23 de noviembre 20XX
NO ENTIENDO, ¿ESTO ES LO QUE “SE ACERCABA”?
24 de noviembre 20XX
Perdón por no escribir cosas claras, Señor Diario. Estoy muy alterada, las cosas cambiaron tan de repente en un abrir y cerrar de ojos. Mañana te cuento todo con detalle, necesito estar totalmente tranquila. Es hora de dormir.
25 de noviembre 20XX
No sé cómo empezar, Señor Diario. Todo es un desastre. Aquel día, cuando me iba a declarar, fui con Mateo al Parque Oicini porque está cerca de nuestras casas, y empecé a decirle todo lo que siento por él. Después de sacar todo lo que tenía encerrado en mi corazón, estuvimos a puntos de darnos nuestro primer beso, hasta que las alarmas sísmicas empezaron a sonar. Sin embargo, no eran sísmicas; su sonido era diferente. No quiero hacerte el cuento largo, Señor Diario, pero después de ciertos sucesos terminamos Mateo, Paulina y yo encerrados en su casa, aislados totalmente del exterior. Lo que acecha afuera es… tan monstruoso. Mañana te sigo contando, me estoy poniendo muy nerviosa. Es hora de dormir.
26 de noviembre 20XX
Como te decía, Señor Diario, lo que acecha afuera de la casa es una muerte segura. ¿Has escuchado hablar de los zombis? Bueno, algo así está deambulando las calles. El primer día de todo esto, cuando me iba a declarar a Mateo y después de todo lo que pasamos para llegar sanos y salvos a su casa, vimos por la televisión cómo unos entes sacados de otro mundo empezaron a matar gente en la plaza central enfrente del palacio gubernamental de la ciudad. Lo más notorio eran las personas que morían por estos monstruos; regresaban a la vida. No sé qué está pasando, tengo mucho miedo. Cada noche trato de dormir, trato de sentirme segura bajo este techo junto a Mateo y Paulina, pero los ruidos del exterior me obligan a soltar lágrimas sin control. No sé dónde están mis papis, y los padres de Mateo están encerrados en la casa de su abuela. De verdad todo es un desastre, ¿por qué está pasando todo esto? Es hora de dormir.
27 de noviembre 20XX
Mateo los llamó “tóxicos”. Desconozco su proceso cognitivo para llegar a ese nombre, pero al menos las criaturas que caminan por las calles ahora tienen un nombre para nosotros. Trato de ser fuerte, pero estoy devastada. Quiero ver a mi familia y no sé si siguen con vida. Señor Diario, si vieras lo que estos entes son capaces de hacer… Es una pesadilla. No podemos hacer ningún ruido dentro de la casa porque esos malditos tóxicos son sensibles al sonido y podrían querer entrar. Mateo tiene un arma y yo tengo otra que pude sacar de mi casa el día que todo empezó, pero no creo que sea suficiente si algún día nos quieren asediar esos monstruos. Estoy muy nerviosa, quiero que todo esto acabe. Es hora de dormir.
28 de noviembre 20XX
A veces me asomo cuidadosamente por la ventana, y solamente veo tóxicos. Parece que ya no queda gente, ya no hay vida. Todo el mundo se redujo a seres asesinos, entes del mismísimo infierno que nos acechan cada día a cada hora. ¿Será esto lo que la chica de cabello blanco del otro día quería advertirme? No lo sé y ya no me importa, quiero despertar de este sueño. Quiero abrir los ojos y saber que solamente fue una pesadilla todo lo que estamos viviendo. El mundo…. Está totalmente devastado. Es hora de dormir.
29 de noviembre 20XX
Tenemos que ir a la base militar de la ciudad. ¿Recuerdas que te hablé de Enzo Zinua, el tío de Mateo y Paulina? Además de ser un genio, es parte de los militares. Recuerdo que cuando todo esto empezó, dieron el anuncio en la televisión de que la única manera de sobrevivir era dentro de la base militar. Lo había olvidado, pero ya lo recordé; mi propósito es mantener a Mateo y Paulina a salvo. Llegaremos todos a la base militar y nos reuniremos con los demás sobrevivientes. Debo idear algo, Mateo se la pasa todo el día enfrente de una ventana pensando y anotando cosas en un cuaderno. Yo también debo ser útil, debo ingeniar un plan que nos saque de esta casa y nos lleve a la base militar. Vamos a sobrevivir, estoy segura de eso. Tendremos la vida que siempre soñamos a pesar de este apocalípsis. Algún día vamos a sonreír, juntos, en un mundo recuperado. Es hora de dormir.
30 de noviembre 2038
¡Hola, bobo! Yo sé que tenías mucha curiosidad en leer mi diario, y te dije que si te portabas bien te lo enseñaría algún día, así que… ¡Felicidades! Te doy permiso de leerlo cuando tú quieras a la hora que quieras… De cualquier manera, supongo que ya no importa. Mi labor con estos tóxicos terminó, pude eliminarlos a todos. ¡Soy una bestia! La mala noticia es que, como les mostré, no creo que vaya a sobrevivir… Ya me estoy sintiendo un poquito mareada. Solamente quería decirte, bobo, que te quiero muchísimo. No me gustaría que mi pérdida te desmotivara para rendirte, porque quiero que sepas que siempre estaré en tu corazón, cuidándote y protegiéndote. Por eso te regalé mi collar: es la prueba de mi amor. ¡Por cierto, jamás te dije de dónde salió ese colgante! En verdad eres un bobo, Mateo, pero te lo revelaré. El collar de relámpago fue un regalo tuyo cuando éramos apenas unos críos. ¿Recuerdas aquel festival escolar donde debías llevar una pareja, pero que a ti te daba mucha pena invitarme? Pues me diste ese collar seguido de un «¡Por favor, acompáñame al festival!» ¡Qué lindo eras! Tu mami me dijo después que ahorraste por más de tres meses para poder comprarme ese collar. ¿En serio no lo recordabas, bobo? De verdad que eres un despistado. Por eso ese accesorio era tan importante para mí… porque me lo diste tú. Mateo, no me queda mucho tiempo. Hubiera deseado acompañarte en esta aventura. Sé lo que sentías por mí, ya que yo sentía lo mismo hacia tu persona, pero debes conseguir a alguien más. Si pudiera lograr volver a nacer, desearía conocerte otra vez. ¡Sonríe, bobo! Es hora de dormir…