Dhampyr

Prólogo

 

Los pasillos del castillos estaban desolados, el silencio los recorría pero ninguna persona se encontraban en ellos, bueno además de mí, mis padres, hermanos y servidumbre parecía que fueran desaparecido por completo dejándome sola.
 


 

- ¿Papá? ¿Mamá?- me asume en una habitación que tenía la puerta abierta- ¿Abran?
 


 

Nada.
 


 

No hay nadie.
 


 

Las lágrimas empezaron a salir sin control, realmente estaba sola, no estaba nadie en casa; se habían olvidado completamente de mí. Aún con lágrima en mi rostro voy al cuarto de mis padres y me escondo debajo de la cama al recordar que mi papi me contaba cuentos para dormir de seres horribles  que robaban niños para torturar y matar. Así que para que no me encuentre y no me hagan daño me escondo debajo de la cama.
 


 

De pronto se escuchó un estruendo en la habitación continúa que era la de mi hermano, mis lágrimas cesaron por un momento, pero cuando el miedo me invadió volvieron aparecer mi llanto.
 


 

No sabía que hacer, solo era una niña de nueve años aún tenía cosas que aprender para poder ser inteligente como mamá y fuerte como mis papás.
 


 

Cuando se empieza a escuchar pasos dirigiéndose a la puerta hago todo lo que puedo para no no seguir llorando pero el estruendo de la puerta cayendo en seco en el piso me hace sobresaltar me tapo la boca para que el desconocido no escuché mis sollozos.
 


 

Lo único que se escucha es los pasos del desconocido y lo que puedo ver son solamente sus botas marrones llenos de barro solo hasta que ...
 


 

- ¡¡Aquí estás!!
 


 

El desconocido se asoma debajo de la cama y yo suelo un chillido que hace que el hombre se tape los oídos y se queje, así que salgo lo más rápido que puedo debajo de la cama y me hecho a correr hacia el cuarto de entrenamiento que se encuentra en la planta baja.
 


 

- ¡Nick! ¡Michael! ¡La Niña se escapa! 
 


 

Corro lo más rápido que puedo al darme cuenta que hay más de uno de ellos. Cómo puedo bajo rápido las escaleras y entro en la habitación que está debajo de está; cuando cierro la puerta con seguro para que no entren, cuando me volteo veo mi alrededor y voy por una de las arma de mi papá, pero me detengo justo en frente de ellas recordando lo que mi papá me dijo una vez que quise jugar con ellas.
 


 

" Nunca, pero nunca toques estás armas princesa, son peligrosas y le puedes llegar hacer dado alguien y hacerte daño a ti misma"
 


No podía hagar agarrar ninguna arma ya que no sabía cómo usarlo pero tenía tomar una para poder defenderme aunque eso significará desobedecer a su papá.

Aún dudosa tome un arma afilada mientras trataba de recordar como mis padres le enseñaron a abran a defenderse de las bestias llamadas Strigoi con las dagas.

Me sobresalto justo cuando empiezan hacer el intento de tumbar la puerta, pero está no sede, así que corro hacia la mesa donde se encuentran más dagas perfectamente ordenadas y sin dudar tomo una, para después esconderme detrás de la mesa.

Plas!!!

Se escucha caer la puerta así que trato de hacer silencio para que no me escuchen y recojo bien mis piernas para que no me vean. Mi corazón empieza acelerarse al escuchar como entran el cuarto y sin evitarlo empiezo a temblar del miedo de lo me pueda pasar.

- Está en esta habitación, puedo  sentirla y olerla

¿Oler? ¿Sentir? ¿De que habla?

Muchas preguntas se me presentaron y de ningunas sabía las respuestas.

¿Quienes son estas personas?

- ¡Te encontré! - avisa un chico de cabellos negro y ojos negros completos, para nada normales a sus compañeros, mientras me jala del brazo- Aquí está mí señor.

En el momento que me jala para que salga de mi escondite la daga se me cae al piso y empezó a luchar para poder soltarme.

- ¿Creíste que te pondrías que podías hacer nos dañó pequeño fenómeno?- me dice el hombre que había encontrado anteriormente en la habitación de mis padres, cuando me colocar de rodillas ante él.

Trato de soltarme pero me amarán las piernas y los brazos.

- Por favor no me hagan dañó- ruego con la voz quebrada mientras que mis lágrimas siguen cayendo por mi rostro

-  Aww... Que tierna, por un momento me haces tener compasión contigo- dice el que parece ser el jefe mientras que alza mi barbilla para que lo vea a la cara- Menos mal que solo fue un momentos fenómeno...

- Mi señor, no hay nadie más en este castillo- aparece una mujer interrumpiendo- ¿Procedemos a matar al niño y a los padre?

¿Procedemos a matar al niño y los los padre?...

¿Niño?

¿Los padres?

Lo dicho por la mujer desconocida no se dejaba de repetir en mi cabeza, haciendo que de mis ojos dejarán de salir lágrimas.

¿Mis padres y Abran estaban vivos? ... No puede ser.. o ¿Si?

- No les hagas daños- digo de inmediatamente desesperada- por favor- suplico, pero parece que mis suplicas son solo chistes, ya que suelta una carcajada de inmediato

- ¿Escucharon chicos? ¿Esta mocosa cree que va a poder salvar a su familia? Que lindo...

Antes de que siga hablando le escupo logrando que me dé un golpe en la cara con el pies y después en mi estómago.

- Nunca más vuelvas hacer eso fenómeno- otro golpe en la cara- a mí se me respeta y para demostrarte cómo se hace, mataré a tú familia enfrente de ti- me toma del cabello y me vuelve a colocar de rodillas- Nick y Michel vaya por su familia, el fenómeno verá como matan a sus queridos padres y a su adorado hermano.

El dolor de los golpes era tan fuertes que estar de rodillas era indescriptible y aunque quiciera parar mis sollozos, no podía, por más que quiciera que mis lágrimas dejarán de caer, ella no se detenían.



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En el texto hay: vampiros, saltos, strigoi

Editado: 02.02.2022

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