A veces pienso soltar el corazón,
dejarlo nadar en el vacío
y que solo encuentre el camino de regreso.
Tal vez, con un brillo que nuble la razón
o concretando finalmente el beso.
Un roce de almas que confunda nuestra mente.
Sería también como soltar la pluma
,que cae en el mar de tinta,
y sola baila fingiendo que no hay nadie. Demente
va dejando historias en el papel.
Pero yo no podría soltar ni el latido ni la letra,
menos a mi piel dejar partir.
A veces también he pensado en soltarte
pero me quedaría sin razón para escribir.