Capitulo 7

No le sonrías falsamente a el dolor

-Adlihj-

Después del pequeño escándalo por el choque con el mesero todos vuelven a su postura, conversan se ríen, yo me mantengo firme, pero con la gran duda si debo seguir aquí

-Nadia, ¿Qué haces aquí? - me doy vuelta y veo a Soul justo detrás de mi

-Yo la invite- Nathaly que estaba un poco molesta se acerca hasta nosotros

- ¡Y! - grita, pero se detiene y habla en un tono bajo como susurrando- ¿Por qué lo hiciste?

-Porque, si - se cruza de brazos 

-Viniste por mi verdad- se acerca a mí e intenta tomar mi brazo, yo retrocedo un poco- Nadia yo aún te amo, Ari solo es... un pasatiempo- su voz es baja, pero suena entrecortada- yo quiero que tú y yo volvamos, yo sé que tu deseas lo mismo y que estas aquí por eso

-Hermano, ¿cómo puedes decir eso?

-Cállate- le dice a su hermana en un tono moderado- por favor huye conmigo, vámonos tú sabes que tú y yo no podemos vivir con otro- se acerca tanto como la silla que se interpone entre nosotros le permite 

-No- digo de manera baja- ¡NO! - digo en voz alta, y todos voltean, me tranquilizo, me siento de nuevo 

-Por favor Soul no sigas hoy es tu boda- dice de forma muy baja Nathaly casi tan baja que me resulta difícil escucharla.

-No vine porque quisiera huir contigo de hecho después de todo lo que has dicho lo menos que me da es ganas de siquiera verte- respiro un poco, me pongo de pie y volteo hacia a ellos- solo un cobarde diría que estuvo con otra persona para olvidar o pasar el rato, personas como tu son la que provocan que personas como yo detesten la vida- lagrimas amenazan con caer, pero en vez de eso sonrío de forma victoriosa- agradezco a verte engañado, el a verme alejado de ti fue lo mejor que pude hacer por mi vida y mira que me vale mucho lo que pase con ella...

-No digas eso por...- levanto mi mano y hago que se calle

-Solo una persona inmadura, puede decir la sarta de estupideces que tu dijiste hoy, el día de tu boda- vuelvo a sonreír, aunque me esté muriendo por dentro- felicidades por cierto y a Ari, a quien extrañaba mucho, mi amiga del colegio, la misma que me abandonó y provoco el bulling contra mí, con esto mi felicidad el día de hoy no podría ser más completa, pero lamento decir que me debo ir, tengo una reunión con mi familia en unas horas, solo vine para desearte la mayor felicidad del mundo.

-Nadia yo, aún te amo- me mira de forma desesperada

-Pues es una pena, yo a ti jamás te amé, a y mira mi padre me llama, si me disculpan debo atender- Tomo mi teléfono y contesto

-Alo- una voz ronca suena, mi padre

-si papá voy en camino, en una hora llego

-Entonces si vas a venir

-Sí, nos vemos

Con mi mejor sonrisa me despido de todos tomo mi mochila y el regalo que había comprado, no tengo animo ni el deseo de darles el regalo así que optó por llevármelo, con todo en el auto, lo enciendo y me voy, una vez en la carretera principal de camino a casa de mi padre a donde nunca tuve pensado volver, ya una vez sola dejo que mis sentimientos broten con toda la fuerza del mundo, aquí soy la única que puede verse lo mal que esta, tardo más de dos horas en llegar a mi antigua posada, no tengo el ánimo para llamarlo casa o hogar, no se lo merece.

Estaciono el auto frente a la gran casa, tan grande que parece de cuento, me bajo con todas mis cosas y tengo planeado darle la pijama a mi padre, los sirviente y guardias me saludan y me reciben de manera amable, abriendo las puertas y al final anunciando mi llegada a todos los presentes de los cuales a los únicos que reconozco son a los hijos de mi padre y a su actual esposa, los demás son más familias, 3 para ser exacta, me doy cuenta de la importancia de a ver comprado un vestido formal y llevarlo puesto ya que todos visten de manera distinguida, la sala está organizada como un lugar de fiesta, en el momento que término de entrar todas las miradas están sobre mí, mi padre y su familia me ven de manera sorpresiva y los entiendo jamás en mi vida me vestí así.

-Buenas noches, disculpen mi retraso tuve otro compromiso- en el tiempo que viví con mi padre me enseño modales porque antes era una salvaje e ignorante según su esposa

-Buenas noches- mi padre recibe mi saludo y con su mano me invita a pasar- ¿Qué es eso Nadia? - señala el regalo envuelto al que tuve que sacarle la tarjeta de felicitaciones

-Es para ti padre y para usted- señalo a su esposa

-Siempre tan atenta Nadia no te hubieras molestado- sonríe de la forma más falsa posible

-Ella es mi hija mayor Nadia, está estudiando fuera de la cuidad y por eso su retraso 

-Vaya que es una señorita muy linda, al fin y al cabo, nuestro compromiso si se podrá dar- habla la señora de vestido negro descotado en la espalda y al frente, algo que a mi parecer no me parece apropiado para su edad, bueno seguro mi opinión le da igual.

- ¿De qué habla? - inquiero

-No te lo dijo querida- sonríe- bueno queremos que tú seas la esposa de nuestro hijo y hoy tendremos el compromiso, bueno claro que el no vino porque se suponía que hoy tu tampoco vendrías.

-Ósea, que han decidido eso solo por las apariencias y por las empresas, sin que les interese siquiera lo que nosotros pensamos, pues bien, como a ustedes no les importa lo que yo piense a mí tampoco me importa lo que ustedes quieran.

-Nadia, ven conmigo- mi padre se pone de pie y se va en dirección a su despacho y yo lo sigo

Mala idea ya que solo con dar un paso dentro me golpea con lo que supongo es un cable mientras grita "Tu eres mi hija y si deseo venderte tú debes aceptarlo" lo repite un rato más y luego que mi vestido se mancha de sangre y mis piernas dejan que caiga por el dolor que provoca en mí, llama a sus guardias y ordena que me suban a mi habitación, pero antes mientras me miraba le sonreí y le dije, "tú no eres mi padre, ni sueñes que hare lo que dice un desconocido", con esto me lanzo la misma arma con la que me golpeo a la cara, dejándome una clara señal en la mejilla.