Diario de una chica rota

Cap 7 amame o tal vez ódiame

Las horas se hacían atosigante Milán estaba hay pero no reaccionaba cada día la visitaba sin falta esperando algo que tal vez no pasaría
Dicen que lo último que se pierde es la esperanza y aunque todo se veía  exactamente  igual a hace  unos días están aquella pequeña esperanza que me hacía creer en ella todos los días 
Esperar que se levantara y que me dijiste que me perdonaba 
La vida se Hiba rápido 
En un abrir y cerrar de ojos 
Y no quería que aquello le pasará 
A ella 
Cada vez que Hiba a el hospital y llevaba su diario le leia una página y le rogaba que despertara 
Así que lo abrí y comencé a leer mientras acariciaba su mano
No me odias pero tampoco me amas y eso es una mierda 
Amame 
O tal vez ódiame pero siente algo por mi 
Susurra una palabras a mi oído o  un beso como nunca nadie lo hizo

Simplemente insultame  dime lo mierda que soy pero no me condenes con tu silencio
Porque no hay nada que duela más que me ignores 
No hagas caso omiso a mis palabras

Porfavor déjame embriagarme se mi licor 
Mi primer trago

Llévate mi inocencia
Porfavor 
Te lo suplico has algo conmigo
No me dañes con tu indiferencia

Rescatarme del abismo al que estoy callendo y parece no tener fin 
Es simple

Al menos para ti
Si no me quieres en tu vida simplemente dilo
Pero no juegues con mis sentimientos
No creo en el karma
Pero si en los castigos del destino

Si fue mi culpa 
Lo lamento
Pero no utilices tu castigo frente a mi.contra mi
Y me acordé de aquel escrito 
...
Era una tarde como cualquier otra había comenzado a portarme sustente con ella el semestre estaba por terminar y mis clases de música no me ayudaban con los estudios
Mi papá me había prohibido salir y visitar a Milán 
Creo que en ese momento ya estaba enamorado de ella pero era una conbarde como para no aceptarlo

Milán llegaba todas las noches exactamente a las 8 
Se escabullia por la ventana con una escalera y pasabamos horas hablando y comiendo
Cuando ninguno de los dos están de ánimo para hablar simplemente nos acostabamos en la Alfombra que había en el piso y ella me escuchaba cantar 
Hasta ese día 
Milán se quedó dormida a mi lado 
Y yo no dije nada parecía un ángel tan tierna y con un rastro de baba en sus mejillas que me hizo reir
En ese momento descubrí que hablaba dormida
Escuché cuando mi padre llegó 
Borracho como todas las noches 
Y le pase seguro a la puerta no necesitaba un golpe el comenzó a tocar mi puerta y yo la desperté le dije que tenía que irse
Pero ya era demás tarde
Mi padre consiguió un llave y la encontró 
Comenzó a insultarka y yo solo la defendí lo que me hizo ganar un buen golpe y que mi padre rompiera mi guitarra
Ese día llore como un niño con las mejillas rojas y moradas por los golpes 
Sentí que habían quitado una parte de mi pero no me arrepentia de haberla ayudado
La amaba y si tenía que ganar muchos más golpes lo haría por ella 
Desde aquel día comenze a apartarla le dije que no podía volver a venir a mi casa y que lo mejor era que dejáramos de ser amigos
Lo sé pero era por su bien 
Milán se enfureció y se fue

Y dos semanas después regresó con su mejor amiga la escalera
Y una guitarra en la mano 
Me dijo que no dijera nada y me dió una carta me dijo que era muy cobarde para decirle y que esperara hasta que ella se fuera 
Pronunció aquello con las mejillas rojas de la vergüenza y con los labios temblando
Y aquella noche observando aquel Hermoso regalo leí su carta 
Y no pude evitar enamorarme más de ella esa noche sonreí como idiota por horas 
Y al día siguiente fue mi novia y todo era especial
...
Bese sus labios rogando que despertara




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