Diez razones para estar contigo.

Capitulo 14.

12 de Enero.

Estaba acostada en  la arena de la playa, reflexionando sobre la vida, muy profundo, pero estaba pensando en muchas cosas al mismo tiempo. Pensaba en cómo le diría a mamá sobre el embarazo, esperaba que a papá no se le saliera decírselo como Cecy con Chase, también pensaba en cómo le diríamos a los padres de Chase, pero lo más importante ¿Cómo reaccionaría Jack? El había sido el primero en decirme que me mantuviera lejos de su hermano, y durante cuatro meses estuvimos bien, pero ahora estaba embarazada de él, ¿Se enojara Jack? Esperaba que no.

-¿En qué tanto piensas?-Me pregunto un muy sexy Chase recostándose en a mi lado.-El agua esta perfecta, deberías meterte.

-No lo creo.

Lo único que esperaba era que al estar tratando de tomar el sol, las marcas del camisón no se quedaran de mi tono de piel y lo demás quedara tostado. Aunque sabía que era casi imposible que me bronceara notoriamente, probablemente quedaría roja, y con más pecas de las que ya tenía.

-Ese camisón se te quedara marcado.-Dijo Chase, probablemente sabe leer mentes.-Metete al agua y te lo quitas.

-No.-Me senté en la arena y lleve mis piernas a mis pechos, Bora Bora simplemente era perfecto, todo era tan soleado, y el agua era tan cristalina que incluso se reflejaba tu alma.

-¿Por qué no? Llevamos cuatro días y no te has metido al agua, solo a la de la bañera en la cabaña.

-Solo no quiero.

Si quería, definitivamente quería, pero había tomado peso y no me agradaba la idea de que me viera él, y probablemente más gente, en traje de baño y que pareciera que acababa de comer cinco cajas de pizza. Me sentía insegura sobre si meterme al agua, porque como había dicho, era muy cristalina y Chase me vería toda, y estaba hecha una cerda.

Tomo mi barbilla y me obligo a verlo. Trague saliva.

-Megan, si no te metes al agua te juro que tomare todas tus galletas y me las come…

No lo deje terminar y rápido me levante de la arena, sin pensar dos veces mis inseguridades acerca de mi cuerpo, me quite el camisón y quede en el traje de baño del día que era uno con estampados de patitos. Era muy lindo.

Nadie se metería con mis galletas.

Chase tenía razón, el agua estaba en su punto, no estaba fría ni caliente, estaba normal, rica. Sumergí mi cabeza para que mi cabello se mojara, abrí los ojos debajo del agua y simplemente se veía hermoso. Saque mi cabeza y vi a Chase que me miraba raro.

-¡Chase! Se ve hermoso.-Le grite sonriendo, lo vi asentir y volví a mirar hacia el mar.

El cielo estaba completamente despejado de nubes, el sol se reflejaba en el agua. Enserio que no tenía palabras para describir lo hermoso que se veía. Ahora sabia porque todos querían venir aquí, realmente era hermoso, tan hermoso que no tienes ganas de irte nunca.

Sentí unas manos posarse en mis caderas y alarmada me di vuelta encontrándome con Chase. Lo mire, se veía lindo; su cabello estaba mojado y lo hacía verse más oscuro de lo normal, sus largas pestañas también estaban mojadas y se veían muy negras, simplemente el hecho de que estuviera mojado lo hacía verse irresistible. Me volteo hacia él, sus manos fueron de mis caderas a mi vientre donde toco con cariño. Se inclinó hacia mi oído y hablo con ternura.

-No sabes lo feliz que me hizo la noticia.-parpadee rápido ante sus palabras, las esperaba de todos menos de él.-Sé que no lo creerás, pero si tengo sentimientos Megan, y te juro que si en un futuro me recuerdas lo cursi que estoy siendo, le diré a todos que te gusta la pizza con piña.

Abrí la boca indignada pero antes de que yo pudiera decirle que eso no era verdad me dio un beso en la frente. Recargue mi cabeza en su pecho suspirando.

-Sé que no es verdad.-Me susurro y lo mire, ¿Ahora de que hablaba?-Sé que te gusta sin piña, solo que con lo rara que eres todos lo creerían.

Esta vez no hubo nada que me detuviera y le di un manotazo en el brazo, enfadada con él comencé a caminar a la silla en donde estaba anteriormente, me recosté de nuevo en la arena, solo con la diferencia de que para que no se me pegara la arena al cuerpo, puse una toalla que traíamos. No soportaba la idea de lavarme mil veces el cabello para que saliera la arena. Ya no me importo si tenía o no el camisón. Mentira, si me importaba, pero ya no me lo había puesto, solamente lo había puesto sobre mi vientre.

-No seas enojona.-Escuche la voz de Chase pero simplemente lo ignore. En realidad no estaba enojada, pero quería ver que hacía. Cerré los ojos.-Megan, era broma.-Seguí sin contestarle, al parecer había decidido callarse. Cuando le iba a decir que era juego escuche como hablaba cercas. Me había quitado el camisón y ahora hablaba muy cerca de mi vientre.-Tu mami es muy enojona.-Abrí los ojos y vi a Chase inclinado hablándole a mi vientre, o más bien, hablándole a bebé.-Te prometo que cuando nazcas no la hare enojar, no se vaya a desquitar contigo.-Le di un zape en la cabeza, rio sobándose.-Te amo, bebé.

Se quedó un tiempo viendo mi vientre. Empecé a pensar que tal vez Chase no era un degenerado como parecía, y si, puede que le haya abierto las piernas a muchas chicas, yo incluida, pero que en realidad podía cambiar. Lagrimas empezaron a salir de mis ojos. Enserio quería que terminara esto de estar tan sentimental todo el tiempo.




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