Número Seis.

qυerιdo dιarιo: Una semana después (07:01 A.M)

No tenía que preocuparme de levantarme tarde, hoy no tenía clases. Tengo terapia de psicoanálisis a las 08:30 hs. Mi psicoanalista me está enseñando a superar todos los sucesos y a poder recordar un par de cosas. Creo que estoy mejorando en éstas semanas, me va muy bien. Sigo depresivo, en todo este tiempo me agarró depresión por lo que me había pasado. Una compañera que no recuerdo quién era se había enterado de lo que pasaba, fue a mi casa y me llevó directamente a las terapias. Las heridas que tengo en las muñecas y en los brazos no duelen tanto como antes, todavía no tengo pensado suicidarme. Solamente me da miedo la sociedad, la gente; no salgo de mi casa porque me siento a salvo, y me corto porque es como una droga para mí.

Ésa compañera que yo tengo, siempre me ayuda. Me lleva todos los días a terapia en los horarios de la mañana. En ésos horarios no tengo miedo a salir, nadie se levanta y son horarios tranquilos. Muy tranquilos. Ahora ya estoy preparado, me he cambiado y estoy desayunando. Mientras hago todas estas cosas, espero a que la muchacha llegue y me acompañe a psicoanálisis. A la madrugada me he levantado porque tuve un sueño horroroso sobre mi ser y personalidad, así que agarré mi navaja y me corté nuevamente. Le diré a la chica que me ayude a contarle otra vez esto al terapeuta, quiero que me ayude: quiero que me ayuden. No puedo solo, los necesito a ambos. Los voy a necesitar por ahora.