Afuera del taller la esperaba Leari junto a Izan que parecían estar impacientes, pero al verla junto a Henry pudieron respirar aliviados, le sonrió a Henry una última vez como si fuera su despedida, Izan se acercó a ella para abrazarla como si temiera no volverla a verla.
-Voy a estar bien ¿Lo sabes?
-Eso no significa que no me preocupe por ti -dijo angustiado-. Te van a mandar a la jaula de los leones ¿Cómo quieres que esté?
Henry se acercó a Izan posando su mano en su hombro tratando de tranquilizarlo, se separó lentamente de esta.
-Es fuerte como el diamante nadie podrá hacerle daño -dijo serio-. Hay que dejarla alistarse
Le dio un último abrazo rápido antes de irse con Henry, dejándola a solas con Leari antes de entrar al taller de Celine. Como esta necesitaba un lugar donde practicar libremente su magia como hechicera real sin ningún peligro, además de tener un almacén para sus posiciones y sus ingredientes, el consejo le decidió dar su propio taller donde pudiera deambular libremente.
Celine se encontraba paraba enfrente de una mesa hecha de mármol con un montón de frascos llenos de líquidos rosados o verdes con burbujas que parecían que iban a explotar, y a un lado se encontraba el libro de hechizos antiguo que tenía abierto el cual estaba leyendo, pero que se vio interrumpida su lectura al darse cuenta de la presencia de Regina, dejo a un lado lo que estaba haciendo para correr abrazarla pero se separó de esta al ver que estaba ahogándola.
-No quiero que te vayas -confeso triste-. Deja que vaya Leari.
-Sabes que tengo que ir yo.
-Tenía que intentarlo -repuso abatida-. Entonces no me queda de otra más que ayudarte.
Leari se acercó a Regina con la misma plumilla de antes a dibujarle en su frente una runa algo extraña, sintió varias hondas y una línea cruzada siendo marcado en su piel, por un resplandor bronceado que se ilumino cuando terminaba de marcarla.
Estiró sus manos hacía Leari para que continuará dibujando un par de runas en cada una de las palmas de sus manos, parecía que dibujo una w con espirales verticales, que al igual que la anterior tomo un resplandor bronceado. Después continuó en su pecho, le dibujo un símbolo extraño que no pudo distinguir Regina, pero en cuanto lo sintió se puso más débil perdiendo la fuerza que había obtenido a la hora de liberar sus poderes.
-Debemos ocultar cualquier rastro que te pueda unir a Metalion, eso incluye tus poderes -explico Leari-. Solo vas a investigar no a pelear.
Leari también se empezó a marcar las mismas runas que le había puesto a Regina, pero en vez de tomar un color bronceado, tomó un resplandor blanco símbolo de que pertenece a Kalium.
Celine chasqueo sus dedos tomando un resplandor dorado, sentó a Regina en una silla enfrente de un espejo que colocó esta para que logrará verse para su transformación, le sonrió para tranquilizarla, tocó todo su cabello desde la raíz hasta el último cabello, mientras su mano recorría su cabello este comenzaba a tomar un resplandor dorado brillando al mismo tiempo, cambiando poco a poco el cabello dorado de Regina por un color negro igual al de Leari, totalmente lacio, lo contrario al suyo incluso le hicieron un fleco cuadrado.
Se miró al espejo no podía creer que ese fuera su cabello, se lo tocó pensando en que era una ilusión lo cual no era. Celine le dio una vuelta a la silla poniendo a Regina enfrente de ella, sus manos teniendo un resplandor dorado hizo un par de esferas dorados que entraron a sus ojos haciendo que parpadeara varias veces, viendo en cada parpadeo como se apoderaba un resplandor dorado dejando ver como empezaban a desaparecer ese color bronce que tanto la caracterizaba por un verde esmeralda.
Se volvió a mirar al espejo observando como sus ojos parecían dos joyas esmeraldas, ni siquiera se reconocía. Leari le ayudo a pararse de la silla, Celine formó una gran esfera dorada del tamaño de un balón que arrojó hacia el cuerpo de Regina, miro como su cuerpo era cubierto por un resplandor acogedor, que conforme comenzaba avanzar su ropa era remplazada por un vestido de color magenta más antiguo, el corset era totalmente de encaje dorado de rosas, de escote de corazón con unos tres botones magentas, de manga larga transparentes abiertas del mismo color del vestido, la falda larga con destellos dorados algo esponjada, unas zapatillas bajas magentas y como adorno un velo magenta transparente cubría su cabello negro.
-Esta lista -dijo Celine orgullosa, de su creación-. Sin duda hice un buen trabajo, pero antes de irse tomen esto.
Entre sus dedos apareció una gran esfera de verde menta que partió en dos dándoselas a cada una de ellas para que se la comieran, lo que hicieron confundidas, sintiendo un ardor recorrer su garganta, pero era soportable.
-Es un hechizo de lengua -explico Celine-. Les dará la oportunidad de escuchar, hablar y escribir en el idioma oscuro.
- ¿Por qué este atuendo?
-En el Reino de Noche son conocidos por ser totalmente elegante, ya sabes los vestidos más esplendorosos son utilizados en la noche -relato Leari aburrida-. Incluso sus doncellas deben de vestir tan bien como si pertenecieran a la realeza por eso ese atuendo tan… llamativo y elegante como los que utilizaban antes en tu pueblo.
Editado: 26.04.2020