeños alfileres estuvieran siendo clavados en mi cabeza, no pude evitar soltar un quejido.

-¿Haven?-Escuche la voz de Dexter pero no pude pronunciar palabras, solo apreté su mano retorciéndome en el asiento.-Haven calma.-Sentí como la camioneta se movía bruscamente a un lado, Dexter soltó mi mano y salió de la camioneta para luego abrir mi puerta y mirarme.-Hey tranquila, ¿Qué te duele?

-Mi cabeza.-Dije entre dientes sintiendo el constante dolor, Dexter agarro mi mano y la apretó.

-Demonios que hago…-Lo escuche murmurar preocupado.-Espera aquí un poco.

-Dexter.-Susurre con dolor, apreté su mano lo más fuerte que pude.-No te vayas.

-No me iré, necesito que te quedes aquí.

-Dexter.-Lo apreté más fuerte.-Por favor…

-De acuerdo.-Suspiro y se acercó más a mi asiento.-Voy a acomodar el asiento.-Asentí y me incline un poco para adelante dejándole libre la manejilla del asiento.-Listo, ¿Te sigue doliendo?-Asentí.-En una escala del uno al diez ¿cuánto te duele?

-Diez, once, me duele mucho.-Apreté los dientes y mis ojos, salió una lagrima.

-Demonios, ven.-Me ayudo a moverme hasta que quede enfrente de él aun sentada en el asiento de la camioneta.-Esto no se volverá a repetir, pero odio verte llorar.-No entendía lo que dijo hasta que vi como mordía su muñeca y de ella salía sangre.-Chupa.-Negué haciéndome para atrás.-Haven, esto te ayudara, por favor.-Acerco su muñeca a mi boca y le hice caso. Soltando la otra mano de Dexter agarre su muñeca y empecé a succionar su sangre, no era un sabor desagradable, incluso me gustaba, lo que hizo que succionara más rápido.-Ya es suficiente.-Retiro su muñeca de mi boca y me miro a los ojos.- ¿Ya no te duele?

-Ya no tanto.-Relamí la comisura de mis labios sintiendo el sabor salado de la sangre.

-Demonios no hagas eso.

-¿Por qué?-Lo volví a hacer y él se acercó más a mí hasta quedar entre mis piernas, pasó su mano por mi mejilla acariciándola con cariño.

-Porque si veo que vuelves a hacer eso me darán unas ganas inmensas de besarte.

Volví a relamer mis labios desafiándolo.

-Tú te lo buscaste.-Junto sus labios con los míos de una forma brusca sacándome un gemido, paso sus manos por mi cintura y yo puse las mías sobre su cuello, quise llevar la iniciativa y en un descuido de él introduje mi lengua en su boca haciendo que gruñera, jugaba con sus cabellos de la nuca y el repartía caricias en mi cintura y caderas. Comenzaba a faltarme aire, me separe de él y empezó a dar pequeños besos por todo mi rostro.-Es casi imposible que mantenga mis manos sin tocarte.-Puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mirándome.-Esto será un problema.




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